Punto Chavismo
Creo que este es el término adecuado para definir el sistema en el que estamos viviendo hoy día, con el agravante de tener personas con sed de revanchas o venganzas, y además un enorme desconocimiento de lo que significa gerenciar un país. Los cogollos desaparecieron pues ahora es un dedo todopoderoso quien selecciona los miembros de las planchas, llamadas ahora llaves (o Kinos), y las viejas prácticas políticas tanto criticadas ahora se magnificaron y la gente no dice nada, esto refleja la falta de criterio y el razonamiento inexistente por parte de las personas que cada vez parecen equivocarse en mayor grado a la hora de realizar una escogencia en la clase dirigente de nuestro tan golpeado país.
Es importante no desmayar e impulsar una clase profesional emergente, sin compromisos y dispuesta a establecer un régimen sensato como modelo de nuestro proyecto de país, que sea viable, lejos de viejos esquemas anacrónicos y extintos en el resto del mundo. La globalización es una realidad inevitable y debemos impulsar a nuestra economía hacia los más altos niveles de competitividad en los mercados internacionales, pero eso está muy lejos de lo que estamos haciendo, con una política exterior nefaste, mediocre y digna de avergonzarse, con una realidad política interior que no garantiza la inversión de nadie, de manera que, la tarea que nos espera, a quienes vemos con preocupación lo que sucede día a día, es cuesta arriba, pero yo particularmente haré hasta lo imposible por colaborar en lo que esté a mi alcance, por enmendar los desastres que hasta hoy se han dado, sin que se manifieste un colectivo que se encuentra pasivo e inconforme y que es mayoría frente a todas las alianzas partidistas que se puedan calcular.
Estas reflexiones entre otras, las hago día a día y las comparto con todo el que puedo, de manera que quise hacerlas llegar a ustedes, como un estimulo, para que se sienta, como existimos muchas personas sensatas y con ganas de decir «basta de tanto absurdo» a los que hoy se alzan como la supuesta voz del pueblo.
De un venezolano que ama a su tierra, y no acepta imposiciones populistas y demagógicas de quienes no hacen más que ansiar la omnipotencia del poder en nombre del Padre de la Patria y de Dios ( tal como lo hizo Castro en su revolución fraudulenta).