Opinión Nacional

¡Que celebren!

Esta columna está dedicada al abogado, articulista y catedrático de la Universidad de Carabobo, Pablo Aure. Actualmente se encuentra detenido, (de hecho secuestrado) arbitraria e ilegalmente, por funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar, en virtud de los conceptos publicados en el diario “El Nacional” el día 3 de enero pasado. En él, Aure hacía referencia a la actitud rastrera y adulante -públicamente constatable en los videos de las cadenas de televisión presidenciales- que despliegan algunos oficiales generales de la FAN. Igualmente aludió a las versiones oficiosas, publicadas en el diario “El Universal” (6 de enero en la página 1-4 en la sección «Breves Políticas”): “PANFLETOS UNIFORMADOS

Pantaletas en Fuerte Tiuna

La Dirección de Inteligencia Militar está investigando el origen de una serie de panfletos que están circulando dentro de las dependencias militares de la Fuerza Armada Nacional, principalmente en Fuerte Tiuna. De acuerdo a versiones, recogidas en medios de la DIM, el panfleto es envuelto en una pantaleta, como una manera de simbolizar que no hay que tenerle miedo al presidente Hugo Chávez.

Extraoficialmente se conoció que la semana pasada recibió uno de estos peculiares sobres el director general del Ministerio de la Defensa, VA Bernabé Carrero”.

Aunque uno siente solidaridad con el ciudadano Aure, atropellado al mejor estilo de la Seguridad Nacional o de la Policía Secreta cubana, la virtud del “Caso Aure” está en que el régimen militarista se quitó la máscara en cuanto a su respeto por el ordenamiento legal y constitucional. Por ello, tiene el potencial de cohesionar a la Sociedad Civil en torno al proceso del articulista y catedrático en defensa del derecho de opinión, de expresión y de información. Ojalá.

El Gran Frenazo

“El 4 de febrero serán los 9 años de la rebelión militar que abrió definitivamente el camino a la Revolución y que celebraremos a todo trapo», dijo Hugo Rafael Chávez Frías el domingo pasado.

Serán ellos los que celebren, porque la otra parte del país no tiene mucho que celebrar. Ese país recordará la fecha como el “Día del Gran Frenazo”, el día desde el cual, y exceptuando a “Conatel” y a la industria funeraria, no se ha movido un bolívar ni con dos leyes habilitantes, ni con “sobremarcha económica” ni con una intoxicación de petrodólares sin precedente; el día, desde el cual la gente tiene que hacer malabarismos sólo para no retroceder; muchos añorarán el 4 de febrero a “Paquetico” Miguel Rodríguez quien puso a Venezuela a crecer 9% (con un desempleo del 5%) y a Ricardo Haussman; a partir de ese día, Venezuela dejó de generar lo que en 9 años bien podrían haber sido ¡US$ 54 billones! en nueva riqueza nacional. Muchos que aplaudieron entonces -desde AD y Copei- la desfenestración suicida de Carlos Andrés Pérez están ahora arrependidos, desempleados, desplazados, de taxistas, de informales,…o desaparecidos.

La proletización

Pero ellos celebrarán porque tienen motivos de sobra. Se hicieron, con maña, ventajismo, trampa y fraude de todas las instituciones públicas del Estado venezolano en un insólito proceso de expropiación en el que nada han devuelto al país excepto una adulterada Constitución, superada en extensión solamente por la de Haití, que no cesa de ser violada, vejada y atropellada.

Ellos celebrarán porque lograron, en casi tres años de régimen, proletizar y militarizar a la administración pública, una de las razones funcionales por las cuales este gobierno no halla cómo arrancar, cómo ejecutar proyectos, cómo crear confianza, como involucrar a la Sociedad civil. ¿Y cómo la va a involucrar si este régimen no sabe con qué se “come” a la Sociedad Civil venezolana? Es así como, por ejemplo, anuncia la importacion de empresas constructoras para el Plan de Viviendas, mientras la industria nacional se contrajo en 16% el año pasado.

Celebrarán porque en este trienio triplicaron las víctimas de la guerra civil (9.000 víctimas oficiosamente en el 2000), de la violencia, de la extorsión y del secuestro express. Celebrarán, porque lograron establecer nuevos récords en atracos a bancos, a transportes de valores (sólo entre Transvalcar y Blindados de Oriente se llevaron Bs. 5 mil millones).

Y celebrarán porque encontraron la perfecta justificación de la violencia quintarepublicana y de su propia ineficiencia. Nos dicen ahora que es un problema “complejo que interesa a la educación, a la vivienda, al ingreso” que desaperecerá cuando aquellos tres estén resueltos. Prepárense entonces, porque la cosa va para largo.

Y por supuesto tienen razones para celebrar la garantía de impunidad judicial que tienen asegurados los jerarcas del régimen gracias al asalto y abordaje de todo el sistema judicial, desde las Cortes hasta las Notarías. Impunidad que abarca a todo el horizonte oficial desde la Constitución, fraudulentamente adulterada, la pantomima del Caso Micabú hasta el colapso de la represa de El Guapo, producto de la desidia, negligencia e impericia de los “técnicos” de este régmen.

…y lo que viene

La sorda lucha entre Miraflores y Luis Miquilena et-al está calentándose y ello no presagia nada bueno para el país porque contribuye a mantener la parálisis y la conflictividad. Chávez piensa que su partido no está suficientemente “enganchado al proceso” y que esa ausencia de entusiasmo es culpa de Luis Miquilena y de José Vicente Rangel. Ahí está la razón por la cual Chávez hizo el domingo pasado la alusión al proceso de “democratización” dentro del MVR. La confrontación comenzó con el Caso Micabú que llegó al Tribunal Supremo -con la venia presidencial- vía Javier Elechiguerra. La incomprensible decisión del tribunal, en el sentido de que Miquilena no es investigable, fue una enorme derrota para Chávez y le evidenció quién controla los Poderes. En respuesta, decidió nombrar al hermano, Adán Chávez, como enlace entre el poder Ejecutivo y la Asamblea Nacional con el objetivo de minimizar a Miquilena en el control de la fracción parlamentaria del MVR. Debido a esta lucha, Luis Alfonzo Dávila está atornillado en el Ministerio de Relaciones Interiores porque el coronel le garantiza a Chávez el control de la fracción militar chavista. Y ello explica el retorno de Yoel Acosta Chirinos, el excomandante excoordinador general del MVR, reconciliado con Hugo Rafael Chávez Frías, quien está trabajando activamente en la constitución de la “Fuerza Zamorana” (alrededor de Adán Chávez), financiado generosamente por Miraflores. La idea de Hugo Rafael Chávez Frías es la de crear un contrapeso al MVR, partido del que ahora desconfía y considera secuestrado por el combo civil de urredecos Miquilena-Rangel, que sólo espera la involución de las encuestas de popularidad para comenzar a amolar los cuchillos.

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