Opinión Nacional

¿Qué hacer?

¿Qué hacer ante el plan «B» de Hugo Chávez? Lograr una respuesta a esta interrogante es vital para el destino de Venezuela. Lo primero que hay que saber es que la camarilla militar y política del régimen, desesperada por no tener candidato y convencida de una segura derrota en las elecciones de 2012, se encuentra buscando una solución de cualquier orden con tal de no perder el poder. Una derrota sería trágica para sus miembros, comprometidos en tan graves hechos de corrupción internacional, que difícilmente podrán obtener asilo. También, es necesario aceptar que esta trágica situación no tiene porque sufrirla los amplios sectores populares del chavismo, que pueden transformarse en una alternativa de poder en un régimen pluralista y democrático.

Garantizarle a los sectores populares del chavismo su destino político, es un punto fundamental en la estrategia que debe definir la oposición ante el plan «B» de esta camarilla. Esa acción permitiría que ese bendito plan termine sin el apoyo necesario para lograr su éxito. Un segundo aspecto fundamental es conocer su orientación estratégica. Eso no es difícil: Hugo Chávez es un bocón que todo lo dice. Claramente ha ratificado dos objetivos: demostrar a los cuadros militares que «la oposición apátrida los odia» a objeto de convencerlos que su acceso al poder significaría la destrucción de la Fuerza Armada, y desmoralizar a la oposición para limitar su asistencia a votar en las elecciones primarias, organizadas por la Mesa de la Unidad, y en las nacionales del año 2012.

Tratemos el primer punto: el supuesto odio que los sectores democráticos sienten por la Fuerza Armada. Ese planteamiento es relativamente fácil de rechazar, ya que sencillamente es falso. En todo momento, la oposición ha sentido un profundo respeto por la institución militar. Lo que sí ha hecho es rechazar con fuerza la posición inconstitucional de algunos jefes militares. Eso es totalmente diferente. Su criterio, de cuál debe ser el papel de una Fuerza Armada, es muy claro. Se basa en el contenido de los artículos 328, 329, 330 y 331 de la Constitución Nacional. No existe ninguna posibilidad de sorpresa en el momento de ejercer el poder. La relación es transparente: la Fuerza Armada es una institución al servicio de la nación y nunca de una persona o parcialidad política.

De todas maneras, el problema no es sencillo. El chavismo tiene a su favor esa inmensa maquinaria de propaganda que utiliza abusivamente para transformar la dura realidad que vive Venezuela en Disney World. Se requiere de un esfuerzo sostenido de todos los ciudadanos que aspiran a recuperar la libertad y la democracia. Es necesario discutir con los miembros de la Fuerza Armada sobre los grandes problemas nacionales. No es conspirar. Es explicarles la dura realidad que diariamente tienen que enfrentar los amplios sectores populares y de nuestra clase media, para que entiendan la tragedia nacional y sensibilicen su espíritu. Estoy seguro, que todos mis lectores conocen a algún militar. Dedíquenle algunos minutos de su tiempo para decirle la verdad.

El segundo punto también es complejo. Allí vuelve a funcionar la maquinaria de propaganda. Es relativamente sencillo desmoralizar a la oposición, haciéndole ver lo innecesario que es ir a votar ante el seguro triunfo del chavismo. Se han cometido muchos errores, pero también se han tenido grandes aciertos. La oposición tomó el camino de la victoria desde hace varios años. La mejor demostración de esta verdad fueron los importantes triunfos alcanzados durante el referendo aprobatorio de la reforma constitucional y en las últimas elecciones parlamentarias. La oposición fue mayoría. Es verdad, que con triquiñuelas obtuvieron más diputados, pero eso no puede ocurrir en una elección presidencial. Se gana o se pierde. Eso sí, a votar masivamente.

Es verdad que Hugo Chávez y su camarilla militar y civil harán lo imposible por conservar el poder. Por suerte, para Venezuela y la democracia, los vientos no soplan a su favor. El mismo lo reconoció cuando afirmó que el triunfo podría darse por un solo voto e insinuó que la oposición podría desconocer el resultado. Eso no está planteado. Eso sí, que el Consejo Nacional Electoral cumpla cabalmente sus obligaciones. En caso contrario, la oposición democrática, con una sólida mayoría de votos, saldrá a la calle a reclamar su triunfo. En ese momento, Hugo Chávez y sus generales sufrirán una ingrata sorpresa: la Fuerza Armada respetará y hará respetar el resultado electoral. El llamado a la sedición que han hecho algunos generales no pasará de ser un mal recuerdo…

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba