¿Qué va a pasar?

Creo que viene inevitablemente otro “Caracazo,” pero mucho más sangriento y descontrolado, con un desenlace aún indefinido pero triste en cualquiera de sus dos puntos finales.

La historia enseña que las situaciones inestables como la nuestra producen quiebres impredecibles que llevan a un nuevo equilibrio con cambio en los jugadores, la relación de fuerzas y el desarrollo de las sociedades. Estamos en ese momento ahora y nuestra historia se va a definir por uno de dos caminos que parten del mismo punto: El pueblo, sometido en las próximas 4-8 semanas a una penuria extrema, desabastecimiento, desempleo y reducción del poder adquisitivo en un porcentaje bestial, sale a la calle de forma espontánea a protestar su situación. No están claros si la culpa es de Chávez o la Coordinadora, pero están seguros que los que mas han perdido son ellos. En la calle, son reprimidos por las fuerzas militares oficiales que hasta ahora no han mostrado ni el mas mínimo vestigio de civismo ante manifestantes. Ocurren actos de violencia y se desata una ola enorme de vandalismo y saqueos para lograr obtener o comida o algunos bienes vendibles. El gobierno pierde el control al extenderse estos actos a ciudades del interior y viene una segunda edición del 11 de abril. No tengo duda que algo parecido a esto va a suceder, más temprano que tarde.

Aquí bifurcan las dos alternativas.

En la primera, Chávez deja el poder ante unas fuerzas militares que se revelan no ser tan “oficialistas” (¿será el momento de los Comacates?) y mediante renuncia firmada y notariada ante las cámaras de TV llega un nuevo factor cívico-militar al poder. Este factor no necesariamente sería alguien ligado a la oposición actual. Pudiera prever que para entonces, ante el fracaso del paro y una visión cada día mas creciente entre las clases populares que la CD tiene una gran responsabilidad por haber llevado el país a la ruina, ninguna de los actores de los partes noticiosos de la 7PM sería candidato al liderazgo del país. Este pudiera ser el momento de los “Rafael Simón Jiménez,” los acróbatas políticos y maestros de la cuerda floja que se han mantenido en el aire sin tocar tierra en ningún bando, (aun cuando sabemos todos de donde cuelga su cable de seguridad) esperando que ambos se desgasten como parece ahora. Triste castigo para los valientes; triste premio para los que evitaron sus responsabilidades en momentos críticos y pudieron haber evitado la crisis pero esperaron hasta el final para poder pararse y aprovechar como buitres los restos cadavéricos de lo que en un momento fue un país erguido, prospero, esperanzado y orgulloso.

La segunda alternativa consiste en que Chávez mantiene la lealtad de las fuerzas armadas y se declara un estado de excepción donde se establece la dictadura “extrajudicial.” Con esta declaración, avalada con mayoría simple por la Asamblea, se suspenden las garantías y comienza la revolución en profundo ante los ojos atónitos pero distantes e impotentes de la OEA. Victorioso, Chávez muestra la misma generosidad y gran espíritu que mostró durante todo su mandato: cierra los medios de comunicación por terroristas, toma por la fuerza las pocas empresas que aún sobreviven por acaparadores, y mete preso a cientos de opositores y quizás destierre a miles mas por “golpistas.” Un final tan triste para un esfuerzo tan noble de la oposición democrática. La revolución será bonita para unos pocos arrimados al régimen y se convertirá en una pesadilla de penuria y represión para todos los demás. En este escenario, los miles de muertos y heridos en los disturbios iniciales desaparecen como tantas gotas de agua sobre el pavimento caliente al no haber ningún medio libre para contar sus historias.

¿Cómo evitar cualquiera de estos dos finales tan trágicos? Obviamente, no tengo la solución perfecta en la mano, pero deseo presentar algunas ideas y consideraciones que ayuden a la oposición a ser más efectiva y lograr salir airosamente de este problema.

1. Las luchas democráticas contra regímenes dictatoriales duran años, no meses; Suharto, Marcos, Milosevic, Jaruzelski en Polonia, todos cayeron cuando no solo había bajado su apoyo popular sino cuando habían perdido apoyo internacional y de sus fuerzas armadas. No cayeron solo por marchas, firmas y problemas económicos. Su desgaste institucional tuvo que ser completo e ineludible para lograr el quiebre institucional que le diera una apertura a la oposición. No hay muchos Gorbachov en el mundo. Ante los hechos del 11 A, Chávez se refrescó y ganó el aura de victima que va a retrasar significativamente su derrota final. Nuestro calendario democrático tiene que ajustarse a que una salida democrática, si existiera, pudiera tomar hasta un año más, si no sucede el Caracazo.

2. Las instituciones actuales, salvo que se puedan desprender del chavismo, van a frenar en todos los frentes las acciones democráticas. Van a negar la validez de firmas, demorar la instalación de un CNE que no sea afecto al régimen, saturar al TSJ con nuevos magistrados oficialistas para declarar inconstitucional las preguntas de los referendos, mantener todas las iniciativas legales en un limbo judicial donde no haya salida, negar a las empresas el acceso a dólares para poder operar libremente y validar todas las acciones necesarias para mantener a Chávez en el poder.

3. Los “Seis Amigos” no van a involucrarse profundamente en Venezuela si tienen alguna excusa para no hacerlo. Deplorarán acciones del gobierno, exhortarán respeto a la libertad de prensa pero no van a intervenir para reabrir un canal – fíjense que cuando Fujimori cerró una planta televisora en Perú la comunidad internacional hizo relativamente poco.

4. El tema petrolero es central con dos vertientes: a) Necesitamos como país generar mas divisas que las provenientes de 1 millón de barriles de petróleo crudo diario. Para evitar un descenso de 20% o mas en el estándar de vida este año, la producción requiere aumentar y mejorar el valor agregado produciendo alguna cantidad de productos refinados y destilados. b) PDVSA también debe ser protegida para garantizar su capital humano a largo plazo, pero quizás necesitemos reconocer que su restauración no sea inmediata, que quizás muchos de los gerentes valientes tengan que ser mandados a un “hospital en la retaguardia” mientras se “recuperan” y pueden ser mandados al frente de nuevo. Estos dos aspectos significan que quizás tengamos que aceptar una reanudación de actividades por parte de la nómina contractual y supervisora para levantar la producción petrolera y evitar el desastre total aún cuando no podamos lograr el reenganche de los demás gerentes.

5. La empresa privada tiene que sobrevivir para luchar otro día. Ningún general ganó una guerra perdiendo su ejercito, por lo tanto, las empresas deben ser protegidas para no desaparecer y perder mas capital financiero y humano. Similarmente, la dirigencia sindical y los obreros deben ser alentados para no enflaquecer en la lucha. Es importante desarrollar mecanismos para evitar una división entre el empresariado y los sindicatos en estos momentos donde lo mas instintivo es que cada uno “jale pa’ su lado” y se quiebre la unidad de la CTV y Fedecámaras. Este punto va ligado al anterior en cuanto a generar mayores ingresos petroleros a corto plazo.

6. Chávez no va a sacrificar su “revolución bonita” de forma pacífica y democrática hasta que sea obligado a abandonarla por una congruencia de fuerzas mayor que él. Por lo tanto, la sociedad civil requiere repensar su estrategia para incluir otras formas de presión. En términos militares esto se hace generalmente mezclando una serie de factores de fuerza bruta con estrategia. Sun Tzu en El Arte de la Guerra y B. H. Liddell Hart en Estrategia, hacen énfasis en que el ataque indirecto es el mas efectivo para ganar batallas y guerras al menor costo posible. Viéndolo retrospectivamente, el paro total fue un ejemplo de una ataque quizás demasiado directo, cuando lo que se necesitaba era una estrategia más indirecta, mas sutil.

Considerando todo lo anterior, propondría un “enriquecimiento” de la estrategia de la coordinadora para incluir los siguientes puntos:

A. Modificar el énfasis de la Mesa de Negociación y Acuerdos de buscar una salida electoral, la cual nunca va a contar con ninguna “concesión” del gobierno y por lo tanto solo lograría obtener lo que la constitución ya garantiza, hacia una negociación mas interactiva donde se negocia apertura petrolera parcial contra un “modus vivendi” mas aceptable y constitucional en los meses venideros. Entre puntos de este “modus vivendi” se pudieran incluir un acuerdo para un CNE verdaderamente neutral, cambio del Fiscal General, suspensión del engordamiento del TSJ, otorgamiento de dólares de forma transparente sin factores políticos y demás temas críticos para poder sobrevivir hasta que salgamos de Chávez. Cada acuerdo vendría acompañado del reenganche de los trabajadores petroleros y sus supervisores necesarios para lograrlo. ¿Será muy inocente esta propuesta o tendrá el potencial de lograr evitar ese Caracazo fatal que luce inevitable?

B. Prepararse para asegurar que, si viene el Caracazo, el desenvolvimiento favorezca una salida democrática con el menor daño a personas y propiedades posibles y que los favorecidos no sean los trapecistas oportunistas antes mencionados. Esto requiere una atención fortísima al área militar. Mi percepción es que existe mucho recelo entre la CD y los oficiales de Altamira. Para cualquier estrategia, ésto es inaceptable. Los militares de Altamira han evolucionado igual que el resto de la sociedad de “Renuncia ya” a “Elecciones Ya.”Al igual que los militares del F.I.M., los Comacates y los Generales Rosendo y Vázquez Velasco, los militares de Altamira tienen un rol especial que jugar sirviendo de puente entre las fuerzas civiles de oposición y los militares democráticos, léase no-Chavistas, activos dentro de la fuerza nacional. Estos deben ser claramente orientados hacia los límites del uso de la fuerza, donde acaba el apego a las órdenes legítimas y comienza la violación de los derechos humanos y en que momento la desobediencia militar es una obligación, no solo una opción. Igual que se dice que Chávez sembró sus elementos subversivos en las FFAA, ahora la CD debe hacer lo mismo usando los Comacates u otros contactos personales de oficiales y suboficiales en servicio activo. Uno o dos actos de desobediencia activa por la tropa ante ordenes ilegítimas como los abusos en Panamco y Los Proceres sacudirían las bases del gobierno y posiblemente lo lleven a negociar con mas fervor y temor.

C. Dentro de la CD, pudieramos llegar a un macro acuerdo entre Fedecámaras y CTV fijando las pautas para sueldos, despidos, liquidaciones en los próximos meses a fin de evitar una guerra civil dentro de los factores de la oposición. Sería una tripartita sin el gobierno, donde quizás algunos factores o partidos políticos pudieran participar en vez del gobierno.

D. Sería posible solicitar contribuciones o vender “bonos de guerra“ a las empresas privadas por parte de la CD para pagar algún sueldo a los gerentes de PDVSA no reenganchados mientras se sale de Chávez y se logra su reenganche definitivo. Calculo lo siguiente: 10,000 gerentes x $2,000 mensuales = $20 millones mensuales. Por 6 a 9 meses equivale a US$120 – 180 millones; una cifra considerable pero no impensable para los empresarios venezolanos si significa mantener el potencial operativo de PDVSA a largo plazo. Pudieran ser bonos de Gente del Petroleo, avalados por una serie de empresas o asociaciones gremiales.

E. Poner en práctica una estrategia divisiva dentro del chavismo a fin de desprender algunos “mangos bajos” en las estructuras de poder civil que pudieran caer para la oposición. Esto sería en paralelo a las acciones dentro del ámbito militar y significaría hacer grupos de lobby orientados a miembros de la Asamblea, jueces del TSJ y figuras regionales. En el caso de la Asamblea, esto involucraría usar presión de diputados de la oposición y representantes de la sociedad civil ligados al distrito de donde fue electo el diputado para lograr su adhesión a la oposición. Deben existir esfuerzos paralelos para magistrados del TSJ y otras personas claves que ya ocupan puestos importantes. Existen numerosos mecanismos para esto y los “lobbyists” americanos y europeos tienen un cúmulo de experiencia accesible para la oposición, tanto en manejo de premios como en pintarles un futuro oscuro lleno de castigos. Es crítico pensar que, dado el control de las estructuras actuales por parte del chavismo, es más efectivo enfocarse en las personas que ya tienen poder que solamente tratar de reemplazar esas personas como luce que estamos tratando de hacer ahora. Esto tiene una segunda ventaja: al crear incertidumbre dentro del chavismo sobre la confiabilidad de sus elementos, se afecta grandemente su capacidad de ejecutar acciones efectivas contra las fuerzas democráticas.

F. Por último, la CD debe lograr ofrecerse como una verdadera alternativa de gobierno. Esto implica mucho mas que un candidato único, aunque ese es un tema ineludible a mediano plazo. Requiere tener y divulgar un plan de gobierno, por lo menos en líneas generales; realizar cabildos abiertos en todas partes del país para discutir estos temas y lograr legitimizar a la CD en un orden diferente a la realización de las marchas multitudinarias; también requiere ir sembrando las semillas para una desobediencia civil efectiva que vaya mas allá de rehusar pagar el IVA en los supermercados.

Es posible que ninguna de las ideas anteriormente planteadas sean nuevas. Quizás la mayor parte haya sido considerada por la CD. Alternativamente, quizás no sean prácticas o efectivas. Pero es fundamental que los líderes de la oposición desarrollen medidas para evitar otro Caracazo, que tengan un plan de acción si viene otro 11 A, y que preparen al pueblo para lo que pudiera ser una larga, amarga y costosa lucha cívica si vamos a lograr salir de Hugo Chávez Frías por las vías democráticas.