¿QUEREMOS patria, socialismo y/o muerte?
Las contradicciones se agudizan en el Gobierno con desequilibrios que, serán el final de esta aguda crisis de nueve años. Insondable y desesperante sin hallarse soluciones, el panorama del país se torna inaguantable. La bitácora del régimen se perdió hace tiempo, y a pesar de ello, pretenden llevar a Venezuela a una Reforma Constitucional a ciegas. Entretanto, la sociedad civil se encuentra en alerta máxima para defender sus intereses, y protegerse de las pretensiones hegemónicas de quienes defraudaron y arruinaron la patria.
Mientras Hugo Chávez sellaba una alianza con el presidente iraní en contra de los Estados Unidos, Bush y Putin coincidían en frente contra Irán. De igual manera sucedió con Mercosur, mientras el vicepresidente Rodríguez agotaba todas sus estratagemas para lograr el ingreso de Venezuela a Mercosur, Chávez desde Rusia lo desechaba; con estas dos cosas es suficiente para apreciar la irresponsabilidad e ineptitud de un régimen dirigido a la anarquía. Lamentablemente debemos agregarles otros desaciertos en el orden económico que, terminarán minando su existencia y dejarán al país en la desolación. Las exportaciones petroleras a EUA se han encogido en un 30%, en términos reales quiere decir que antes exportábamos 1.500.000 b/d y ahora 1.050.000. La calidad de los bonos de Pdvsa en caída con la salida de las trasnacionales, Adán Chávez insiste en la congelación de las matrículas escolares y el Gobierno pretende sustituir el transporte colectivo con cooperativas.
Lo más grave y palmario es la inflación creciente, desabastecimientos, percatándonos del incremento en un 30% de demanda insatisfecha de bienes. Las estadísticas oficiales reflejan que hay 2.000.000 de personas, capaces para el trabajo formando parte de las misiones del Gobierno y que no están interesados en incorporarse al mercado laboral. Chávez aísla a Venezuela y la va dejando sin socios comerciales. En su reculada sólo cuenta con los apoyos irrestrictos de sus sostenidos aláteres de Cuba, Nicaragua y Bolivia, el resto de sus asociados fueron y son circunstanciales, no obstante haberles favorecido y en algunos casos salvándoles de severos trances internos como lo fue con Argentina. Las solidaridades no son del todo firmes, Lula desde hace tiempo viene marcando diferencias con Chávez y Kirchner casi anda en lo mismo. Las reciprocidades serán cada vez más dificultosas. Con el cierre de RCTV nadie quiere respaldos a ultranzas con Chávez, y sus merodeos en democracia dejaron de serlo, con sus pretensiones autocráticas tan claras y a la vista, basta con leerse el proyecto de la Reforma Constitucional.
El régimen se queda solo, sus funcionarios no son idóneos para responderle al país ni a la comunidad internacional, su identificación con el comunismo es el tópico inmediato, imponerlo, llevándose por delante todo lo que haya que llevarse. Sin tomar en consideración la mayoritaria disconformidad con este proyecto. El discurso de Chávez se desvirtuó para los venezolanos, ilusionados en mejorar su situación económica. Los comerciantes se benefician con el aumento de la demanda de bienes y servicios, mientras se incrementa el gasto público, desbordando simultáneamente la inflación. Problema difícil de solucionar con los dispendios, cuestión que el régimen no entiende, continuando en su ruta apocalíptica.
Las cosas cambian para Chávez, arrastrado por su desesperación, deseos de figuración y hegemónicos. La Reforma Constitucional es el tema del día y de vital importancia para los venezolanos, en ella confluyen todas las torpezas del Gobierno y de aprobarse, Venezuela perdería sus libertades, siendo el colofón comunista ansiado por la coyunda Castro-Chávez. Así concluirían los medios de comunicación no afectos al régimen, silenciados para siempre, la propiedad privada estaría subordinada a la colectiva y las empresas productivas pasarían al Estado. Y Chávez impondría su Patria socialismo y/o muerte a trocha y mocha a pesar de poseer un mandato impopular.
