Opinión Nacional

Raíces del Fascismo y sus leyes contrabandeadas

Específicamente, el fascismo es (1) el Movimiento Fascista formado en 1919 y que Benito Mussolini llevó al poder en Italia (1933-45). La palabra italiana «fascismo» se deriva de «fasces», un montón de varas con una sobresaliente hacha que se llevaba ante los cónsules como insignia de la autoridad del estado en la antigua Roma.

Genéricamente, el fascismo (2) son movimientos similarmente autoritarios* en otros países, como el Nazismo en Alemania, la Falange en la España de Franco, la Guardia de Hierro en Rumanía o la British Union of Fascists de Sir Oswald Mosley en Inglaterra.

Más particularmente, en la forma «Fascista», es (3) un término de abuso político muy utilizado por los comunistas antes y después de la Segunda Guerra Mundial para desacreditar a sus oponentes**, fuesen genuinamente fascistas, conservadores o socialdemócratas, y para tratar de promover sus tácticas para construir coaliciones anti-fascistas bajo el liderazgo comunista.

El fascismo fue producto de la muy profunda crisis social y económica de Europa que siguió a la Primera Guerra Mundial. No produjo ningún sistema coherente de ideas, y los varios movimientos fascistas reflejaron los muy variados trasfondos nacionales de los países en que se desarrollaron. Sin embargo, había una serie de rasgos comunes.

Todos eran fuertemente nacionalistas, violentamente anti-comunistas, y anti-marxistas; todos odiaban al liberalismo, a la democracia, a los partidos parlamentarios, a quienes buscaban reemplazar por un nuevo estado autoritario en el que habría un solo partido, el suyo propio, con un monopolio del poder, y un único líder con cualidades carismáticas y poderes dictatoriales; todos compartían un culto a la violencia y a la acción, planificaban tomar el poder, exaltaban la guerra, y con sus uniformes, rango, saludos y concentraciones daban a sus partidos un carácter paramilitar. En sus campañas políticas, dependían en mucho de la propaganda masiva y el terrorismo***; una vez en el poder, utilizaban el poder del estado para liquidar a sus rivales sin ningún tipo de consideración por la ley.

El racismo y el antisemitismo eran características fuertemente marcadas en algunos movimientos fascistas (como los alemanes) pero no todos (como los italianos). Los movimientos fascistas hicieron un acentuado llamado a los militares resentidos con los resultados de la Primera Guerra Mundial que no tenían deseos de regresar a la vida civil (la generación «del frente»), así como a varios grupos de las clases media y de las bajas clases media que sentían amenazadas sus posiciones en la sociedad por la inflación, la depresión económica, el movimiento organizado de la clase trabajadora y el espectro de la revolución; incluyendo a una juventud atraída por el culto a la acción y la denuncia realenga al «sistema».

Su nacionalismo y anti-marxismo les ganó simpatías y a veces apoyo de los partidos tradicionales de la derecha y del ejército. Originalmente radical en muchas de sus demandas, descartaron la mayoría de estas cuando llegaron al poder, aunque representaban una nueva «élite» sonsacada de los grupos sociales que eran muy diferentes de las viejas clases gobernantes.

Como producto de la Primera Guerra Mundial, los levantamientos sociales y la depresión económica que siguió a la guerra, el fascismo se desacreditó por la total derrota de los estados fascistas en la Segunda Guerra Mundial. Un cierto número de partidos neo-fascistas aparecieron en Europa desde la guerra (como el MSI), pero sin lograr ningún tipo de éxito. Los regímenes con características prestadas del fascismo aparecieron en otros continentes, como el peronismo en Argentina, pero en circunstancias mejor entendidas dentro del contexto de sus propias historias nacionales.

El MSI, Movimiento Sociale Italiano, nació en 1946 como partido neo-fascista y antidemocrático. Forzado a trabajar a través del sistema parlamentario italiano, dirigió sus principales esfuerzos hacia el intento de atraer al dominante partido demócratacristiano hacia una anti-comunista y anti-socialista coalición de derecha.

El autoritarismo es la defensa y justificación de un gobierno basado en órdenes que son respaldadas por amenazas y castigos por desobediencia. Los defensores de sistemas de gobierno autoritarios creen que la autoridad del gobernante es su propia justificación y que sus prácticas deben ser aceptadas por sus súbditos, sin consulta o persuasión, por la autoridad investida en ellos por teoría política o social, por procesos abstractos de desarrollo histórico, o por Dios. Dentro de este esquema funciona la llamada personalidad autoritaria, un tipo de personalidad caracterizada por extrema obediencia y respeto incuestionable por la autoridad. Estas características definitorias son generalmente acompañadas por rigidez, convencionalismo, prejuicios e intolerancia de la debilidad o la ambigüedad. El totalitarismo encuentra ejemplos teoréticos en el nazismo, el fascismo y el comunismo soviético: sistema político dominado por un solo partido e ideología en el que todas las actividades políticas, económicas y sociales son absorbidas y subsumidas y toda disidencia suprimida por terrorismo policial.

Esencial para el totalitarismo es el monopolio total del flujo ordinario de información y de argumentos públicos. Esta visión era muy corriente en el período 1930-1950 entre marxistas intelectuales disidentes que hablaban de la nazificación de los partidos, sindicatos, universidades, asociaciones profesionales y otras de la Alemania nazi, y en el grado de control central ejercido por la dictadura stalinista en la Unión Soviética.

El terrorismo es la política o actividad de utilizar el terror para romper el espíritu de resistencia inculcando el temor a la muerte, mutilación, y tortura, o acciones similares contra resistentes familias o dependientes. Como política carece de realidad hasta que se producen suficientes ejemplos para que el terror se vuelva efectivo. El terrorismo puede ser tanto oficial como contrarrevolucionario (uso que le dieron Hitler y Mussolini), así como también revolucionario. El terrorismo es esencialmente el arma de una minoría que no encuentra ningún chance de éxito por persuasión. Si el terror revolucionario ha de ser exitoso, debe primero imponer su voluntad en aquellos que desea liderizar hacia la batalla. Es un término fuertemente peyorativo, pero figura mucho, y generalmente con alguna razón- en la propaganda oficial contra insurgentes.

El castrismo se ha mantenido fuertemente atado al carisma personal, más que la impersonal mística del Partido, y su disciplina aún está basada en el principio de jefatura (liderazgo personal); se unió al movimiento de la internacional comunista con la aspiración de proveer un modelo específicamente cubano. En vez de esperar condiciones de objetividad marxista o subjetividad leninista, el castrismo propuso crearlas estableciendo movimientos guerrilleros, que se desarrollarían de puntos focales para luego conquistar todo el continente latinoamericano. Tanto Castro como Ché Guevara prescindieron de las ideas de etapas revolucionarias determinadas por clases. Como vástagos de las clases medias, visualizaron la revolución como prolija lucha de guerrillas, inclinada políticamente hacia la explotación de los males sociales y el sentimiento antiyanki latinoamericano. Fracasaron, aunque manteniendo influencia en movimientos extremistas, como lo constatamos hoy en Venezuela.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba