Opinión Nacional

Rebelión civil ya

No es ningún secreto el hecho de que la situación del país tanto política, como económica, social y moralmente es insostenible. Venezuela está enfilada hacia un terrible despeñadero que luce a veces inevitable. La torpeza del gobierno no conoce límites, impidiendo con su actitud la apertura de válvulas de escape que impidan un estallido nacional. Chávez se niega a renunciar a la Presidencia y a convocar elecciones anticipadas, el Fiscal y sus secuaces del poder moral se niegan a renunciar a sus cargos para poder desde allí seguir defendiendo lo indefendible y protegiendo lo innombrable, la mayoría de los miembros del Tribunal Supremo han sentado posición clara respecto a sus querencias e indudables parcialidades, los diputados oficialistas no hacen otra cosa que montar circos de funciones diarias en la Asamblea, los más radicales seguidores del hombre de Sabaneta sólo se dedican a amenazar constantemente con la “confrontación”, los mal llamados Círculos Bolivarianos se arman más y más cada día anhelando tal escenario. Mientras tanto la oposición hace esfuerzos sobre humanos para lograr que la enmienda constitucional prospere en la Asamblea, pero a juicio de muchos entendidos esa estrategia es numéricamente inviable, simplemente no existen los votos requeridos, por ello adelantan su plan B, el cual no es otro que recoger las firmas necesarias para proceder a la enmienda por la vía popular, encomiable labor que debe continuar y que todos debemos apoyar, pero que resulta a todas luces muy dilatada. Inclementes corren a diario todo tipo de rumores sobre levantamientos militares, casi todos hemos recibido los supuestos comunicados de los comacates que circulan a diario por la red y cuya veracidad pongo en seria duda. Son constantes las declaraciones de prensa, radio y televisión donde se deja claro que el juego está trancado, y es que de verdad esta trancado!

Por si todo esto fuera poco, ahora nos enteramos de la “perdida” de Dos Mil Trescientos Millones de Dólares del FIEM, pero ahí no se queda la cosa, resulta que revisando bien las cuentas alguien se percató de que también estaba “perdida” desde hace algún tiempo la bicoca de Cinco Mil Millones de Dólares más. Adicionalmente, tengo información muy confiable de que los Cinco Mil Millones que todavía quedan en el maltrecho FIEM, no están allí en dinero constante y sonante, sino en papeles de deuda pública del Estado, si, así como lo oyen, resulta ser que se gastaron esos reales cubriendo quien sabe que huecos y decidieron depositar en su lugar títulos de deuda, en pocas palabras se cobraron y se dieron el vuelto. Ahora para corregir sus “errorcillos” este gobiernillo decide lanzar a través de sus recién adquiridos tecnocratillas un paquete de medidas económicas al mejor estilo del “neoliberalismo salvaje mesmo” como diría el individuo aquel. Resumiendo, tenemos nosotros que pagar, nuevamente, los platos rotos y financiar los errores, el despilfarro, la corrupción, la incapacidad, la mediocridad, y hasta los “subsidios” que a los círculos chavistas otorga este infame gobierno que ha dilapidado la minucia de Ochenta y Cinco Mil Millones de Dólares en apenas tres años, estamos literalmente quebrados pero tenemos que financiarle al “proceso” su circo.

Surge entonces, inevitable, la pregunta ¿Qué hacemos? ¿Nos echamos a morir y dejamos que este país se lo lleve el diablo? ¿Pasamos a ser cómplices de este desmadre y nos convertimos entonces en enterradores de un país que alguna vez se llamó Venezuela? ¿O retomamos ese espíritu de lucha del 11A y nos echamos a la calle a reclamar lo que es justo y lo que es nuestro? Esta claro que tenemos que optar por la última de las propuestas. No podemos quedarnos tranquilos mientras este régimen entierra hondo el futuro de una generación que todavía no ha nacido, nuestros hijos no nos van a perdonar que nos hayamos quedado de brazos cruzados.

Ya hemos retomado la calle, con firmeza y mucho civismo hemos realizado protestas importantes en las últimas semanas con muchísima participación de todos los sectores de la sociedad y se anuncian más. La llamada marcha de los militares convocada para el 11 de Junio promete ser algo absolutamente descomunal, vamos a volver a Miraflores y esta vez ni nada ni nadie podrá arrebatarnos nuestro derecho de protestar cívicamente frente a la sede del poder ejecutivo y exigir la renuncia de quien lo detenta. Y no nos vamos a mover de ahí hasta que el inquilino desaloje.

Ahora bien, estoy convencido de que debemos dar un paso más hacia delante, es decir tenemos que ser aún más contundentes en nuestra protesta y declararnos oficialmente en REBELDÍA CIVIL. No podemos permitir que acaben con este país y se burlen de nosotros en la cara. ¿Saben ustedes cuánto es el déficit presupuestario de este año, según el propio Ministro de Finanzas? La suma de Seis Mil Millones de Dólares y para cubrirlo aumentaran el IVA, la gasolina, el IDB, los impuestos a cigarrillos y licores, etc. Dicho en otras palabras nos llenarán de sanguijuelas fiscales que chupen los recursos que ellos requieren para continuar su circo, ya que los recursos que tenían para ello, simplemente “se perdieron”. Esto es inaceptable.

La Rebeldía civil que propongo comienza por la Rebeldía Fiscal, es decir, no paguemos un centavo más de impuestos de ninguna clase y a ningún ente estatal por cuanto ese dinero irá a parar a cualquier lugar menos a donde debería ir. Por ejemplo, si los comerciantes insisten en cobrarnos el IVA, pues nos vamos a otro sitio que este dispuesto a no hacerlo. Ojo, no quiero incitar con esto a delinquir, el que haya cobrado impuestos debe enterarlos al fisco, me refiero es de aquí hacia delante, tampoco quiero insinuar que no paguemos impuestos nunca más, un país no puede subsistir si sus ciudadanos no pagan debidamente sus impuestos, pero durante la presente situación y mientras esta persista sería una complicidad de nuestra parte proveer miles de miles de millones de bolívares al gobierno para que los malverse de forma irracional en vagabunderías.

El siguiente paso sería la Desobediencia Total, sugiero que el día 10 de Junio, el día antes de la nueva marcha a Miraflores, a una hora que pudieran ser las 4 de la tarde, detengamos nuestros vehículos, donde quiera que nos encontremos, los apaguemos y nos quedemos así, tranquilos y sin movernos por espacio de un par de horas. La tranca en Caracas sería sencillamente apoteósica, el caos sería total. Eso sí, debemos hacerlo con mucha responsabilidad y estar prestos a darle paso a cualquier vehículo de emergencia que necesite pasar. Se oyen sugerencias.

Lo cierto del caso es que tenemos que continuar en pie de lucha y no descansar hasta hacer salir de manera cívica, legal y pacífica a Hugo Chávez de la Presidencia. Mientras él y sus aláteres detenten el poder, no podremos comenzar a construir la Venezuela que todos soñamos y vaya que hemos perdido tiempo.

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