Rechazo a los legitimadores del 03 de Diciembre
La oposición se ha dejado atrapar en estos largos y tortuosos ocho años por la mecánica electoralista que le ha impuesto el régimen, los llamados dirigentes de la oposición han asistidos impasibles a procesos electorales preparados por los hombres del régimen. De igual forma, han sido incapaces hasta ahora, de canalizar el malestar social de un buen número de venezolanos. Son dirigentes que han demostrado su discapacidad para comprender el momento político que esta viviendo el país, y satisfacer con un mínimo de requisito, las condiciones necesarias de una política de oposición acertada.
Una y otra vez en los últimos tres años dirigentes astutos, pero sin formación, le han hecho vivir a un grueso de venezolanos falsas ilusiones en el intento de vencer las trampas electorales de los hombres del régimen. Por esta vía algunos de los venezolanos opuestos al régimen han perdido credibilidad, por cuanto han jugado con sus esperanzas y, han terminado refugiándose en la resignación o el silencio, viendo como estos dirigentes charlatanes electorales, han contribuido a darle todo el poder, al “totalitarismo light”.
Ante esta situación se impone, que los venezolanos que no nos hemos dejado confundir por los payasos de los escapes desesperados de las elecciones, estamos obligados a presentar un diseño de política de acción social, que inspire a los millones de venezolanos que rechazan tanto al régimen, como a la pobreza intelectual de los políticos electoreros, que instrumentalizaron la esperanza y la fé de un grueso de venezolanos para construir un partido a nivel nacional. Fueron estos malabaristas electorales que conociendo que iban a una competencia desleal, donde no existían garantías mínimas de transparencia, se empeñaron en deformar la realidad, y jugar con los sueños y la esperanza de millones de venezolanos, con el único interés de jugar después, al escapismo de las próximas elecciones de alcaldes y gobernadores.
Estos dirigentes políticos de la oposición han tenido como única preocupación hasta ahora, sus posicionamientos personales, sin preocuparse por presentarle al país un proyecto alternativo distinto al populismo, al asistencialismo y al clientelismo tradicional, que les funcionó tan bien electoralmente en el pasado, pero que no tuvo ningún éxito económico para resolver, aún cuando haya sido parcialmente, la grave desigualdad social en el país. Además de que este proyecto está siendo ejecutado hasta el paroxismo, por el régimen. ¿Como entonces proponer, el mismo proyecto maquillado (Mi negra)?
La falencia de estos dirigentes políticos, provoca la abulia de un buen número de venezolanos, que se niegan aceptar la única credencial de mérito que exhiben estos dirigentes, la astucia. Pero carecen de la cultura y la formación necesaria para desmontar el discurso ideologizado y populista del régimen. Para salir de Chávez, tenemos primero que sustituir a una dirigencia política que ve la realidad de la actual situación política del país, con los escasos conceptos que tienen en la cabeza.
