Reconocimiento en los CCXXV años de la Fundación de San Carlos de Zulia
“La juventud no es un tiempo determinado de la vida sino un estado del espíritu mucho mejor, porque al contrario de la carne el espíritu no se arruga, y así podemos ser eternamente jóvenes si sabemos cultivarlo” (Profa. Anail de De Pool)
Un ser a quien en medio de lágrimas y amargura en la garganta honramos en nuestro Discurso de Orden con motivo los 225 años de San Carlos del Zulia, que ha ‘existido plenamente’ y de cuya obra somos eternos deudores, es la Profesora Anail de De Pool.
Desde niño, cuando vivíamos frente al Río Escalante, conocimos de cerca a este maravilloso ser. Es difícil conseguir a alguien con tanta belleza, nobleza y generosidad, como lo es la Profesora Anail de De Pool. Nació en Trujillo y vino a Santa Bárbara adolescente.
Decía la Madre Teresa de Calcuta que “quien no sirve para servir, no sirve para vivir”. La Maestra Anail nació para el servicio educativo: ¡Sin horario!
Caminamos en la difícil tarea de levantar la Fundación “Ateneo J. M. Semprum. Trabajó sin descanso. Esta Institución fue para ella una hija más. El Ateneo vivió su Época de Oro durante su Presidencia, Logrando un reconocimiento nacional y constituyéndose en el primer Ateneo de la región zuliana.
Con la Profesora De Pool tejimos sueños. Uno de ellos fue el de convertir a la tierra surlaguense en la Atenas del Zulia. ¡En este empeño, oh Anail, vivimos la tragedia de Sísifo! ¡Pero no importa amiga eterna!
Un fatídico 06 de marzo, seis años ha, haciendo gestiones en Maracaibo en la Secretaría de Cultura por su amado Ateneo, la vida primero y luego sus congéneres, le tendieron una mala jugada. Olvidada hoy desde ese día, aún
pudiendo haber sido rehabilitada, lleva una vida vegetal, ¡pero radiante!
Su obra está objetivada. Son miles sus alumnos y alumnas. Ella está presente en la educación que impartió y en su ejemplo de pedagoga existencial.
Sería poco pedir si honráramos ahora en vida con un reconocimiento, su existencia fecunda.
En nuestro Discurso solicitamos del Alcalde y Concejales de Colón presentes, no dejar morir su Ateneo, bautizar un plantel educativo con su nombre. A los colegas educadores les reiteramos dar vida a la Propuesta de la Cátedra Ecológica Anail de De Pool, a efectos de desarrollar la conciencia ambientalista (que impone los artículos 107 y 127 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela), tan necesaria en una región que indolente e impunemente ve morir el Río Escalante.
¡Esperamos que se le haga un minimum de justicia a una vida fecunda!
*Profesor Titular Emérito. Ex Director del Instituto de Filosofía del Derecho. L.U.Z.