Reforma moralmente inaceptable
“LLAMADOS A VIVIR EN LIBERTAD” es el nombre de la exhortación que hace el episcopado venezolano, dirigido a todos los católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. La Conferencia Episcopal Venezolana se pronuncia ante la modificación propuesta a la Constitución. Respetando la libertad individual de cada venezolano y de cada católico, la Iglesia en nuestro país no hace pronunciamientos a favor de una postura o de otra, simplemente advierte los peligros que conlleva esa propuesta de cambio a la actual Constitución, para que cada quien desde su libre albedrío, tome la decisión que mas se ajuste a sus pricipios morales y de vida republicana.
Un elemento esencial que señala el documento, es que para que una Constitución no sea solo para beneficio de un pequeño grupo, esta tiene que ser fruto de un gran consenso, lo cual hace que la misma sea duradera en el tiempo, como ha ocurrido con las constituciones de los países desarrollados. Sin embargo en nuestro caso, pareciera que una pequeña minoría nos va a imponer el estado socialista, pasando por encima de la libertad personal, que hasta ahora nos ha permitido abrazar la ideología que nos parece mas acorde con nuestra manera de ser y en la que confiamos por la búsqueda permanente del bien común.
Destaca también la advertencia que hacen nuestros pastores sobre la forma de estado socialista que establece la propuesta. La mayoría de los venezolanos no somos socialistas de pensamiento, aunque muchos acogen esa doctrina con su matiz democrático, lo cual es absolutamente respetable, como también lo es el pensamiento revolucionario, aunque muchos lo rechacemos por sus contenidos de violencia y odio, que muchas veces hemos visto en evidencia. En el proyecto de modificación constitucional no hay cabida sino para el pensamiento socialista y en caso de ser aprobado los que no comulguemos con esta idea, quedaremos excluidos y seremos en lo sucesivo unos “parias” del estado. La Iglesia advierte que atentar contra el pluralismo, atenta contra la dignidad de las personas, que no pueden ser perseguidas por no pensar como piensa el gobierno de turno.
Hay muchos más elementos como para hacer una profunda reflexión, entre ellos, la ocupación de todos los espacios de participación por los representantes del socialismo; el recordatorio que el estado es para el hombre y no el hombre para el estado, la advertencia que este proyecto solo va a profundizar la polarización entre los venezolanos, dificultando la convivencia social y muchos otros elementos que por razones espacio no podemos comentar. Lo que si está claro es que esta propuesta es, como dice el documento de la Iglesia, “moralmente inaceptable”.
