Opinión Nacional

República Checa: el escaparate industrial de la Europa Central

La República Checa se enorgullece de ser uno de los candidatos mejor preparados para acceder a la Unión Europea. País industrial modélico, cuenta con numerosas empresas especializadas en los sectores metalúrgico, metal-mecánico y electrónico que, desde hace más de cuatro décadas, compiten con los grandes consorcios alemanes, austriacos e italianos. Chequia dispone, además, de una eficaz red de distribución internacional, que la convierte en uno de los principales exportadores centroeuropeos. Merced a la mano de obra altamente cualificada y a la utilización de tecnologías punteras, este país logró desempeñar, en las décadas de los años 60 a 80 del siglo pasado, un importante papel en el seno del Consejo de Ayuda Económica Mutua (CAEM), organismo que aglutinaba las economías de los Estados pertenecientes al antiguo «campo socialista».

Tras la caída del muro de Berlín y los espectaculares cambios socio-económicos registrados en la década de los 90, la República Checa se convirtió nuevamente en el escaparate industrial de la llamada Mitteleuropa (Europa Central), recuperando el prestigio del que gozaba en el período 1920-1947.

Sin embargo, la vuelta a la economía de mercado tropieza con una serie de obstáculos estructurales. Los costes sociales de la privatización se reflejan claramente en el espectacular aumento de la desocupación, que alcanzó a finales de 2003 a 540.000 trabajadores, es decir al 10,3 por ciento de la población activa. Actualmente, la tasa de paro es dos veces superior a la de Hungría y los analistas estiman que la crisis aún no ha tocado fondo. Aparentemente, ello se debe a la cada vez mayor dependencia de las importaciones de productos manufacturados provenientes de Alemania, primer socio comercial de la República Checa, aunque también al limitado margen de maniobra del nuevo país, emanante de la traumática escisión provocada en 1993 por la separación de Eslovaquia. De hecho, las innegables bazas con que cuentan los empresarios checos y moravos quedan neutralizadas por la exigüidad del territorio; los inversionistas extranjeros parecen poco propensos a apostar por un mercado de 10 millones de consumidores. Aun así, en los últimos 8-10 años, los checos han logrado atraer capital alemán, italiano, francés, belga, holandés y sudafricano. Sin hablar, claro está, de las importantes adquisiciones de empresas realizadas por sus vecinos austriacos, que se colocan en el tercer lugar en el ranking de los intercambios comerciales.

En los últimos años, los institutos de crédito comunitarios se han apoderado de alrededor del 25 por ciento del mercado financiero. Los principales establecimientos bancarios del país dependen de entidades extranjeras. Es el caso del Banco Comercial Checoslovaco (CSOB), controlado por el Krediet Bank (KBC) belga, el Banco de Comercio (KB), adquirido por la Société Générale francesa, y de la Caja de Ahorros (CS), sucursal del Erste Bank austriaco.

Mientras los alemanes y los austriacos tratan de afianzarse en el sector de la Banca, los franceses y los belgas compiten por el control de las grandes superficies comerciales. Los italianos y los holandeses se vuelcan, a su vez, en el sector de los seguros, sin descuidar la posible participación en los múltiples proyectos de desarrollo industrial.

Conscientes de los múltiples peligros que supone la liberalización a ultranza de las actividades económicas, las autoridades contemplan la introducción de medidas destinadas a supervisar el buen hacer de las multinacionales que operan en suelo checo. Una tarea ésta sumamente difícil en un país en plena transición, empeñado a la vez en amoldarse a la normativa comunitaria y abrir las puertas al capital foráneo.

Ficha país

Nombre oficial: República Checa (Ceská Republika)
Sistema político: Democracia parlamentaria
Jefe de Estado: Václav Klaus
Primer Ministro: Vladimir Spidla
Capital: Praga
Superficie: 78.866 Km2
Población: 10.270.000 habitantes (2002)
Etnias: Mayoría checa, moravos 3,1%, eslovacos 3%, polacos 0,6%, húngaros 0,2%
Religión: Católicos 39%, evangélicos 2,5%, husitas 1,7%, sin confesión 39,9%
Idiomas: Checo (oficial)
Moneda: Corona checa (1€ = 33,17 Coronas)
Producto Interior Bruto (PIB): 77.355 millones de Euros. (2002)
Renta per cápita: 7.510 Euros (2002)
Inflación anual: 1,89% (2002)
Tasa de desempleo: 10,3% (2003)
Índice alfabetización adultos: 98,2% (2000)
Fuentes: ICEX, OID, The Economist, Banco Mundial
Elaboración: MDT-Palconsult

Adrián Mac Liman
Escritor, periodista
Miembro del Grupo de Estudios Mediterráneos de la Sorbona (París)
Agencia de Información Solidaria

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