Retos para el 2006
Feliz Año. Con este deseo comenzamos cada año y siempre es bueno iniciar algo con buenos anhelos, especialmente si nos vienen de otras personas. Es lo mismo lo que queremos para el país y por ello los retos de este año que recién comienza nos imponen importantes actividades, especialmente para quienes del lado de la oposición política aspiramos un verdadero y profundo cambio en la ejecución de las políticas públicas, despojadas de populismo y aberraciones neo autoritarias, que sabemos bien no conducen a nada positivo para ninguna nación, siendo claras las evidencias que ello lo comprueban, pero que resultan difíciles de hacer comprender a las grandes mayorías, especialmente si son beneficiarias de las dádivas gubernamentales.
Pues bien, este 2006 se presenta como otro año electoral, en el que, ahora sí, veremos cual es la “verdad de la milanesa”, como decimos en criollo. Los resultados de las elecciones parlamentarias dejan un saldo negativo para los partidarios del oficialismo. Sólo un 25 % de la población electoral salió a ejercer su derecho, aunque algunos nos dicen no llegó al 17 % y los mas radicales nos hablan de apenas un 12 %. Sea cual fuere la cifra, sobre 14 millones de electores, esto no supera los tres millones y medio de votantes, lo cual no permite explicar donde están los seis millones que votaron por el “no” en el revocatorio y mucho más difícil va a ser el como llegar a los diez millones de votos que aspira el teniente coronel.
Sin embargo, no podemos perder de vista que no es lo mismo elegir Diputados a la Asamblea Nacional que elegir un Presidente. No despierta el mismo entusiasmo ni moviliza igual a los electores, especialmente en un país donde el presidencialismo siempre se ha impuesto, y más ahora cuando quien ejerce el Ejecutivo que se detenta el control sobre todos los poderes del Estado. Por ello es necesario una oposición
unida, que con generosidad y desprendimiento apoye una candidatura única electa en unas primarias de la oposición, que cuente con el respaldo activo de todas las fuerzas políticas. Ya es una buena señal que organizaciones como Primero Justicia, acepten la propuesta de Copei de realizar estas primarias y de apoyar el candidato ganador. Sabemos que también hay un cierto consenso en las principales fuerzas de la oposición democrática. Así empezamos bien y podemos ir por buen camino.
Otro reto tiene que ver con el Consejo Nacional Electoral y la depuración del Registro Electoral, así como otras exigencias no cumplidas en cuanto a las garantías de imparcialidad e independencia. Sabemos que buena parte de la población no confía en el actual CNE, pero quien esto escribe no se hace demasiadas ilusiones con un nuevo árbitro electoral, cuando debe ser electo por una Asamblea teñida de rojo. Sin embargo las experiencias del pasado no demuestran como por ejemplo una “Mesa de Diálogo” impulsada por Cofavic y la Conferencia Episcopal, lograron que la Asamblea del año 2000, eligiera un CNE relativamente imparcial, aunque lamentablemente no fue el más idóneo. Hay muchos más retos pero el espacio no nos permite más desarrollo. Por lo pronto sabemos que con voluntad y firmeza, de que se puede se puede.
