Opinión Nacional

Robolución “miedática”

¿Cuánto tiempo más aguantará nuestro país el talante camorrero e irresponsable del presidente Hugo Chávez Frías? No hay peores “revolucionarios” que quienes se han hecho cómplices silenciosos de los abusos de poder, las arbitrariedades, la piratería y la corrupción del régimen chavista. El chantaje del atropello mediante la aplicación abusiva del poder político y económico, ya es insoportable.

Chávez tiene su público en Venezuela y en el exterior; y socios altamente beneficiados, en Venezuela y en el exterior, precisamente al calor del abuso de poder, la corrupción y la irresponsable improvisación en el ejercicio de la función pública.

Durante este “septenio perdido” –como lo acuñó el profesor Héctor Malavé Mata, en entrevista publicada en La Razón-, Venezuela y el mundo (fragmentariamente informado) han visto la díscola actuación de un Jefe de Estado electo popularmente (1998), reelegido en 2000 por el cambio constitucional de 1999, depuesto durante un sui géneris golpe de Estado (2002), acosado con un brutal e irresponsable paro petrolero y empresarial (2003-2004) y ratificado en un referendo revocatorio (2004). Su abolengo militar lo enmarca dentro del tradicional militarismo venezolano y latinoamericano, como lo acaba de demostrar desde el Patio de Honor del Ministerio de la Defensa, en Fuerte Tiuna, nuevamente vestido de traje militar verde oliva, con motivo de la recepción formal y pública de los primeros treinta mil fusiles de asalto rusos Kalashnikov AK-103.

ESQUIZOFRENIA PRESIDENCIAL
La esquizofrenia que gobierna al presidente Chávez es evidente, recurrente. No ha dejado de ser un oficial de tropa (llegó hasta el grado de teniente coronel, en el Ejército); además, no termina de asumir su única condición de dirigente político en una democracia civilista, surgida en Venezuela durante la lucha en contra de la dictadura del general torturador, asesino y ladrón Marcos Pérez Jiménez, quien tuvo que salir huyendo de la furia popular aquel memorable “23 de Enero de 1958”. Ni Chávez ni sus adulantes medradores quieren aceptar que nuestro actual Presidente de la República fracasó como militar golpista en 1992, y triunfó en 1998 como líder político validado por las fuerzas políticas y personalidades integrantes del “Polo Patriótico”, en sintonía con un amplio sentimiento popular de cambio social y político democrático, pluralista y libertario que, a fin de cuentas, pudimos canalizar en torno a su candidatura presidencial.

AUTORITARISMO PASADO DE MODA
El drama que el presidente Chávez ha volcado sobre nuestra sociedad –sin paz ni norte, desde 1999- lo acosa a él, de día y de noche. Su estado de paranoia lo lastima. El fracaso de su gestión gubernamental lo abruma, aunque contradictoriamente mantenga un nivel de aceptación popular importante, que sólo será desvelado definitivamente durante la cita electoral presidencial del venidero 3 de diciembre, haya o no, elecciones. Pero, ese relativo éxito individual está basado en la montaña de petrodólares que maneja discrecionalmente el gobierno: ¿dónde estuviéramos sin la catarata de millardos y millardos de bolívares que diariamente dispone Chávez para tapar huecos dejados en el camino por la incompetencia, el abuso de poder y la corrupción? Tanto el país como el gobierno estuvieran quebrados, y la popularidad del truculento gobernante estuviese en el subsótano.

Entonces, el autoritarismo se le hace indispensable, dentro de su egolátrico y autocrático gobierno, dentro de su partido MVR cuyo único dirigente es él mismo (los y las demás lo adoran y aplauden, para poder disfrutar las mieles del poder y medrar), y hacia el país. El autoritarismo, en esencia, se estructura en torno al miedo del entorno, de la sociedad o de los contrarios, en este caso con el aplauso de la burocracia saudita y voraz incrustada en los Poderes Públicos. El de Chávez es un régimen perfectamente “miedático”, basado maquiavélicamente en el miedo impuesto a través de la amenaza de la fuerza, el potencial o real castigo, lo que se traduce en una política de amedrentamiento permanente.

El talante militarista de Chávez es parte de la escena, enriquecida con el variopinto entorno autoritarista de izquierda, de derecha y militar, tres fuentes asociadas para el control del poder y la riqueza fácil que les ha llovido. No sólo le gusta mostrarse ridículamente poderoso sino que lo necesita y práctica, dentro de la Fuerza Armada Nacional y en contra de la sociedad venezolana. El culillo es libre, pero la cobardía no es distintivo del ser venezolano. Esto último es una variable terca en la mesa situacional del Presidente, pero creen sus conspicuos consejeros –entre quienes el militarismo ha sido reforzado- que es posible domeñarla con dinero y abuso de poder, miserablemente.

LA AMENAZA A LOS MEDIOS RADIOELÉCTRICOS

En ese contexto es que se produce la amenaza a los medios radioeléctricos, desde el principal cuartel militar venezolano. No fue sólo contra la televisión o específicamente en contra de Radio Caracas Televisión y Globovisión. Fue una descarga intimidatoria para todo el espectro comunicacional del país, en tiempo de elecciones presidenciales.

Por eso, he afirmado varias veces que el presidente Hugo Chávez Frías (aún con sus mensajes de “Socialismo del siglo XXI” y proclamas anti-imperialistas, en el plano de su ampulosa oralidad) encarna lo que pudiéramos llamar el “Gomecismo del siglo XXI”. O, si prefieren, no es más que expresión rocambolesca del “Neogomecismo”.

En todo caso, la descompuesta amenaza de “revisión” (en verdad, supresión) de las concesiones de servicios televisivos es inaceptable. No porque el Estado carezca de la indispensable autoridad regulatoria y de control sobre la explotación del espectro radioeléctrico sino porque el pronunciamiento presidencial apunta al sometimiento de la crítica, la expresión libre del pensamiento y el derecho a la información. Adicionalmente, muestra el abuso de poder como herramienta de gobierno, cuando de facturas políticas se trata.

Cada vez que lo veo en ese plan, me avergüenzo como venezolano y como humanista revolucionario, formado en los ideales del socialismo democrático y el anti-imperialismo libertario. Nos equivocamos en 1998, cuando imaginamos que su desempeño presidencial podía producirse en el marco civilista y transformador que procuramos, generación tras generación, quienes nos enfrentamos a la hipertrofia presidencialista en la conducción del Estado, al cohecho corruptor en y en torno a la función pública, y al estado de abandono e injusticia social que golpeaba a la mayoría de nuestros compatriotas.

El gobierno del presidente Chávez no está todo lo bien que dicen que está. El canibalismo interno, la codicia que están demostrando las esferas de la alta conducción del Estado y de la dirigencia alta y media de los partidos y grupos políticos (civiles y militares) que todavía lo respaldan, están reventando a un régimen que ha hecho agua en casi todas las esferas de desempeño político-administrativo.

En el fondo, ni los venezolanos ni las venezolanas le temen a un bocazas como Hugo Chávez Frías. Ni la lista de Tascón ni la Maisanta, ni las operaciones electorales viciadas para el control del proceso electoral presidencial podrán contra la voluntad mayoritaria de la población. No compartimos su visión monopartidista y autocrática en el ejercicio del poder: ¡Venezuela no es un cuartel!
Los disparates en su más reciente actuación internacional se suman al molino de la autodemolición de un régimen: CAN, Grupo de los Tres, México y Centroamérica han sido escenarios de derrota para Venezuela, lamentablemente a favor de las fuerzas pro imperialistas y explotadoras.

Por eso, Chávez desespera. “Si no hay viviendas no hay votos”, le repiten incluso sus crédulos apoyantes. La delincuencia atosiga a la población, la basura y el caos automotor y urbano asfixian, la falta de empleos dignos agobia a los desempleados y subempleados junto a sus desesperanzados grupos familiares. Entonces, la culpa es de la televisión (RCTV y Globovisión) o de tal o cual radioemisora; en general, para el gobierno y el perturbado Chávez, se trata de una conspiración imperialista y contra revolucionaria, es decir en contra de él, su gobierno y un régimen que en más de siete años no ha sabido llenar las expectativas. Claro, cuenta con una extendida malla de testaferros y otros beneficiarios del músculo económico petrolero que le hacen coro y justifican aberraciones y fracasos.

El régimen chavista está cada día más debilitado, aunque parezca lo contrario. Pero, se equivocan quienes aspiran a “ponerle la mano al coroto”, desde posiciones puntofijistas y oligárquicas. Ése es el tema.

EL CONFESIONARIO

CACERÍA DE BRUJAS EN EL BIV: “Al fin alguien se atrevió a informar sobre la situación de corrupción galopante que vivimos en el Banco Industrial de Venezuela. A raíz de tus denuncias arrancó una fuerte cacería de brujas dirigida por Luis Quiaro, buscando quién filtra la información a La Razón…

1.- Ya hace 2 meses, botó a varias secretarias de presidencia, al Consultor Jurídico, al Administrador, a un Vicepresidente de División del Área de Crédito, sacó de vacaciones obligadas al Vicepresidente de Contaduría (balances) y al Oficial de Cumplimiento (encargado de legitimación de capitales).

2.- En estos momentos, despidió a su antiguo aliado Teichman Salazar de la Vicepresidencia de Recursos Humanos y pidió la renuncia de todos los demás Vicepresidentes de Área… Está buscando chivo (o chino) expiatorio para tapar la corrupción e inoperancia de su gestión.

3.- Su asistente Miriam Ramírez, debido a un escándalo que se produjo en la sede del banco… asunto que llegó a oídos de Nelson Gerentes (Min-Finanzas), debió ser removida, sólo que Quiaro, para salvarla, la mandó de vacaciones y luego en comisión de servicios a
INAPYMI.

4.- En el Área de Administración tienen más de tres meses que no pagan a los proveedores, existe una alcabala que llega en casos hasta un 30 % de comisión por pago efectuado.

5.- En crédito, no sólo le aprueban a García Ponce, el mismo Quiaro se auto aprobó un crédito para una casa en el Marqués y otra en Paparo, otro de un apartamento para Miriam Ramírez, otro para Darío Vivas, (otro) para la gente del Hotel
Tamanaco, sin garantías, (otros para) Puerto de la Mar, en Margarita, Pinturas Flamuko (quebrada y vuelta a quebrar), etc., etc.

6.- Hay un chino-peruano (de verdad) de nombre Dick Fernando Avanto Ischivata, que junto a Quiaro, realizó una operación con notas estructuradas, la cual escondieron hasta que la SUDEBAN y el Auditor Externo la descubrieron y le ordenaron registrarla, lo que causó una perdida patrimonial de 31 mil millones de bolívares al BIV… lo del central de Barinas (“CAAEZ”) es un pequeño grano de azúcar con lo que Quiaro hace en el BIV. Saludos, hermano, le seguiremos informando, contamos con La Razón… duro contra la corrupción y los corruptos.”

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