Roscio: El Triunfo de la libertad sobre el Despotismo
Juan Germán Roscio hijo del Italiano José Cristóbal Roscio y de la “india” Paula María Nieves, nace (27/05/ 1763) en Tiznado, Estado Guárico (Venezuela).
Su vida de ‘héroe de a pié’ y su obra literaria fueron extraordinarias, especialmente en el ámbito jusfilosófico y político.
“El triunfo de la libertad sobre el despotismo”, escrita en la prisión de Ceuta (1813-15) y publicada en Filadelfia en 1817, demuestra su universalidad: “Juárez -señala el escritor mexicano H. Pérez Martínez- hace de este último libro el compañero fiel.
En los corrillos del Instituto gusta discutir ardientemente los temas del autor venezolano; la palabra libertad toma en sus labios una entonación grave, un sentido misterioso. Parece una invocación…”
Esta obra fue reeditada tres veces en México y una en Venezuela en 1953.
Desde el 19 de abril de 1810 pasando por el 5 de julio de 1811 (Corredactor con Francisco Inardi del Acta de Independencia) y Angostura en 1819, su inteligencia prodigiosa y su magnifica pluma son básicas en la arquitectura jurídico-fundamental del proceso de independencia y consolidación de la República.
El 5 de julio su voz rompe el nudo gordiano que debía ser cortado: “El Contrato con Fernando VII fue anulado por falta de rey”.
La citada obra constituye un desarrollo filosófico-político-jurídico contra la concepción teocrática del Derecho Divino de los Reyes. Ideología denunciada por Bolívar en su Manifiesto de Cartagena (15-XII-1812), como uno de los factores causantes de la caída de la I República y uno de los obstáculos a la lucha independentista: “El partido clerical – escribe Bolívar – es siempre adicto a su apoyo y compañero, el despotismo”.
Es esta obra una nueva y original lectura político-revolucionaria, desde una perspectiva católico-liberadora de la Biblia, considerada por la ideología teocrática como legitimadora del absolutismo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay, por Dios han sido establecidas” (Ro. 13:1)
Buscaba el pensador y académico Roscio con esta obra universal, desarmar al Absolutismo Monárquico de una herramienta político-teológica, ideológicamente empleada en su favor.
El 10 de marzo de 1821 muere biológicamente a consecuencia de una fiebre maligna en la Villa del Rosario de Cúcuta, cuando se prestaba una vez más a servir a la Patria.
Su libro es sin duda alguna, el primer aporte venezolano en el campo iusfilosófico y político.
La Teología Latinoamericana Católica de la Liberación tiene en Roscio uno de sus primeros y más profundos pensadores. Lutero, al eliminar la intermediación hermenéutica en la lectura bíblica, contribuyó en el ámbito filosófico-político protestante a un fácil cuestionamiento del absolutismo. Roscio, en cambio, lo hace manteniéndose fiel al catolicismo.
Bolívar y Andes Bello reconocerán la obra inmortal de este gran venezolano.
El Primero indica: “Roscio es un Catón prematuro en una república que no hay ni leyes ni costumbres romanas”
Bello, por su parte, labra con la palabra hecha verso la estatura inmortal del pensador patrio:”Ni menos estimada la de Roscio /Será en la más remota edad futura. / Sabio legislador le vio el senado; / El pueblo, incorruptible magistrado, / Honesto ciudadano, amante esposo, / Amigo fiel, y de las prendas todas / Que honran la humanidad, cabal dechado / Entre las olas de civil borrasca, / el alma supo mantener serena; /Con rostro igual, vio la sonrisa aleve / De la fortuna, y arrastró cadena; /Y cuando del baldón la copa amarga / El canario soez pérfidamente / Le hizo agotar, la dignidad modesta / De la virtud no abandonó su frente. / Si de aquel ramo que Gradivo empapa / De sangre y llanto, está su sien desnuda, /¿Cuál otro honor habrá que no le cuadre?/ De la naciente libertad, no solo / Fue defensor, sino maestro y padre”.
