Opinión Nacional

Rutinas y sobresaltos

Cuando daba los toques finales a un artículo a propósito de los riesgos del sobredimensionamiento otorgado por el presidente Chávez a la ya preocupante presencia de la flota rusa en aguas venezolanas; sobresaltos mayores acapararon la atención pública incluyendo la mía; se trataba ahora del soez trato del presidente Chávez al pueblo norteamericano acompañado con la irresponsable expulsión de su embajador; además del anuncio del revés de un nuevo intento de golpe de Estado y de magnicidio de inspiración pitiyanki; sin olvidar escándalos mayores como los del juicio del maletín y la acusación del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos al hasta ayer ministro Rodríguez Chacín, y jefes de la DIM y la DISIP de entregar armas y fondos a las FARC.

De todas las noticias, la de la virtual ruptura con USA fue la que produjo mayor y justificada angustia por múltiples y justificadas razones: económicas, políticas, familiares y hasta de recreación. Pasada la alarma inicial, reinó la indiferencia y la incredulidad, reacción comprensible en una ciudadanía acostumbrada a que el presidente desate su ira verbal contra el mandatario que se le antoje, colocando al borde del abismo las relaciones bilatelares, para retroceder al poco tiempo de su travesura con o sin explicaciones.

La indiferencia no escapó a las filas del chavismo. Las imágenes televisivas del acto efectuado en el Fuerte Tiuna de respaldo al jefe supremo de la revolución, mostraron una patética concentración en la que los destemplados y desgarradores llamados de los oradores a sacrificar la vida si fuera necesario, no lograron entusiasmar al exiguo público; bofetada a las ilusas esperanzas oficialistas que olvidan que una revolución sustentada en el clientelismo no puede aspirar a sacrificios o inmolaciones.

Verdad por cierto extrapolable a los socios internacionales, tanto los del alma como los recién comprados, que se han hecho los locos ante este nuevo desatino de su benefactor, seguramente calculando que si bien la chequera petrolera es de entrega inmediata a cambio de unas declaraciones de respaldo, y a veces de la dignidad, su poseedor es más frágil y pasajero que el gigante del Norte, cuya amistad no se puede sacrificar por una debilidad transitoria de la cual podría recuperarse.

Una de las indiferencias mas graves es la de las instituciones de la región, en especial la de la OEA, cuyo lugar ante la crisis boliviana decidió ocupar la naciente UNASUR en una importante declaración a favor de la paz y la No Intervención, pero eso sí, obviando la injerencia tanto real como verbal que con desfachatez expuso el presidente Hugo Chávez, seguro de su impunidad.

P.D. Hago votos porque este artículo sea publicado sin perder vigencia por nuevos sobresaltos.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba