Opinión Nacional

Saldremos de Chávez en 2012

“Se equivocan quienes creen que pueden ponernos a pelear, para romper el frente unitario que ha producido el milagro de convocar a los venezolanos, mayoritariamente a derrotar las pretensiones dictatoriales de Chávez. No pierdan el tiempo con nosotros, porque no vamos a pelear. No hago negocios ni tratos políticos con malandros”

Henry Ramos Allup

Después de ser electo como diputado al Parlamento Latinoamericano, Henry Ramos Allup cumplió con una promesa de campaña y vino a Miami, y sostuvimos una conversación sobre temas de candente interés para todos los venezolanos.

 Quiso referirse al programa que cumplirán los cinco electos en las listas de la unidad democrática y lamentó que no fueran 6, por la insensatez de quienes lanzaron candidaturas separadas, a sabiendas de que no iban a ser electos, pero impedirían la elección de alguno de los que formaban la lista de la MUD.

En cuanto a sus planes, han trazado ya un programa de actividades conjuntas que refuerza los nexos unitarios. Tratarán de representar al pueblo venezolano que rechaza mayoritariamente al socialismo del siglo XXI y a sus mandatarios, al mismo tiempo que darán voz a aquellos, como los cubanos, que tienen diputados que no han sido electos por el pueblo, sino designados a dedo por un dictador fosilizado.

Comenzó por negar que sea una desventaja que la oposición no tenga un líder, pues lo que buscamos no es sustituir a un Chávez con otro, sino un liderazgo colectivo, democrático y responsable. Llegado el momento nos pondremos de acuerdo para escoger al venezolano que va a suceder a Chávez y en cuyas manos estará la reconstrucción del país.

 En cuanto a los rumores divulgados por alguna publicación, insistió en que “hay personas que practican el palangrismo, que cobran al gobierno por difundir calumnias o falsas noticias, no podemos hacerle caso a quienes son verdaderas cloacas abiertas, que se dedican a difundir mentiras. Sin embargo esas personas, perfectamente identificadas, no pondrán piedras en los rieles de un tren que avanza hacia una victoria total, que es la que necesita el pueblo venezolano”-señaló.

¿Qué posición tiene Acción Democrática respecto al retorno de Venezuela al reino de la política después de muchos años de campaña mediática que ha demonizado a los partidos políticos y a sus dirigentes?

-Hemos analizado este resultado no como una simple transferencia de votos entre candidaturas o posiciones alternativas, sino como algo más profundo. Para nadie es desconocido el hecho de que un magnífico comunicador, como lo es el presidente actual, durante años ha venido tratando de vender la idea de que su proyecto es viable. Este proyecto, de realizarse implicaría un retroceso hacia situaciones que fueron superados en los últimos cuarenta años de democracia, sobre todo la regresión de la armonía, de la descentralización, de la democratización y de la participación. Pero ese sueño ha terminado, la gente se ha dado cuenta de que después de 11 años de gobierno de Chávez, y de haber dispuesto de más de 990 mil millones de dólares de ingresos, Venezuela, en términos de producción, empleo y servicios públicos se encuentra completamente colapsada, pero, adicionalmente, el proceso ha traído más enfrentamiento y un déficit generalizado. Uno de los objetivos centrales del gobierno era la destrucción de todas las instituciones intermedias, partidos políticos, universidades, sindicatos en nombre de una tal democracia directa que no existe, sino que es el ardid preferido por todos los dictadores para eliminar las estructuras sociales intermedias y quedar como única fuente de poder. Se ha producido una concentración brutal del poder en manos de Chávez. Un país así es casi imposible que no reviente, porque no hay discrepancias, no existe equilibrio de poderes, hay una visión unilateral y estática de lo que debe ser un país. El resultado de todo esto es que la gente ha despertado y se ha dado cuenta de que debe regresar al proceso político que crea la democracia y donde se multiplican las oportunidades.

Después de haber sido amenazada, hace doce años, con que iban a freír las cabezas de los adecos, en estas elecciones Acción Democrática aparece con una voluminosa votación . ¿A qué atribuye usted este resultado?

-Yo diría que, o sobraron cabezas o faltó manteca. En realidad ha sido el resultado de un trabajo muy directo. Nos hemos dado a la tarea de visitar todo el país, municipio por municipio, hablando a la gente con un lenguaje muy directo, a sabiendas de que eso creaba ciertos riesgos, porque si bien algunos lo aceptan, otros reaccionan con pavor o piensan que estás atentando contra su tranquilidad, porque la gente prefiere vivir engañada y que no le presenten una imagen veraz de lo que está ocurriendo. Por otra parte, como se dice en la religión, es necesario hacer una confesión de los pecados, contrición de corazón y propósito de enmienda. Reconocimos nuestros errores y al hacerlo nos damos cuenta de que no podemos volver a cometerlos y, además, los dirigentes que estamos en los puestos de comando no habíamos desempeñado funciones de gobierno. Algunos de nosotros ocupábamos cargos de dirección política interna del partido o fuimos parlamentarios, pero no fuimos ministros, presidentes o altos funcionarios del gobierno. Ello nos permitió realizar este trabajo sin denostar del pasado, porque allí hubo cosas extraordinarias, no hablemos de las obras materiales, que fueron muchas y muy importantes, sino de algo menos tangible, la descentralización y la armonización, que son la esencia del sistema democrático. Una de las lecciones valiosas es que ningún partido, por grande que sea su caudal numérico, puede pretender la hegemonía política, pues hemos aprendido cuál es el valor de la unidad, en el logro de los objetivos de la democracia. Es necesario convivir en la diversidad, podemos actuar cada uno dentro de su ideología, pero conviviendo armónicamente.

El desarrollo venezolano, sin duda, está vinculado al Plan de Barranquilla, suscrito en 1932, que planteó un proyecto de país que fue aceptado, con matices, por todos los grupos políticos de entonces. En este momento, la crisis venezolana es aún más grave que la que existía en aquella época ¿qué se está haciendo para adoptar un proyecto de país que pueda ser consensuado por los diversos partidos y agrupaciones que concurren en este esfuerzo unitario?

-Es muy interesante que hayas utilizado el Plan de Barranquilla, porque la mayor parte de la gente se refiere al Pacto de Punto Fijo, pero éste es solamente un programa de gobernabilidad, fundamentalmente operativo, mientras que el documento del 32 era un proyecto de país. Debemos recordar que durante el esfuerzo representado por la Coordinadora Democrática, un grupo multidisciplinario muy capacitado, bajo la dirección de Diego Bautista Urbaneja, preparó un proyecto de país que contó con gran apoyo en su momento, sin embargo, el fracaso del esfuerzo revocatorio hizo que este trabajo cayera en el olvido, mientras los diversos actores tomaban otros caminos y se dedicaban a acciones en direcciones distintas. Creo que en este momento, para preparar el camino unitario que estamos obligados a recorrer hasta culminar con las elecciones de 2012, es oportuno para retomar y completar aquel valioso esfuerzo. Por supuesto, este proceso es más complejo porque tiene que partir de la reconstrucción. El país exige y requiere la reconstrucción de sus instituciones, comenzando por la autonomía de los poderes y su equilibrio, que se ha perdido en lo que un diputado español, del PSOE, llamó, en un informe presentado a la Internacional Socialista, en una de sus reuniones más recientes, “una democracia de un solo poder”. Es necesario recuperar la Constitución aprobada en 1999 que ha sido destrozada por Chávez, quien ha desmontado casi todos los mecanismos que establecen la separación y equilibrio de los poderes, las facultades y esferas de competencia de los estados. Pero aparte de estas acciones obvias, hay que señalar dos áreas que requieren una acción urgente: la primera es la política exterior, porque estamos alternando entre ser la Venezuela peligrosa y la Venezuela cómica. El otro aspecto, quizás el más importante, es la recuperación de la armonía, porque Chávez ha logrado sacarle a cada venezolano, lo peor que tenía por dentro y ha hecho desaparecer la armonía y el sentido de solidaridad nacional, sin los cuales no es posible avanzar en el sentido en el que queremos desarrollar al país. No podemos permitir que los venezolanos piensen o en la agresión o en la venganza.

Has mencionado una palabra fundamental, que es la venganza. ¿Crees tú posible que un país pueda subsistir si sus ciudadanos se dedican a hacer sus listas de individuos de los cuales desean o necesitan vengarse?

-Es necesario distinguir entre los conceptos de venganza y de justicia. No es concebible un país en el cual los ciudadanos se dediquen a perseguir a sus esbirros y asesinos, no podemos concebir una venganza personalizada de cada individuo, pero si es indispensable encontrar los mecanismos y seleccionar las personas que enjuicien a todos los que son responsables de la comisión de delitos. Hay mucha gente que ha sido injustamente perseguida, perjudicada, despojada y hasta asesinada. Yo me pregunto, por ejemplo, ¿qué se puede hacer con la familia de Franklin Brito? Y cómo se puede compensar a aquellos miles de venezolanos que han sido despojados de un patrimonio que se vino creando a lo largo de generaciones y ahora ha sido destruido por los grupos de facinerosos a quienes el gobierno utiliza como brigadas de choque para agredir, ofender y robar a cualquier persona que disienta, real o ficticiamente. ¿Qué hacer con los despedidos de PDVSA, o los expulsados de la Cancillería? Para evitar la venganza, que sembrará más odios y desacuerdos e impedirá el ambiente de armonía nacional que necesitamos para reconstruir nuestro país y construir para él una estructura sólida y perdurable, es indispensable que establezcamos un estado de justicia.

Uno de los aspectos que deben incluirse en ese panorama de armonía nacional y de justicia, es el de los cientos de miles de venezolanos que se han visto obligados a abandonar su país. Aunque vivamos fuera del país, somos venezolanos, sentimos y sufrimos como venezolanos. Por eso nos preguntamos ¿Qué se está haciendo para atender las necesidades reales de las colectividades de residentes en el exterior?

-En principio hay que entender que un considerable número de venezolanos se han visto obligados a buscar horizontes fuera de su patria, porque en ella se los han negado. Algunos han debido huir de persecuciones, agresiones o inculpaciones forjadas, otros han tratado de encontrar trabajo y oportunidades en otras tierras. Para empezar, mi opinión es que estos son personas venezolanas con angustias y carencias similares a las de los que decidieron quedarse. No creo que deban establecerse diferencias odiosas. Los venezolanos que viven en el exterior tienen las mismas angustias y el mismo deseo de colaborar en la ingente labor de reconstrucción y rediseño de nuestro país, están ansiosos de iniciar las tareas y de cooperar, aportando valiosas experiencias que han acumulado durante sus años de vida en el exterior.

Ha llamado la atención el altísimo nivel de participación del pueblo venezolano en las recientes elecciones parlamentarias. Al mismo tiempo, los comentarios en el exterior se refieren a la injusticia de las leyes electorales, en cuanto a la distribución de los diputados. A este respecto, ¿qué piensa AD y su Secretario General, en cuanto a las características de esta ley y lo que puede hacerse para modificarla favorablemente?

-No hay duda de que la gente estaba consciente de las restricciones establecidas por una ley claramente anticonstitucional, porque vulnera el principio de la representación proporcional, y fue a votar porque sabía que tenía que expresar su opinión, aunque su voto, en definitiva pesara menos que el emitido a favor del gobierno. Yo no tengo ninguna duda de que el único sistema electoral justo es aquel que establece una relación clara entre el número de sufragios y el número de parlamentarios. Ya en oportunidad anterior, cuando se creó el sistema de “las morochas”, introdujimos una demanda por ante el Tribunal Supremo, porque considerábamos que dicho mecanismo vulneraba el principio constitucional de la representación proporcional. También debemos recordar que durante un tiempo, diversos factores de la sociedad civil clamaron por el “voto por nombre y apellido”, quizás como resultado de la malsana prédica contra los partidos y la forma de seleccionar sus candidatos, mucha gente llegó a pensar que este sistema mayoritario simple era el más justo y conveniente, sin darse cuenta de que este sistema produce resultados altamente injustos, puesto que si un partido pierde por un voto no obtiene ninguna representación. La ley actual consagra una violación del principio constitucional, al crear circuitos e inclinar la balanza en un 70% a favor de la representación uninominal y sólo 30% a la proporcional o de lista, con el añadido de que se diseñaron los circuitos a la medida de las conveniencias del gobierno. No tengo ninguna duda de que es necesario encontrar una combinación justa, que otorgue a la representación proporcional la primacía que le otorga la Constitución. Incluso, deberíamos retornar al cociente electoral nacional, para dar representación a los grupos políticos de acuerdo con el total de su votación nacional, comparado con el número de representantes electos.

Para concluir, ¿qué debemos hacer los venezolanos para garantizar el logro de una estructura política que nos conduzca a la recuperación del país que estamos perdiendo?

-Nosotros, los políticos y los partidos a los que representamos, no podemos pedirle a los ciudadanos que ellos mismos produzcan el resultado, ellos esperan que los partidos y sus dirigentes les presenten una propuesta viable. Ellos nos exigen que nos organicemos bien, que respetemos la democracia interna de las diversas organizaciones, que continuemos respetando la aplicación de un programa unitario, que nos ha dado excelentes resultados. Si, por el contrario, somos incapaces de producir un programa unitario, de introducir reglas armónicas y justas para que la gente que vaya a ocupar cargos de representación democrática sean escogidos mediante procesos justos y transparentes. Lo prioritario es mantener y reforzar la unidad, porque nos ha dado importantes triunfos, pero no nos podemos llamar a engaño, la unidad todavía es frágil, tiene enemigos, y contra ella se forjan acechanzas. Tenemos que darnos cuenta de que la unidad es la que nos llevará al triunfo y de que casi de inmediato vienen las elecciones de gobernadores para Guárico y Amazonas, las elecciones de varios alcaldes en ciudades como Maracaibo y que en ellas vamos a poner a prueba nuestra voluntad unitaria.

En el 2011 habrá elecciones de concejos municipales y en 2012 será la mega elección, en la que deberemos derrotar el afán continuista de Chávez y elegir a nuevos gobernadores, alcaldes y consejos legislativos. Tenemos encima la mirada de nuestra gente y la atención del mundo y no nos podemos equivocar, estamos obligados a reforzar y blindar la voluntad unitaria y a evitar caer en provocaciones, lanzadas por personas que obedecen al régimen o son pagados para difundir calumnias. Hay que identificar a los amigos y a los enemigos y saber cómo responder a las preocupaciones legítimas de nuestra gente y a las maniobras arteras de nuestros enemigos, aunque se disfracen de mansos corderitos.         

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