Opinión Nacional

Sea la paz

Lo contrario a la paz, en donde todos respiran, es la guerra donde muchos mueren. De paz verdadera disfrutaban Adán y Eva en el Paraíso hasta que apareció aquella alimaña llamada serpiente y les metió dudas en sus mentes y veneno en sus corazones. La pareja no conocía otra cosa que no fuera la paz, por lo que nunca se imaginaron que por andar creyendo en las falsas promesas del reptil (“no morirás”) y desobedecer las instrucciones de su creador (“de cierto morirás”) en cuanto a que no comieran del fruto prohibido ya que los haría directamente responsables de todos sus actos y entrarían en un conflicto permanente contra su propia naturaleza originalmente eterna. Pero la culebra o diablo ya tenía un expediente de trasgresión acumulado en su contra por haberse rebelado contra el mismo creador, razón por la cual fue expulsado de Su presencia en aquel período que se presume era el de los grandes reptiles como el dinosaurio. El reptil no conforme con arrastrarse y revolcarse sola en su propia amargura, se aprovechó de la inocencia de la primera pareja para cometer su fechoría. La serpiente logró engañarlos al principio, lo cual significa que tuvo éxito relativo, ya que si bien es cierto que con su vil acción les hizo perder el encanto de la vida, no es menos cierto que el diablo siguió hundiéndose cada vez más en el fango de las llamas del infierno que les está reservada a él y a sus ángeles quienes por ahora habitan en la oscuridad de las tinieblas.

Se especula que el diablo, nombre que se ganó después de rebelarse contra Dios, originalmente se le llamaba Luzbel o ángel bello. Luzbel fue el regente del mundo, más no del universo, antes de la creación del hombre que conforme a la cronología bíblica fue formado aproximadamente 6 o 7 mil años hasta hoy. Por siglos y milenios el diablo ha intentado robarle la paz a la máxima obra o corona de la creación de Dios que es el hombre. De hecho, Dios crea al hombre a Su propia imagen (calidad) y semejanza (cualidad). Se piensa que la arrogancia y presunción de Luzbel fue lo que lo condujo a rebelarse contra su creador, arrastrando consigo al 25% de los ángeles del cielo que se supone fueron los mismo que Dios le había asignado cuando fue regente. Se piensa también que el diablo conserva los atributos especiales que le fueron dados cuando fue creado, pero que carece de la omnipresencia, razón por lo que quizás se entera a través de sus ángeles que Dios en su omnisciencia estaba planeando en Cristo (¿Gabriel?) la redención del hombre al que crearía pero que igual Dios sabía que iría a flaquear y caer. Lo que Luzbel nunca se imaginó fue que con su astucia y mal uso de su poder iba a ser el causante de la caída del hombre y se convertiría en diablo. Desde entonces al diablo también se le conoce como el padre de la mentira; quien amargado vive escupiendo e inyectando veneno a cuantas almas sin Dios logra embaucar. Quienes en él confían, serán burlados y se llevarán una irreversible sorpresa si no desisten a tiempo de su error. “Errar es de humanos; pero, persistir en el error, es diabólico.

El diablo tuvo el atrevimiento de instigar al propio Jesús cuando le mostró el esplendor de los reinos de la tierra que él controla desde los aires cuando los gobernantes y los gobernados no invocan a Dios para que los libere de esas cadenas de opresión. El diablo le ofreció al Mesías gran parte el poderío romano a cambio de que le adorase. Qué tal? Pero Jesús le respondió con la Palabra: “Apártate de mí, Satanás (diablo), porque escrito está: “Solo al Señor tu Dios adorarás y a El solo servirás”. Jesús en Mat 4:10 cita Deut 6 verso 14. Los versos 15 y 16 complementan la respuesta dada por Jesús: “No andarás creyendo en dioses ajenos; de los dioses [y reyes] de los pueblos que están en vuestros contornos, porque Jehová tu Dios que es celoso, en medio de ti está…”.

Haga usted otro tanto, “ya que la lucha no es contra persona alguna en particular, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo (tiempo), contra huestes espirituales de maldad en las regiones (periferias) celestes”. Resista al diablo y verá cómo huye de su presencia con la misma apariencia que adoptó para seducirle. El diablo es capaz de disfrazarse de ángel de luz a pesar de que su nombre es sinónimo de oscuridad. Te adula primero para después maldecirte, y, hace magia en lugar de milagros. Resístelo con las palabras de Dios expresadas en la Biblia que es la mayor y mejor defensa. “Aunque un ángel del cielo” (no de Dios) “bajare a pregonar un evangelio (cosas nuevas y buenas) diferente”, dígale NO. Los ángeles de Dios cuando son enviados es para confirmar lo dicho por Sus profetas, pero no para confundir. Cristo vino al mundo en cumplimiento de las profecías antiguas. Ponte la armadura de hierro para que puedas resistir las asechanzas del diablo. Sin vacilar has defensa de la verdad. Ponte una armadura de Dios para que defiendas la justicia con equidad. Siempre dispuesto a negociar la paz. Que tus creencias sean tu escudo de armas para que detengas los ataques de quienes propenden al mal. Vigila tu fe evocando la gloria de la salvación y sus promesas eternas. Que el poder de la Palabra sea tu espada desenvainada en tu mano derecha. Reconoce a Dios a tiempo y fuera de tiempo; en la paz y en la guerra. Cultiva el don de la intercesión hasta por tus enemigos a fin de que no se apague tu amor por el prójimo.

“La paz os dejo, Mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la ofrece. No se turbe vuestro corazón ni tengas miedo”, ya que el Reino de los cielos está entre nosotros. Somos ciudadanos del cielo y embajadores del Reino aquí en la tierra.

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