Opinión Nacional

Smartmatic y el espionaje cibernético yanqui

En la edición del pasado 15 de enero de 2014, el New York Times publicó un artículo en primera pagina titulado «La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estableció autopista de radio entre computadoras.» La NSA es la agencia norteamericana encargada de desarrollar y dirigir los sistemas de inteligencia electrónica, incluyendo a la CIA, el FBI y la inteligencia militar.

Al leerlo me di cuenta que la NSA había inventado la formula del agua tibia. La genialidad de los gringos había sido concebida previamente por la STASI, la policía secreta de la Republica Federal Alemana, antes del desplome soviético. Técnicos de la STASI habían estado trabajando en esta idea por una década. El propósito era el desarrollo de sistemas de espionaje y control cibernético de redes computadoras para controlar y espiar a la población. Además del espionaje, una de las áreas de interés era la electoral. La intención era establecer un sistema de comicios en los cuales los comunistas siempre ganaban.

La disolución de la URSS impidió a los alemanes orientales concluir esta tarea, dejando a un grupo de técnicos muy calificados sin trabajo. Al quedar huérfano el proyecto a comienzos de los años noventa, los EEUU importaron algunos de esos técnicos para trabajar en un proyecto secreto de la CIA.

En esa época el G2 que tenía conexiones estrechas con la STASI. Por esta via Castro se enteró de esa tecnología alemana. El dictador cubano dedujo que esos sistemas de espionaje y control podrían ser útiles para el proyecto de socialismo electoral perpetuo que manejaba con Lula basado en la cartilla del Foro de Sao Paulo. Ese sistema le permitiría controlar resultados electorales permitiendo establecer eternamente el feudo que ansiaba en la America Hispana. Esta idea hegemónica fue explicada en detalle en mi primer libro «El imperio de Fidel».

Cuando en 1990 el techo del glasnost y la Perestroika se desplomaron aplastando al imperio rojo, Castro en medio de la debacle y prácticamente arruinado tuvo la presencia de ánimo para importar a Cuba algunos de los técnicos de la Stasi. De manera independiente los americanos hicieron otro tanto a través de la CIA.

Castro no es experto en automatización ni cibernética tampoco es tonto. Al llegar los alemanes organizó un equipo de investigación y desarrollo integrado por ellos y algunos especialistas cubanos. Al frente del proyecto nombró al ex jefe del G2 Ramiro Valdez. A este proyecto supersecreto lo bautizo como Plan Futuro.

Para encubrir este grupo de investigadores creó la Universidad de las Ciencias Informáticas de la Habana y nombró como vicerrector de la Universidad a Jose Lavandero García la principal autoridad en informática de la isla.

El concepto no era nuevo. Estas técnicas habían sido empleadas por la aviación militar en sistemas IFF (Identificación friend or foe) desde la Segunda Guerra Mundial. Estos sistemas permiten la interrogación automática entre aeronaves para identificarse en vuelo y determinar si son amigas o enemigas. Esa aplicación de viejas técnicas de telecomunicaciones denominada «transponder» fue actualizada por los alemanes orientales con tecnología digital y cibernética de punta. Los americanos estaban interesados en usar esa tecnología para hacer espionaje. El G2 estaba interesado en el espionaje. Fidel extrañamente era atraído por el potencial electoral de ese sistema.

Para entonces Fidel desarrollaba con Lula la idea de una revolución socialista elegida a perpetuidad, mediante elecciones controladas a través de computadoras. Esta es una idea central en la cartilla del Foro de Sao Paulo. Fidel además sabía a través de Ali Rodríguez Araque de la existencia de una conspiración militar en Venezuela dirigida por Chávez. Luego del triunfo de la logia se podrían convocar a elecciones utilizando el sistema de voto electrónico para perpetuar la revolución.

El sistema de espionaje de la NSA que describe el New York Times, es la misma plataforma tecnológica que utilizan los Castro para controlar nuestras elecciones. A las computadoras de la red a ser espiada o controlada se le conectan en forma oculta trasponders modernos. Mediante los trasponders se establece comunicación de doble vía con una repetidora cercana que a su vez a través de satélites se comunica con un computador central maestro.

En nuestro caso la red esta integrada por computadores vendidos por Smarmatic pero «envenenados» en La Habana. Esos computadores son maquinas esclavas del computador maestro localizado en la Universidad de Ciencias Informáticas en la Habana. La data es enviada a Cuba a través de canales especiales de CANTV y luego enrutada vía satélite y cable submarino a Cuba. Por esta puerta secreta se controlan las computadoras esclavas y se manipula la información sin que los usuarios se den cuenta. Desde la Habana los manipuladores secretos siembran y borran programas que permiten manipular la data. Por eso estamos como estamos y será imposible ganar una elección presidencial mientras usemos el sistema vendido por SMARTMATIC.

 

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