Opinión Nacional

Sobre los últimos anuncios en materia de economía

Es muy temprano para emitir un diagnóstico sobre las últimas medidas económicas anunciadas por el Ejecutivo. Sin embargo, para que sean exitosas deberán combatir el principal elemento de distorsión de nuestra economía, que no es otro que el insaciable afán de ciertos grupos económicos de adquirir divisas extranjeras utilizando para ello el expediente de una especulación que les posibilita el excedente de liquidez necesario para esa conversión.

Pero en lo que si tengo discrepancia es sobre el monto máximo asignado a las operaciones de compras por Internet.

Lo digo porque, tal como está planteado el esquema, se le otorga el monopolio (y el manejo a voluntad de los precios) a empresas comercializadoras de bienes como las tabletas, celulares, computadoras, la mayoría de los repuestos de automóviles, el costo anual de algunas medicinas vitales para ciertos tratamientos, electrodomésticos, etc. cuyos precios son superiores a los 300 $.

El Presidente Maduro en su informe anual a la Asamblea Nacional destacó que la asignación de dólares oficiales estaba concentrada en muy pocas empresas.

Para romper el inmenso poder que las mismas tienen sobre el país, y que los venezolanos estamos sintiendo en la actual huelga de importadores, es necesario desmonopolizar el mercado, y a mí se me ocurre que no hay mejor manera que la de permitir que los venezolanos puedan adquirir por Internet a precios razonables, productos que de otra forma, hoy les sería imposibles.

En mi caso, por ejemplo, aprovechando un viaje al exterior a principios de año pasado compré una computadora «All in one» de marca en 700$ a 4,30 Bs, con pantalla de 21 pulgadas, memoria de 6 GB y disco de 1 TB entre otras cosas, que a esa fecha se vendía localmente en cerca de 35.000 Bs. Es decir, el pasaje, la estadía y la computadora resultaron más baratos que si se hubiese comprado localmente.

Una medida de esta naturaleza impondría una competencia tal que obligaría a racionalizar los precios a los comerciantes. Esto no es muy difícil de entender. O sí?

Además, para el Estado no habría diferencia alguna, porque si a ver vamos, da lo mismo que los dólares se les otorguen a mafiosos como Daca que a particulares.

Al respecto, el Ministro Fleming en una rueda de prensa explicó que no era necesario aumentar a más de 300$ para compras por Internet ya que con la nueva Ley de Precios Justos los precios de los bienes importados serían similares a los del resto del mundo.

Ojalá sea así, pero pienso que es mejor aplicar el dicho popular de “seguro mató a confianza”, aumentando el cupo de Internet y rebajarlo cuando esa condición “más óptima” (sic) se dé, si es que en definitiva se da.

EL GVA

Por otra parte, no sé si entendí bien la Ley de Precios Justos, pero me parece que es una especia de GVA (Ganancia sobre el Valor Agregado) ya que, como lo señala el portal Aporrea: “establece una máxima de 30% para cada actor de la cadena de comercialización, y en ningún caso, el margen de ganancia de cada actor de la cadena de comercialización excederá de treinta (30) puntos porcentuales de la estructura de costos del bien o servicio”.

Al igual que en el IVA, el porcentaje de ganancia en definitiva lo paga el consumidor final, y cuanto más sean los eslabones mayor será el castigo. El importador, el mayorista, el distribuidor y el comerciante, por poner un ejemplo y cada uno hasta el 30%! Saque usted la cuenta. Sin contar los eslabones ficticios que puedan “inventar” los diferentes actores para incrementar sus ganancias.

No sé si ese máximo del 30% es sobre el capital invertido (un impuesto sobre la renta, como debe ser) sobre el precio de venta final o sobre el diferencial.

En este asunto me inclino más por una agresiva política impositiva, con una liquidación de corta duración por la inflación, ya sea mensual o bimestral, lo cual veo que puede ser de un manejo más efectivo y eficiente de la ganancia.

OTRO SI

Pero lo que si encontraría correcto es si de verdad se controla el manejo de las divisas.

Hay que recordar lo que ocurrió en la Unión Soviética. El Departamento de Estado llegó a la conclusión que para que su derrumbe fuese exitoso y se instalara el capitalismo, era necesario crear una clase burguesa constituida por magnates que pudiesen adquirir las empresas del Estado cuando estas se privatizaran o que fundaran sus propias empresas.

Eso lo consiguió con la manipulación de las divisas en un mercado controlado, en el que el cambio oficial era de un dólar por un rublo, en tanto que en el mercado negro el cambio era de 28 rublos por dólar.

Así, un funcionario que adquiría un dólar por un rublo, lo vendía en el mercado negro en 28 rublos. Al paso siguiente con esos 28 rublos adquiría 28 dólares y los vendía por 784 rublos. Y así sucesivamente, algo parecido al cuento que Malba Tahan (Júlio César de Mello e Souza) detalló en su obra el Hombre que Calculaba. Si quiere llevar una sorpresa, saque la cuenta, por ejemplo, en sólo diez ciclos.

De esa forma se fabricaron inmensas fortunas.

Un peligro así se pudo haber presentado en Venezuela, con un dólar oficial a 6,30 y uno paralelo que llegó a cotizarse el año pasado en 10 y hasta 15 veces su valor, manipulado, obviamente, por un Departamento de Estado que de esa forma buscaba matar dos pájaros de un tiro: exponenciaba la inflación y abrir las agallas de funcionarios potencialmente corruptos, que serían los perfectos cómplices en una implosión desde adentro del proceso.

Este peligro no se puede perder nunca de vista ya que puede significar la derrota del proceso.

UNA RESPUESTA

A algunos lectores que en respuesta a mi anterior correo me señalaron que el principal problema de la delincuencia en Venezuela no era la legislación sino la falta de una acción policial, si bien en parte tienen razón, les transcribo a continuación una noticia aparecida en el diario Ultimas Noticias el paso 23 de enero en donde se evidencia el daño que ciertas leyes y procedimientos le hacen a la sociedad:

“El grupo que plagió al niño Donato Belilacqua, quien cumplió 14 años en cautiverio, era liderado por Jonathan Guerrero (detenido) quien ESTÁ BAJO RÉGIMEN DE PRESENTACION POR ROBO DE AUTO Y HOMICIDIO” (Mayúsculas mías)

Ante esa situación no hay policía que valga. Y me pregunto, cuántos delincuentes acusados de homicidio estarán asesinando gente disfrutando de la libertad obtenida “bajo régimen de presentación”?

 

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