Sobre quitarle Internet a los niños
Hace pocos días La Comisión de Familia, Mujer y Juventud de la Asamblea Nacional aprobó el proyecto de ley PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN SALAS DE USO DE INTERNET, VIDEOJUEGOS Y OTROS MULTIMEDIAS que será llevado próximamente a discusión en la plenaria del Parlamento. Este documento, publicado en la página web de la Asamblea Nacional, es una muestra más de la invasión atroz por parte del Estado de la vida de los ciudadanos. Invasión que se traduce, en este caso, en el intento de control de lo más íntimo de la vida familiar.
El proyecto de ley, adornado con las conocidas manifestaciones proclamando la necesaria protección de los niños, pretende, pasando por encima de los padres de éstos, reglamentar lo que pueden ver y hacer los menores y hasta qué vestimenta pueden usar. Se le atribuye al Estado, una vez más, el cuidado de los niños, cosa que es derecho único de la familia.
Lo más grave será, en definitiva, el precedente sentado por leyes de este estilo. Que unos pocos niños pequeños no puedan usar Internet en cyber-cafés, y los efectos negativos que esto pueda traer para ellos (tendrán entonces un contacto tardío con esta maravillosa tecnología); y que los dueños de estos negocios sean convertidos en gendarmes como los dueños de los bares, no será lo más lamentable. El Estado no se quedará en estas restricciones. Con argumentos grandilocuentes, más adelante se pretenderá tanto restringir el acceso a Internet al resto de la sociedad como seguir en un implacable acoso contra la familia y contra los más preciados derechos individuales.
Cómo es posible que, en un país donde vagan por las calles innumerables niños abandonados, la Asamblea Nacional ocupe su tiempo en una ley sobre lo que pueden o no ver niños mucho más afortunados. Lo mismo opino sobre la reciente aprobación de la modificación de los símbolos patrios. ¡Qué ociosidad!
