Socialismo del Siglo XXI: Reparto de la Miseria
En Venezuela hemos visto aflorar por doquier adeptos al oficialismo, quienes intentan a todo trance y previo recibo de las coimas respectivas, vendernos el adefesio militarista llamado Socialismo del Siglo XXI. Este bodrio sincrético que emula los sistemas militaristas populista como el peronista en Argentina y el velazquista en el Perú, aderezado con retórica fidelista y bolivariana.
Hoy por hoy es evidente que detrás del esperpento “socialista” lo que subyace es el afán expoliador de esta insaciable logia militarista en el poder, que a diario esquilma las arcas nacionales, porque como utopía las llamadas “revoluciones socialista” nunca han existido ni existirán. Es bien conocido que los experimentos como los sucedidos en la Unión Soviética y China no eran más que proyectos desarrollista que querían, mediante la instauración de nuevas “Relaciones de Producción”, desarrollar las Fuerzas Productivas. Sin embargo, terminaron dándose cuenta que las Relaciones de producción Socialistas impedían las fuerzas productivas, razón por la cual colapsó el sistema. En Cuba por su parte lo que ha existido es “un modo de producción asiático”, donde reside una corte faraónica encarnada por los Castro, rodeada de un pueblo relegado a subsistir en niveles de pobreza y en condiciones de siervos o esclavos. Los “pensadores” chavistas en sus peroratas revolucionarias, obvian el pequeño detalle de la llamada Acumulación Originaria descrita por Marx en el primer tomo del “Capital”, sin la cual no se pueden hacer revoluciones socialistas. En Venezuela aparte de la cada vez más exigua renta petrolera, no existe la tan necesaria Acumulación Originaria para ser repartida.
Este sucinto análisis hace propicio el momento para hacer un llamado al país nacional para: desechar ese absurdo proyecto chavista; retomar la sindéresis y la racionalidad; desplazar a los incompetentes que ocupan cargos en las distintas instancias del poder; hacer un viraje total que nos permita atraer la inversión privada y extranjera; rescatar lo que sea rescatable de la infraestructura y del parque industrial nacional; efectuar los ajustes macroeconómicos necesarios e intentar retomar en el menor tiempo posible la senda del progreso y el desarrollo.
Vistos la desastrosa situación en que se encuentran las industrias básicas, empresas del Estado y PDVSA, diríamos Parafraseando a Sir Winston Churchill que: si no se toman acciones expeditas que de alguna manera inhabiliten al locuaz e inculto reyezuelo que desgobierna la tierra de Bolívar, éste socialismo bufo sólo repartirá, miseria y el despojo de nuestra desvencijada patria.
