¿También Usted, Arévalo Méndez?
La mesa de “diálogo” — como insisten en descalificarla los voceros de Hugo Chávez, desde Chaderton hasta la Sra. Pocaterra — tendrá de qué hablar cuando se reinicie mañana, si es que el humor del presidente lo permite.
Los temas no son baladíes: entre otros, la tan cacareada “soberanía”, aparentemente pisoteada por Estados Unidos, España y Colombia. Vuelven a resonar en el ámbito nacional las bravatas del Cabito. Y para quienes dudaban de que su versión neo secular no tendría los apéndices que, a pesar de sus bravuconadas, sí tenía Cipriano Castro, ya asoma sus sucias garras el sucedáneo.
Dos potentes bombas que han estremecido y destrozado — ¡qué casualidad! — los consulados de España y Colombia han detonado hace unas horas, esta misma madrugada. Y cuando ante un hecho tan horrendo y de tal magnitud, el vicecanciller deja deslizar la sibilina frasecita de que “ya venimos hablando de terrorismo, desde el paro petrolero”, uno no puede menos que asombrarse. Anche tu, Arévalo? Él, que no es diplomático de oficio sino militar, — lo que tales declaraciones ponen más que de manifiesto — muestra la misma catadura de su patrón y quisiera ver la mano de la gente del petróleo, es decir de la oposición, en el horror de esta madrugada. Olvida que el terrorismo ya se asomó en Llaguno, en Plaza Altamira, en la Torre Británica y en La Campiña. Y viene controlada por otra franquicia, de la que también él es beneficiario.
Dios los cría y el diablo los junta. Un digno segundón de Roy Chaderton.
