Opinión Nacional

Títere, ilegítimo e infiltrado

Los políticos de oposición pueden esperar 14 años más, porque son empleados públicos (alcaldes y gobernadores). Nosotros, los que padecemos sin paraguas la tragedia que nos ha echado encima el gobierno títere de Cuba, no podemos esperar más. Exigimos acción en forma de oposición de calle.

Cuba nos instaló su títere el 08-12-2012. Tiene, pues, seis meses usurpando el cargo, con reconocimiento internacional. La MUD y su candidato ya no cuentan. Se los acaban de decir el presidente de México, después del Perú, de la audiencia del Papa Francisco y de la gira europea. Es comprensible, porque antes de que ellos hablaran la MUD se había rendido. Lo hizo cuando aceptó complacida la invitación para la piñata de cargos públicos (elecciones municipales) con la cual El Títere celebrará su primer año en el poder (08-12-2013). La MUD se prepara entusiasmada para la fiesta cumpleañera.

No contemos con la MUD para salir de la tiranía comunista. Nos toca a nosotros, como sociedad civil, actuar en consecuencia. ¿Cómo actúa la sociedad civil? Haciendo oposición de calle. Para saberla hacer hay que comenzar por determinar los flancos del jefe del enemigo para ir creando las condiciones subjetivas.

Es, ante todo, un títere de Cuba, puesto por Cuba para continuar su dominio sobre Venezuela y explotar su riqueza petrolera. En doscientos años de historia republicana sólo ha habido aquí dos gobernantes títeres: el difunto y su heredero. Al difunto lo eligió el pueblo y fue después de electo que traicionó a su patria. El heredero fue escogido por la monarquía comunista cubana. Entonces la liberación nacional es la tarea fundamental, apelando al patriotismo. ¿Que está adormecido el sentimiento patriótico? No es verdad. Sólo está desorientado por la prédica del difunto, que lo dirigió contra Estados Unidos y no contra Cuba, país ocupante. Tuvo éxito porque no hubo oposición con la prédica contraria. Nos toca hacer que el patriotismo funcione contra Cuba hasta provocar la ruptura.

Es un gobernante ilegítimo. Primero fue puesto por una interpretación acomodaticia de la Constitución inventada para complacer a la monarquía comunista cubana. Y luego se “robó las elecciones”, según opinión general fundada en hechos ciertos e indubitables, denunciados ahora por observadores internacionales. Su ilegitimidad no tiene cura. Lo acompañará, como estigma, por los siglos de los siglos. ¿Motiva la ilegitimidad una reacción popular? Desde luego, si se la provoca. En una crisis económico-social la ilegitimidad es factor decisivo.

Es un infiltrado. Hasta ahora no ha podido probar que es venezolano por nacimiento. Esconde la partida o acta que lo prueba. Sus acompañantes se contradicen: que nació en El Valle, que fue en Catia, que en Valle Abajo, que en Táchira. No aparecen el partero, ni la clínica, ni los testigos. Es lo cierto que su madre es colombiana. Se presume que su padre también lo sea. En consecuencia, al nacer adquirió la nacionalidad colombiana por filiación (jus sanguinis). Su cédula venezolana no dice que lo sea por nacimiento. Ni que haya renunciado a la doble nacionalidad. En resumen, existe en contra suya, por los indicios, la presunción de haber nacido en Colombia y tener la doble nacionalidad, luego de adquirida la nacionalidad venezolana, en el supuesto de que lo haya hecho legalmente. Esta presunción nos conduce a considerarlo un infiltrado (el que ha penetrado subrepticiamente en país extranjero para tomar posiciones claves). ¿Quién lo infiltró? La monarquía comunista cubana, que lo adoctrinó y adiestró a fines de los 80. ¿Quiénes eran sus compañeros entonces? Jóvenes comunistas colombianos, por los cuales lo hemos sabido. ¿Quiénes le ayudan a ocultar la infiltración? Está por verse. No descartamos que sea el gobierno colombiano, porque le beneficia tener a un connacional como Comandante en Jefe de la FAN. Pero en verdad conviene más a las FARC, que ahora tendría de Comandante en Jefe de la FAN a un compañero comunista colombiano. Es el premio gordo de la lotería jamás soñado, lo que explicaría que hayan subido la apuesta en las conversaciones de paz. Tienen el as en la mano. ¿Es este un flanco por donde atacarlo? Desde luego, el mayor. El que esconda su partida de nacimiento que, según opinión predominante entre colombianos, prueba haber nacido en Cúcuta, es su mayor debilidad, porque la nacionalidad colombiana y/o la doble nacionalidad provocarían su destitución inmediata.

Atacar al jefe enemigo por sus flancos más débiles: traición, fraude y engaño, oponiéndole los valores: SOBERANÍA, CONSTITUCIÓN Y VERDAD, para crear las condiciones subjetivas de la reacción popular.

 

 

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