Opinión Nacional

Un análisis descarnado de la propuesta presidencial

Debo agradecerles por la cantidad de correos enviados sobre el tema de los cambios que ha expresado el presidente de la República en su programa de TV. Lo qué podría ser unas modificaciones en la Constitución en torno a la reelección infinita, o continua, a la presidencia y la negación de esta para las otras autoridades de elección popular.

Es mi criterio como columnista e investigador del tema sólo podríamos entender estas supuestas modificaciones, que ha expresado Chávez, bajo el teorema de “Poder y autoridad”, ya que por si mismo es un tema muy contradictorio que va desde la necesidad política… al vivismo criollo.

Hay unas series de teorías en torno al tema de los fenómenos del Poder, que son parte de la comprobación de la realidad inmediata, como suele ser la existencia de relaciones de mando-obediencia entre los seres humanos; Esto en la patología del Poder en Venezuela se explica o se puede explicar como el fenómeno en torno a la “reelección para uno y la no reelección para las mayoría”; particularmente lo he llamado de “acierto y negación”.

Esta actitud de la democracia personal y el bien individual no se da en Venezuela tan sólo en un nivel exclusivamente estatal, mas bien es una actitud histórica del comportamiento de los hombres que administran el Poder en nuestra nación, y que se reproducen con similares connotaciones en el seno mismo de la sociedad, teniendo una tradición en la Venezuela rural, como son en el plano civil el comportamiento de los hacendados y en lo político como el caudillismo de origen militar y, desde luego, dentro de las múltiples asociaciones que suelen darse en esta sociedad contemporánea enmarcada por la globalidad.

Estas supuestas modificaciones que ha expresado el presidente se pueden enmarca en una relación bilateral del poder, cuya característica son:
1.- El aspecto biológico, cargadas en connotaciones vinculadas la tradición y la fuerza física. 2.- Coactivo, aunque no sustancialmente coercitivo, ya que suele bien así acudirse habitualmente y en primera instancia a múltiples medios, que no implican necesariamente el recurso efectivo de lo justo, más bien de unos intereses particulares. 3.- Psicológico, en la medida en que el que manda prefiere buscar siempre la aceptación del que obedece, operando fundamentalmente por intermedio de sistemas de creencias.

Sabemos que en el mundo la mayoría de los países transitaron por el modelo de reelección infinita y que a la larga un número de ellos prefirió suprimirla, por que se dieron cuenta que era la verdadera maquina de demolición de nuevos liderazgos; caso concreto EEUU y el presidente Franklin Delano Roosevelt, siendo el único elegido cuatro veces consecutivas.

Hay unas especiales connotaciones de la atribución de la titularidad del poder supremo en los que manejan históricamente el estado en Venezuela. Intentado enmarcarla en ciertas tendencias determinadas, que serían innatas en el hombre. Siendo los tres incentivos fundamentales que dominarían su vida en sociedad y regirían la totalidad de sus relaciones, serían, según esta doctrina, el amor, la fe y el poder; que, de una manera también enigmática, estarían unidos y entrelazados.

Se ha dicho tradicionalmente que “el poder de la fe mueve montañas”, y que “el poder del amor es el vencedor de todas las batallas”; pero será para los administradores del Estado en Venezuela quienes posen un amor al poder y una fe en el poder, ambos por ellos mismos.

La historia política en nuestra nación han demostrado cómo el amor y la fe han contribuido a la felicidad de los hombres y mujeres, y como el poder contribuyo a la mas terrible miseria de nuestro pueblo.

Hay un elemento común en el amor, la fe y el poder: y es que podemos sentirlas, experimentarlas, así como apreciar su efecto sobre sí mismo y su medio ambiente; pero a lo que no llega es a conocerse su interna realidad y la intención de fondo del que dice poseerla y adminístrala.

Los grandes pensadores han querido comprender el amor, la fe y el poder de los gobernantes en Venezuela desde Bolívar a Chávez, queriendo constatar y valorar sus manifestaciones, sus efectos y sus resultados siendo estos históricamente el gran estrago emocional, social, económico y hasta cultural de nuestra nación.

Un ejemplo es que cuando se habla en Venezuela de soberanía esta no se puede demostrarse científicamente, ya que la soberanía si viene de Dios o no venga de él; ni tampoco que procede del pueblo o que no proceda de el; todas las teorías de la soberanía son construcciones del espíritu tendientes a justificar lógicamente la obediencia al Poder, y el que posea el Poder la interpretara siempre como le de la gana.

De ahí que podremos decir que la cuestión de la importancia de una reelección infinita para el presidente, perdón continua, y la negación para el resto de elecciones populares, su veracidad o de su falsedad no se plantea en el terreno de los hechos, o de la observación objetiva, sino en el terreno de las creencias y de la fe, en el terreno metafísico propiamente dicho del presidente, ya que sus argumentos para mi punto de vista son exigiendo Él un acto de fe de que Él es la causa y el efecto del poder, y no el pueblo que lo eligió a Él; y posee ese mismo derecho de elegir y reelegir al que el pueblo le de la gana por los mismos periodos que establezca la justicia y la reciprocidad democrática.

Pidiendo concluir con todo el respeto al presidente que la reelección indefinida para Él no es un acto democrático ni revolucionario, cuando se le niega a sus conciudadanos el mismo derecho; de ahí el debate cuando se introduzca en la AN deberá ser plural democrático y justo para la nación y no tan sólo para el líder del PSUV.

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