Opinión Nacional

Una respuesta al señor Enrique Pereira

 Yo les he pedido un poco de decoro a los camaradas. Hay que esperar el juicio de la Historia, esa que demora más allá de nuestras vidas en reconocernos pero que suele tardar muy poco en olvidarnos.

A los muchachos que se habían acostado en la calle pidiendo información sobre Chávez (léase “termínate de morir de una vez, Hugo”), les decía que cuidado con lo que deseaban, porque se les iba a cumplir, lo cual ocurrió. Salvo mis ex–alumnos de la UCAB y el movimiento estudiantil del 2007, ninguno de los lúcidos líderes de la oposición pudo derrotar a Chávez: 16 a 1, como dijo Maduro en algún momento. No es una victoria de la oposición sobre Hugo que él haya muerto: es una ley de vida, un momento ante el cual todos nos veremos, el señor Pereira, Emilio Figueredo y este modesto servidor.

Si yo fuera ustedes, estaría recomponiendo un discurso, una propuesta de país, para enfrentar la avalancha de sentimiento que Chávez le dejó como herencia al candidato Maduro. Ese paquete neoliberal oculto en el programa de gobierno de Capriles y deconstruido por sociólogo Romain Migus fue el knock out fulminante que terminó de desinflar la candidatura de la MUD. Pero Capriles no lo hizo mal, sacó seis millones y medio de votos, y luego derrotó a Jaua en Miranda. Allá ustedes si Ledezma y Aveledo andan atorados tratando de soplarle el bistec a Capriles. Háganle caso a Teodoro, que es un malandro viejo, y no se pongan a inventar: luego del entierro de Chávez, designen a Capriles candidato por consenso y unanimidad, para que se ponga en campaña inmediatamente. Si yo fuera Capriles, me haría el tonto y le dejaría ese bacalao a Ledezma o a Aveledo, porque la paliza pudiera ser bochornosa. Luego –si Maduro no lo hace bien- vendría con todo pidiendo un revocatorio dentro de 4 años. Pero es problema de ustedes: la ventaba histórica de Chávez sobre ustedes no era el precio del petróleo en 100 dólares, sino que la oposición se ha vuelto verdaderamente idiota, en el sentido griego del término “volcada sobre sí misma.”

Ustedes decían que si Chávez se moría, lo iban a mantener embalsamado para que Maduro gobernara al menos un año. No se puede ocultar la muerte de alguien tan importante, no estamos en los tiempos de Gómez. Y Maduro no es tonto: gobernar mediante el ocultamiento de la muerte de Chávez no es lo mismo que gobernar luego de ganar las elecciones presidenciales con una amplia ventaja.

Ahora: les pedíamos que esperaran a que Chávez se muriera antes de declararlo muerto –cosa del más palmario sentido común, que es lo que ustedes a cada rato pierden por el odio que los carcome- y que cuando eso ocurriera, el gobierno anunciaría el deceso. Lo cual ocurrió.

Ahora les pedimos que esperen a que el muerto repose en su tumba, para que el CNE se pronuncie sobre un cronograma de elecciones presidenciales. No tengan miedo: no creo que las vayan a programar para dentro de un mes. No tendrían ustedes tiempo de montar en sus caballos, como Juan Charrasqueado. Tampoco es que van a esperar seis meses hasta que ustedes digan “Tamos listos, muchachos.” A ver si se van poniendo seriecitos ahora que Chávez se fue.

En cuanto a Maduro y Diosdado: ¿no le parece que quien tiene que pronunciarse al respecto es la AN –el Poder Legislativo- y no un Ministro de la Defensa comprensiblemente exaltado, es decir, un representante el Poder Ejecutivo? ¿No le parece a usted que debería esperar digamos al martes a que sus propios diputados, incluidos María Corina y Ricardo Sánchez, defiendan ese interés suyo tan patriótico de que se respete la Constitución, ante el ente responsable de declarar la ausencia absoluta y seguir el protocolo constitucional?

A mí en el Metro ya me dan los asientos azules, camarada. Estas canas no vienen solas, vienen con cansancio y algo de experiencia. Y esa experiencia me sugiere que siguen ustedes desquiciados.

¿No ha pensado usted lo temible que puede ser ese dueto Diosdado Presidente encargado y Maduro candidato? Vuelvo a recordarle lo que le dije a los chamos en Chacao: cuidado con lo que pides, porque se te puede cumplir.

Ocúpese de lo esencial, y deje de andar buscando figuración mediática a punta de gritos desaforados, porque tal vez la logre, pero no le va a servir de mucho porque nadie se lo va a tomar en serio. Prudencia, trabajo, propuestas, honestidad, como dijo ayer mismo el editor de esta querida revista Venezuela Analítica, el señor Emilio Figueredo.

Saludos cordiales

Asesor de la presidencia de VTV

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