Una tragedia tras otra
“Niño de siete años murió atrapado en la línea de fuego”. La voz seca y átona de César Miguel Rondón a las 6:30 de la mañana nos despierta el lunes con la (%=Link(«http://www.eluniversal.com/2010/05/24/sucgc_art_nino-de-siete-anos-m_1906933.shtml»,»noticia de El Universal «)%)
que retrata una tragedia que, aunque poco repetida, ya ni sorprende ni moviliza en un país y una sociedad que lentamente, como si de un proceso de osmosis se tratara, se hace cada vez más inmune y resistente a los titulares de la página roja, a pesar de convivir en primera persona la más terrible de las calamidades: la de saber si uno llega ileso a su casa.
Al día siguiente, la inseguridad no cesa ni descansa, pero migra hacia otro sector pues (%=Link(«http://analitica.com/va/sintesis/nacionales/2121769.asp»,»han hecho presos a los directores de Econoinvest«)%)
, una casa de bolsa de tradición que aparte de sus operaciones regulares, autorizadas por el Gobierno, dedica parte de sus recursos a financiar y promover la cultura del país.
El martes por la noche llego a la casa y un vecino me cuenta que por la madrugada robaron un automóvil del estacionamiento, que tiene reja y vigilante. Que los delincuentes actuaron con astucia y tranquilidad, que hicieron no sé qué “manualidad” -incomprensible a mi entendimiento- en el motor que acciona la reja y la dejaron “flojita”. Que una vecina insomne del piso 2 se asomó por la ventana y vio la puerta abierta de par en par, le avisó a su nieta, quien sin despegar los párpados y con un hilo de voz carrasposa le contestó: “Abuela, deje quieto que eso es que alguien salió”, y se echó de nuevo la sábana encima.
El miércoles mientras espero que los alumnos entreguen su práctica de periodismo (si, hay algunos locos que contra todo pronóstico todavía lo estudian y creen en el periodismo), repaso masoquista los titulares de la prensa: “(%=Link(«http://caracas.eluniversal.com/2010/05/26/sucgc_art_murio-un-policaracas_1914212.shtml»,»Murió un policaracas tras ser atacado a golpes para robarlo«)%)
“, ”(%=Link(«http://caracas.eluniversal.com/2010/05/26/suc_ava_asesinan-a-mototaxis_26A3908133.shtml»,»Asesinan a taxista delante de la novia en los Flores de Catia«)%)“. Recuerdo el caso de la adolescente que hace una semana mataron unos delincuentes que querían robarle su blackberry, uno igualito al que usa ufano el presidente Chávez, del que se queja porque no le marca las tildes (en realidad no sabe manipular el aparato) en las palabras acentuadas y lo malpone ante la comunidad de seguidores de (%=Link(«http://twitter.com/»,»Twitter«)%). !Qué problema tan grave!
¿Cuántos candidatos de la oposición están si quiera hablando de este tema, por no decir haciendo planteamientos serios sobre su mitigación o eventual reducción? ¿Cuántos han hecho reuniones con vecinos, policías, juntas parroquiales para buscar juntos salidas efectivas y realizables? ¿Cuántos ya tienen un proyecto de ley para el desarme real?
Ni hablar de los candidatos del PSUV quienes, infectados irremediablemente con una vacuna ideológica (más fascista que marxista, por cierto) sólo atisban a ver delincuentes y delincuencia en todos aquellos que disientan de la doctrina y las órdenes del comandante. Basta recordar a Gabriela Ramírez, quien dice abogar por los derechos del pueblo, y para quien la inseguridad es una sensación, expresión algo melindrosa y absolutamente irreal para un país que figura entre los más inseguros del continente.
Cosas de esta revolución, ¿no? Hermán Sifontes, presidente de Econoinvest, preso en la Disip y con cargos fiscales, y Valentín Santana, cabecilla del grupo paramilitar armado La Piedrita, libre así como los cientos de asesinos sueltos que siembran el temor en las calles de todas las ciudades del país.
