Opinión Nacional

Venezuela: caen ventas

En su momento, la constitución del mecanismo de compensación de pagos del Alba, denominado Sucre, dio lugar a grandes expectativas. Venezuela fue gestora del mecanismo como instrumento para traer más de cerca a sus países aliados en particular Cuba y Ecuador y a microestados caribeños dependientes.

Venezuela es gran importadora de todo excepto petróleo. Es fácil vender a Venezuela pero difícil cobrar, puesto que los importadores venezolanos entregan sus bolívares al Cadivi para que este les pague en dólares a los exportadores, y el Cadivi asigna los dólares tarde, mal y nunca.

Con el Sucre, son los bancos centrales de los países miembros quienes pagan a sus exportadores en moneda nacional y demandan dólares del Cadivi. Dentro del Alba, la economía nacional es la más avanzada después de Venezuela y la más exportadora. Con el Sucre, el Ecuador sustituyó en el mercado venezolano a Colombia y otros suministradores tradicionales.

Las exportaciones no petroleras a Venezuela pasaron de USD 475 millones en 2007 a USD 862 millones en 2012, un aumento de USD 400 millones. Venezuela fue el mayor éxito en la ampliación de mercados, el beneficio del alineamiento político con Hugo Chávez.

En 2012, los principales rubros de exportación a Venezuela fueron atún con USD 180 millones y vehículos USD 203 millones.

Pero hubo muchas exportaciones simuladas: personajes venezolanos vinculados a funcionarios de ese país que declaraban exportaciones desde Ecuador de productos de alta tecnología, y por valores elevados. Les fue muy bien hasta que el SRI denunció que los pseudoexportadores no pagaban impuestos, la Súper de Compañías determinó que las direcciones eran falsas y los funcionarios prestanombres, la Súper de Bancos indagó sobre el lavado del dinero mal habido.

El costo para los exportadores ecuatorianos legítimos fue el establecimiento de muy engorrosos procedimientos para exportar a Venezuela.

En parte por lo anterior, pero sobre todo por el descalabro del manejo económico en Venezuela, en 2013 las exportaciones no petroleras a Venezuela colapsaron a un monto menor al que tuvieron antes que se adopte el sucre. Se perdió USD 400 millones en ventas de las que USD 169 millones en automóviles y USD 56 millones en atún. También cayeron las importaciones Y el superávit se redujo en USD 343 millones.

He aquí el problema cuando se fundamenta un comercio en base a acuerdos políticos. El repentino cierre del mercado venezolano causa un devastador golpe a la industria automotriz, que se expandió ante la expectativa de ventas a ese mercado.

Para el sector atunero, era un consuelo ante la pérdida de las preferencias estadounidenses para el atún empacado al vacío y el peligro de la pérdida del mercado europeo, si es que no se llega a un acuerdo comercial.

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