Opinión Nacional

Venezuela en ruinas

En su libro Causas de las Crisis Económicas, Ludwig von Mises señala que la expansión del crédito no puede aumentar la oferta de bienes reales. Lo que hace es distorsionar la estructura de la producción y de los precios relativos generando una acelerada inflación. Cuando ocurre un boom no se genera prosperidad real, sino ilusoria.

Debemos distinguir entre el ciclo y las fluctuaciones normales de los negocios. Éstas se generan porque vivimos en un mundo cambiante donde los empresarios tratan de pronosticar y anticipar cambios que nunca podrán acertar con exactitud. Ello da lugar a ciclos de expansión y contracción, donde unos aciertan y otros fracasan.

Cuando se genera una verdadera crisis es consecuencia de la intervención estatal a través de sus políticas públicas que interfieren en el desenvolvimiento regular de los negocios. Una de las más perversas es la expansión monetaria sin respaldo de las reservas internacionales y la reducción de las tasas de interés por debajo de las que determina el mercado.

En Venezuela, en los últimos siete años la expansión gigantesca de liquidez, su falta de respaldo por parte de las reservas internacionales en 70% y las tasas negativas, en promedio 10%, han generado: 1) En 2004/2007 una falsa prosperidad con un crecimiento promedio del PIB de 11,63%; y en 2009/2010 una profunda recesión económica. 2) La tasa de desempleo es manipulada abiertamente; la cifra más representativa es la sumatoria del 9% de la tasa de desempleo, 50% de la masa laboral en la economía informal y los inactivos, excluyendo a los estudiantes, esto alcanza 41% del total de la población, o sea, 11.765.308 habitantes subempleados o desempleados: ¿qué más pobreza que esta? 3) Una inflación oficial acumulada de 283%, que es el impuesto más perverso sobre la población, y que seguirá aumentando aceleradamente por la falta de respaldo de la liquidez y por las medidas de más impuestos que acaba de anunciar el Presidente. 4) El monto de las reservas internacionales no permite sostener el tipo de cambio oficial sino uno que resulta cercano a Bs 10 por dólar.

Esta cadena de expansión monetaria, inflación crónica y reservas internacionales insuficientes para sostener el tipo de cambio, genera un círculo vicioso que conduce ineluctablemente a sucesivas devaluaciones y a una inflación galopante.

A esta grave situación, se suman continuos choques adversos. Unos procedentes de otras políticas gubernamentales: controles de precios, de cambios, nacionalización de empresas, confiscación de tierras productivas, invasiones, exceso de regulaciones, elevados impuestos y, cada vez más, falta de seguridad jurídica.

Todo ello desincentiva la producción, tal como lo refleja la caída brutal de las inversiones, del PIB y la escasez de productos, estimula la corrupción y destruye la moral del país. Otros choques, no controlables, han sido las lluvias excesivas que acabaron con sembradíos y dejaron en evidencia que la tan ponderada disminución de la pobreza es un verdadero mito, pues los más afectados han sido los sectores de menores recursos, con el descalabro de sus ranchos o casas mal construidas por el Gobierno, amén de que éste, en su afán populista, hace promesas que no cumple y deja al descubierto el fracaso de su revolución.

A lo que el Gobierno le pone la mano lo destruye y genera el caos. Enfrentamos un entorno realmente anárquico, que sumado a la crisis económica, al elevado desempleo y al discurso de lucha de clases, induce al odio, la inseguridad, la criminalidad, el secuestro.

Para solucionar la crisis el Presidente dijo no contar ni con un bolívar para tender a más de 130.000 personas sin vivienda. No es cierto. Su problema no es la falta de recursos sino de planificación. Sólo durante 2010 por ingresos petroleros, según el BCV, recibirá más de $60.000 millones, sin cuantificar ingresos obtenidos en el pasado que fueron destinados a otros países y a alimentar la corrupción. Esa es la excusa para que los irresponsables de la Asamblea aprobaran una Ley Habilitante para que se ejecute un paquete económico basado en el incremento y número de impuestos, que es lo que no debe hacerse en un proceso de recesión e inflación.

El aumento del IVA empobrecerá aún más la ya deshecha población; el impuesto a las transacciones financieras debilitará aún más al ya maltrecho sector financiero; las continuas expropiaciones ahogarán aún más al aparato productivo. Todo lo cual nos conducirá a la ruina.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba