Opinión Nacional

Venezuela, petróleo y engaños

(%=Image(5978559,»L»)%)Caracas (AIPE)- El gobierno de Hugo Chávez está librando una guerra de palabras con la prensa nacional e internacional por los señalamientos que indican que la producción de crudo de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) está colapsando. Informes dignos de crédito explican que desde 1998 PDVSA ha perdido 1,7 millones de barriles diarios de su capacidad de producción neta de crudo y que actualmente produce apenas 1,4 millones de b/d. La gravedad de la situación la tapan los precios altos y también la producción de más de 1 millón de b/d de compañías petroleras extranjeras que operan bajo contratos y las asociaciones estratégicas de la Faja Petrolífera del Orinoco.

El gobierno venezolano asegura que los señalamientos de desplome de la capacidad de PDVSA son mentiras y puras distorsiones inventadas por los medios informativos. Chávez también afirma que las dificultades que ha experimentado recientemente PDVSA son producto de sabotaje por parte de la CIA. El ministro de Energía y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, insiste que todo está en orden en la petrolera estatal, de la que depende Venezuela para su estabilidad social, económica y política. Sin embargo, Ramírez sigue postergando su comparecencia en la Asamblea Nacional para ser interpelado sobre asuntos de PDVSA y últimamente evita ruedas de prensa donde le harían preguntas difíciles.

Los venezolanos que siguen los acontecimientos están conscientes de las dificultades de PDVSA y de sus implicaciones para el futuro. La reciente oleada de datos que están apareciendo en los medios de comunicación pinta un panorama petrolero sumamente grave. Pero las personas que leen la prensa, pertenecientes principalmente a las clases media y alta, representan hoy apenas 20% de la población venezolana. El 80% restante, que constituyen lo que Chávez llama el “pueblo soberano”, no parece estar al tanto de lo que ocurre con la principal fuente de divisas e ingresos fiscales del país. Más bien creen aún en las explicaciones de Chávez, cuando éste asevera que los problemas de PDVSA son invenciones de los medios de comunicación o causados por saboteadores de la CIA.

La indiferencia de los segmentos populares hacia la cada vez más grave crisis interna de PDVSA y la incompetencia gerencial de la empresa le da a Chávez una ventaja estratégica importante en el plazo inmediato. Mientras Venezuela siga recibiendo ingresos petroleros y Chávez continúe gastándolos tan irresponsablemente, las clases marginales seguirán respaldando la “revolución bolivariana”.

El presidente y sus compinches revolucionarios saben que la lealtad a la revolución se basa en la entrega permanente de dádivas a los pobres. Eso explica, en parte, la determinación del gobierno de tomar el control de las reservas internacionales del Banco Central. También explica por qué Chávez está exprimiendo fiscalmente a las empresas petroleras extranjeras y por qué los funcionarios del impuesto están auditando al sector privado con tanto celo. También explica por qué Chávez amenazó hace pocos días con romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos si el activista anticastrista cubano-venezolano, Luis Posada Carriles, no es extraditado a Venezuela de inmediato. Al arremeter constantemente contra los EEUU y al sembrar la alarma en los mercados internacionales con amenazas de suspender las exportaciones de crudo venezolano a ese país y cortar las relaciones diplomáticas con Washington, Chávez más que nada trata de mantener alto el precio del petróleo.

Chávez tiene actualmente mucho dinero disponible para gastar: más de US$19.000 millones en reservas líquidas y alrededor de US$27.000 millones en reservas internacionales totales. Además de pechar excesivamente a las petroleras extranjeras y al sector privado no petrolero, Chávez también controla la maquinita oficial de imprimir billetes. Puede imprimir todos los bolívares que quiera para continuar costeando sus misiones. Sin embargo, Chávez seguirá gastando porque el gasto y la galopante corrupción son el pegamento que mantiene la cohesión de su gobierno.

Chávez no tiene intención alguna de dejar la presidencia, jamás. Eso significa que seguirá acrecentando y apertrechando sus milicias civiles, preparándose para el día cuando el “pueblo soberano” finalmente despierte, se dé cuenta de sus mentiras y trate de sacarlo con manifestaciones callejeras, ya que los venezolanos probablemente no tendremos la opción de hacerlo mediante el voto. Chávez ya masacró a opositores en abril de 2002 y volverá a hacerlo en mayor escala si el “pueblo soberano” se vuelve en contra de su revolución, cada vez más corrupta y en bancarrota.

(*): Director de VenEconomía.

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