Opinión Nacional

Victoria parlamentaria y convivencia

Es «pavoso» escribir cantando victoria en el posible resultado de las parlamentarias del 26S que dé al menos una mayoría absoluta de escaños a los candidatos de la Unidad Democrática, proyección por lo demás nada inverosímil, aunque haya que derrotar a toda la estructura de un Estado fabricado por quienes hoy lo ostentan y disponen como si fuera de su propiedad aferrados a él con pretensiones perpetuas, pero que contrario a toda su delictiva parafernalia, han podido ser derrotados en ocasión de la Reforma y parcialmente en las elecciones para Gobernaciones y Alcaldías, teniéndola ahora en el evento de septiembre, muy complicada para mantener su dominio.

A mi modo de ver y pensar la política y la vida misma ligada a convicciones democráticas y el respeto al que me obligan esos mismos valores por respetar a mis adversarios, aún los que me ven como un enemigo y un canalla, una victoria democrática que tome la mayoría de la Asamblea implicará como tarea medular, no únicamente desmontar las leyes despóticas, confiscatorias y antieconómicas al servicio exclusivamente del Estado totalitario en construcción, sino una más delicada e importante, la de obtener la victoria sobre nosotros mismos es decir, derrotar la rabia, la frustración, el sufrimiento y los deseos de venganza contra los responsables de este período de infinitas agresiones, profanaciones e infamias a la nación.

La Asamblea deberá contribuir en el debate a que los venezolanos de todas las tendencias sientan la diferencia y el beneficio entre la camorra disociadora del chavismo, su preferencia por la guerra, el pleito y el eterno conflicto, y las propuestas de avanzada legislativa en lo social, en la administración, en las políticas públicas, en la economía, en la descentralización, expresadas con fuerza, con credibilidad y firmeza pero con racionalidad, sensatez y moderación. Lo que se vea en la Asamblea será decisivo para cambiar o no el ambiente de hostilidad que se ha esparcido más allá del futuro que depare la figura y el carisma bastante derretido de Chávez.

Concentrar su misión en edificar nuevos puentes de convivencia y reencuentro que hagan posible una reconciliación que no deja de ser por ahora una consigna prefabricada y hueca que centenares de miles de venezolanos no sienten en lo más mínimo, juzgando como «comeflores» a los que se atreven a plantearla con genuina convicción e identificándola como la retórica de los rajados y de los cobardes.

Tal actitud, que escondida en la treta de las declaraciones de un falso deseo de soluciones democráticas a nuestra crisis política, expresadas por la dirigencia fanática de un oficialismo suicida que imita, para adular a su jefe, sus insultos y huye hacia adelante, y de esa parte de la oposición afanada en ser boba al calificar estos planteamientos como claudicación, es lo que debemos derrotar e ir abonando oportunidades de reconciliación al país arruinado y enguerrillado que nos viene dejando la experiencia chavista.

De tomar los demócratas la mayoría de la Asamblea y que estos actúen y desenvuelvan en la forma honrosa que de ellos muchos esperamos, el 2012 será fecha fija e inevitable de la recuperación definitiva de la democracia venezolana.

 

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba