!Vitautas Brenner, amigo!
Tarde ya, te escribo esta carta de saludo freternal.
Una carta no sólo para tí, que ya no oyes; sino para que aquellos que oyeron tu música, se enteren un poco más de lo mucho que te quisieron otros.
Tarde triste ésta hoy en Viena, ya que tu “Oro Negro” venezolano, tu reveladora inconclusa sinfonía, se hunde con tu ausencia.
Pero quedaran siempre las notas de tus otras composiciones, y no menos importantes aquellas sugestivas e inpretenciosas notas que compusistes para “Adiós Alicia”.
Vitautas, venezolano y lituano, americano y europeo; universal gestalt de nuestro mundo moderno, que en tu “Caracas para todos” y en tu “Ofrenda”, manifestastes la universabilidad que esta tierra venezolana siempre ha garantizado, y que siempre garantizará, gracias.
Vitautas, amigo, si me oyes, quiero que sepas que me siento mucho más solo hoy.
Liko Perez
Estocolmo 2004-03-18