Y habló el soberano
La Toma de Caracas fue realizada el pasado Jueves 10 de Octubre bajo la democrática consigna “elecciones ya”. Fue una manifestación de fuerza de la Sociedad y una contundente proclamación de que el Soberano considera a este régimen como ilegítimo y por eso es que exige elecciones ya. Este mensaje de esa marcha fue avalado por cerca de millón y medio de ciudadanos representantes, como nunca antes, de todos los sectores sociales. Se caracterizó esta marcha por ser masiva, pacífica, plural y unitaria. El mensaje impactó a nivel nacional pero también a nivel internacional derrumbando toda la propaganda oficialista sobre golpismo pues lo que solicitó la Oposición es todo lo contrario y bien concreto: renuncia o elecciones. El Paro Cívico posterior y el pronunciamiento de los militares tuvieron la misma consigna. Ambas salidas son constitucionales y son democráticas y están en perfectas sintonía con los organismos multilaterales, OEA-ONU y la Carta Democrática Interamericana. A partir de esta solicitud la Sociedad Democrática tiene al Gobierno en tres y dos y este enfrenta un ultimátum pues se colocó al Régimen en un callejón democrático cuya salida es electoral, justo a lo que él se resiste. Solo le deja tres salidas. Vamos a analizarlas.
LA RENUNCIA
Aunque pareciera poco probable, por el grado de fundamentalismo y de soberbia que nubla la mente del Oficialismo, sería sin duda la mejor salida de todas no solo para el país sino especialmente para los partidarios del Gobierno. ¿Por qué?. El Presidente quedaría como un político sensato, no obstante parecer todo lo contrario, que ama a su pueblo dejando la puerta abierta para poder competir de nuevo y, eventualmente, regresar al poder. Sus seguidores podrían reorganizarse y participar en la vida política del país manteniendo la cuota de poder que el pueblo les otorgue a nivel nacional, regional, municipal. Por último una salida así neutralizaría mucho las actuaciones contra funcionarios que, presuntamente, han violado, por acción o por omisión no solo la Carta Democrática, la Constitución y las Leyes del país sino también el Código Penal. El Presidente, por su parte, no quedaría como un “cadáver político” a lo que es un muy fuerte candidato. Rangel se recupera del actual descrédito y corona el sueño de su vida: ser Presidente aunque sea por treinta días.
LA CONSULTA
Esta segunda alternativa de consultarle al Soberano puede ejecutarse a través de dos medidas. Una sería ir directamente a unas elecciones generales para legitimar, de una sola vez, todos los poderes del Estado. Supone un acuerdo nacional previo para adelantar las elecciones, la actualización del REP y la designación de un nuevo CNE que sea capaz de garantizar unas elecciones transparentes pues de lo que se trata es de saber cual es la voluntad del Soberano. La supervisión internacional, no la intervención, es necesaria como aval para los resultados. La segunda medida de consulta es el Referéndum para conocer, concretamente, si el Soberano quiere que el Presidente continué gobernando o no quiere. Una consulta bien sencilla: SI o NO. Si gana el SI la Oposición tiene que respetar la voluntad soberana, y si gana el NO, tendrá que respetarla entonces el Gobierno. En esta segunda alternativa el Presidente renuncia, el Vice-Presidente lo sustituye y convoca a elecciones en el término de treinta días. Pasamos entonces a un proceso electoral que revelará cual es la voluntad popular.
EL PARO CÍVICO INDEFINIDO
Si el Gobierno no renuncia y tampoco acepta someterse al Soberano, vía elecciones o referéndum, entonces está claro que el Presidente se le alzó al Soberano y que está dispuesto a mantenerse en el poder en contra de su voluntad por la fuerza lo cual es inaceptable. Rechazada la vía del consentimiento popular, la Sociedad Civil pasaría a ejecutar el Paro Cívico Nacional indefinido. Si la tozudez del Gobierno continúa entonces se van a producir los siguientes hechos:
1°)Un Paro Cívico Nacional indefinido o huelga general.
2°) Si después de varios días de paralizado el país el Presidente no renuncia, sin duda que provocará un pronunciamiento militar masivo en respaldo de la Sociedad Democrática, solicitándole al Presidente su renuncia porque el país no puede continuar paralizado. Este pronunciamiento no podrá ser calificado jamás de golpe porque lo autoriza el Artículo 350, lo respalda la sociedad y el objetivo justamente es restaurar la democracia y el estado de derecho legitimando nuevas autoridades.
3°)Constitución de una Junta Cívico Militar que asuma el Gobierno de Transición durante seis meses o un año en tanto se preparan las elecciones en las que participe el sector político del Oficialismo con las mismas garantías de los demás sectores, entregándosele los cargos a nivel municipal, regional y nacional a quienes el Soberano elija en proceso limpio y transparente. En caso de que sean necesario ir al Paro Cívico indefinido por cerrar el Gobierno una salida democrática la Junta Cívico Militar decidirá si al Presidente se le deja viajar al exterior, o si queda retenido y sujeto a los Tribunales con todas las garantías procesales del caso por supuesto.
UN AUTOGOLPE?
Esta alternativa, que descartamos, no es una salida para la Sociedad Democrática pero mucho menos lo es para el Régimen. Será el principio de un final acelerado. Caerá la careta democrática y el Gobierno de Venezuela será ubicado como una Dictadura Totalitaria en pleno Siglo XXI. Algo imposible. Chávez se quedará en “el aparato” de una estructura de poder debilitada y frágil, sin apoyo nacional ni internacional. El y sus colaboradores más cercanos deberán estar preparados para enfrentar, entonces, una situación de aislamiento internacional, de fuerza en lo interno y responderán de eventuales hechos delictivos en la jurisdicción internacional. Nadie podrá garantizarle su libertad ni la de sus colaboradores talibanes. Un trágico final. No deseable.
Confiamos que el Presidente, que está en tres y dos, reflexione, batee de hit y no quede ponchado por la Historia.
