Plebiscito, ¿para qué?
Por dudas o desinformación, hay quienes han cuestionado la pertinencia de la consulta popular convocada por los factores democráticos que hacen frente a la dictadura madurista. Reacción que pudiera entenderse, considerando que en toda dictadura los sectores disidentes poco espacio tienen en medios de comunicación, y lo poco que sale es manipulado y tergiversado por el aparato de propaganda oficial.
El llamado de la Unidad a un plebiscito o referéndum popular es una iniciativa eminentemente ciudadana, en la que evidentemente habrá una coordinación nacional, pero en la que el éxito dependerá del grado de organización de cada pueblo, urbanización, sector popular. Es un proceso abierto en el que tendrán derecho de participar todos los venezolanos mayores de 18 años, dentro y fuera del país.
Como un acto de desobediencia civil y constitucional, serán los ciudadanos, y no el Ministerio Electoral de la dictadura, los que regulen el proceso. Participarán en esta jornada histórica: veedores nacionales e internacionales, instituciones religiosas, académicas, organizaciones no gubernamentales y notables del país.
La seguridad de quienes participen depende de cuántos seamos y la manera en la que nos organicemos. Sabemos que hay riesgos frente a un régimen que impedirá, a toda costa, que el mundo pueda comparar entre un proceso impuesto, inconsulto e impopular, y la genuina y multitudinaria expresión de un pueblo. Colaboremos entre todos, hagamos planes de contingencia en caso de que toque resguardarse y luego continuar, allí será esencial el apoyo de los vecinos y las iglesias.
El país demanda la participación de todos, en 100 días de protestas hay quienes no han podido salir por una u otra razón. Nuestro llamado es a que se expresen el 16 de julio sin más miedo que el que produce el solo hecho de imaginar al madurismo para siempre en el poder. Tenemos la oportunidad de ser parte del proceso histórico más importante de nuestra existencia como nación.
El día después nos tocará defender la voluntad de millones, momento en el cual quienes sostienen por las armas y el terror al actual sistema deberán preguntarse si es posible seguir de parte de una minoría que no solo ha destruido el país, sino que ahora pretende acabar con la República y cuando hablamos de República no se trata de un concepto abstracto, se trata de que las pocas bases legales y constitucionales que quedan desaparecerán para darle paso al gobierno de las mafias corruptas y hambreadoras para siempre y por siempre. ¡NO lo permitiremos!
