OpiniónOpinión Nacional

¿Por qué temen a María Corina?

Ser atacada y perseguida por el Presidente de la República, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Ministerio Público y la Contraloría General de la República no es poca cosa. Pocas personas logran resistir ese embate continuado.

Si quien manda es el pueblo y María Corina Machado es, como dicen los chavistas, una política sifrina y burguesa que representa, apenas, a la derecha reaccionaria y a los amos del valle, ¿por qué le temen? Bajo ese perfil, en un país igualitario y mestizo, de vocación democrática y libertaria, poco arrastraría una candidata tal. Pero más curioso aún, ¿por qué temen a María Corina los políticos de la Mesa de la Unidad Democrática?

En ocasiones anteriores, la MUD había propiciado que los candidatos inhabilitados por el gobierno fueran sustituidos por personas designadas por el mismo candidato arbitrariamente marginado o su organización política. Así fue con Manuel Rosales, Daniel Ceballos o Enzo Escarano. ¿Por qué la MUD no aceptó a Isabel Pereira?

Detrás de la mezquina pugna de poder que María Corina supo torear con elegancia evitando el trapo rojo del gobierno -colocando su mirada en la meta verdaderamente importante: la derrota de un régimen totalitario con una voracidad de mando insaciable– hay un choque de mentalidades mucho más relevante, el mar de fondo.

La historia política venezolana contemporánea ha estado dominada por dos estereotipos fundamentales, el adeco y el chavista, ambos marcados por una deformación populista antiliberal. Prácticamente, ningún político de la actualidad, ni los del PSUV ni los de la MUD, se ha podido desprender de esos estereotipos.

Comparten, a grandes rasgos, la misma visión del Estado, de la sociedad civil, del petróleo, la misma incomprensión del principio de escasez y de los mecanismos económicos de mercado. María Corina Machado rompe, por primera, vez con esos estereotipos. Para todos aquellos que emulan los gestos y la retórica chavista porque asumen que es popular, María Corina es su sombra.

En un país que mantuvo demagógicamente un socialismo oculto, utilitario y torcido durante cuarenta años, y que lo ha mantenido abiertamente destructivo durante 17 años más, aparece en el escenario, por primera vez, alguien capaz de defender con argumentos sus ideales liberales. Y tener convicciones es peligroso porque las convicciones son tremendamente atractivas, es decir, populares, en tiempos de cambio. A eso le teme el orden establecido.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Un comentario

  1. Comparto el enfoque de Axel, y complemento una porción: «dos estereotipos fundamentales, el adeco y el chavista, ambos marcados por una deformación populista antiliberal». El chavista promedio no representa las antípodas del adeco promedio, pues cuantitativamente, una parte importante de los chavistas proviene de las filas de los seguidores de AD (militantes o simpatizantes), que por supervivencia y oportunismo se pasaron al régimen pro-castrista, y con la misma facilidad con la que cambiaron la franela blanca (o verde en menos casos) por la roja, se pondrán pronto la franela que les reparta el grupo en el poder que substituya a esta mojiganga. El común denominador sí está en lo cualitativo, como adecos, como copeyanos, como chiripas, y como chavistas, la mayoría lo que ha buscado siempre es que les den (cargos, ayudas, becas, subsidios, discursos).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba