Qué significa el encuentro entre las dos Coreas
Es al menos curioso observar el poco interés que ha causado en nuestro país el encuentro realizado hace algunos días entre el presidente de Corea del Sur, Moon Jae in, y el de Corea del Norte, Kim Jung Un.
Esta reunión se llevó a cabo en una aldea de Corea del Norte, después de que el dictador traspasara la línea del paralelo 38 para saludar a su homólogo del sur y darse cordialmente la mano.
Lo que se intentó comunicar al mundo fue que se le pone un alto a la guerra existente entre ambos países desde 1950, y que se iniciaría una ruta hacia la total desnuclearización de la península. El próximo paso será el histórico encuentro entre Kim y Trump.
En un país tan crispado como Venezuela, puede resultar difícil entender ese encuentro “ amistoso” entre dos irreconciliables adversarios, que tienen en nuestro país sus simpatizantes en ambos lados de nuestra confrontación política.
Del lado del gobierno, puede haber un temor de que si el proceso de paz y reconciliación avanza, perderían un aliado en su lucha contra el imperio y por el lado opositor, un temor a que con la anuencia de EEUU se perpetúe la dictadura en Corea del Norte.
En realidad, lo que está ocurriendo es un ejemplo de cómo se resuelven los conflictos en un mundo en el que prevalecen los intereses de los grandes actores en la geopolítica mundial. En este caso, China y EEUU acuerdan, respetándose mutuamente, sus zonas de influencia en un área en la que no desean confrontarse, como de paso fue también la solución en Myanmar.
Situaciones parecidas a esa ocurrirán en otros rincones del mundo, en las que las grandes potencias hegemónicas se respetarán las principales áreas de influencia y solo se enfrentarán en paises pivotes, en los que todas o varias de ellas tienen intereses geopolíticos concluyentes, como Afganistán.
