¿Quién es más Fascista?

Pablo Figueredo Casanova
Poco después de conocerse los resultados de las elecciones adelantadas para elegir la Junta de Andalucía cuyos resultado, y todos los partidos reconocieron y aceptaron, arrojaron 33 diputados por el PSOE, 26 por el PP, 21por CIUDADANOS, 17 por ADELANTE ANDALUCÍA y 12 por VOX. PODEMOS, bajo su franquicia de ADELANTE ANDALUCÍA, con una torpeza e irresponsabilidad sin límite, está haciendo un llamado a tomar las calles para combatir al fascismo. Estamos en el año 2018, no estamos en 1931 ni en 1936. El panorama es totalmente distinto al nacimiento de la II República y los albores de la Guerra Civil Española. Tratar de revivir esa época es una estupidez colosal que no llega a ningún lado.
Ya se conoce muy bien y está bien documentado, y no es nada nuevo, es quien y quienes son los de PODEMOS. Ya se sabe que es un partido de extrema derecha tildada de euro escéptico, chavista madurista, antimonárquica, republicana y populista radical de izquierda. Fue financiado, a través de la fundación CEPS, por el régimen de Hugo Chávez. El dirigente Iñigo Errejón declaró, sin ningún tapujo, que en España hace falta chavismo. ¿Acaso no sabe que el chavismo está destruyendo a Venezuela y es una amenaza para Latinoamérica y el mundo?. Al momento en que desde el comando de campaña ADELANTE ANDALUCÍA, la candidata que encabezó la lista, Teresa Rodríguez y el diputado de PODEMOS Pablo Iglesias, hacen un llamado a tomar las calles contra el fascismo. Flaco favor le hacen a su propio partido. Lo que logra es quitarle la careta y mostrar lo discriminativos que son los podemitas. Tampoco les ayuda mucho a mejorar su imagen tomar las calles antes de que un grupo diametralmente opuesto a sus ideas haya tomado acción. Esta actitud es comparable a los requetés de Primo de Rivera, al Sturmabteilung o camisas pardas nazis o al fascio di combatimento o camisas negras de la Italia fascista.
Es cierto que VOX es un partido de ultra derecha; pero, por ahora, no ha hecho nada ilegal. Se ha lanzado al ruedo político con un discurso reaccionario, sin violar, hasta este momento, la constitución española ni los estatutos de autonomía andaluces. Este grupo ha surgido como reacción ante grupos de extrema izquierda que están emergiendo. Está dando serios signos de su aversión a la inmigración, al movimiento GLBT y a la Comunidad Europea. Eso no les descalifica para lanzarse en cualquier elección en España o Europa. Gústele a quien le guste y al que le disguste se lo traga, en un estado democrático, cualquier agrupación o individuo que no tenga ningún impedimento legal puede postularse como candidato. En las democracias no se persigue ni se juzga por las ideas, se persigue por los hechos. España es un país democrático y hay representación proporcional de las minorías. VOX obtuvo los 12 escaños en elecciones libres. Se le aplicó el método de Hondt para repartir escaños y ese fue el resultado. Habrá que tragar amargo, pero eso fue lo que escogió parte de la población andaluza.
Actualmente, la Junta de Andalucía se encuentra en funciones. Los diputados ni siquiera han sido juramentados. Mucho menos han comenzado los debates de investidura. En España hay una monarquía constitucional y un régimen parlamentario. Durante las sesiones de investidura, se realiza una primera discusión en la que si el candidato obtiene la mayoría absoluta, es investido como Presidente de Gobierno, de Autonomía o Alcalde en la jurisdicción que corresponda. Si este candidato no llegase a ser investido, se abre un segundo debate de investidura donde basta la mayoría simple para escoger un candidato. Si pasados dos meses no se ha podido llegar a un acuerdo, el gobierno que fenece sigue en funciones y se convoca a nuevas elecciones. Es un absurdo salir a protestar antes de que los procedimientos anteriores hayan comenzado.
La pregunta que uno hace es: ¿Quién es más fascista VOX o PODEMOS? Mi respuesta es que ambos extremos se tocan. PODEMOS ha demostrado con creces quien es y VOX está por demostrarlo. España tiene una constitución y Andalucía sus estatutos de autonomía. Los problemas de Andalucía no se resuelven con un el “No pasarán” ni con “Una cruzada contra el comunismo judío masónico”.