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Ramonet, el pez que muere por la boca

Ignacio Ramonet afirmó en su artículo intitulado Las 10 victorias del Presidente Maduro en 2016, publicado a comienzos del presente año, que “…  la práctica de la mentira, del fraude intelectual y del engaño descarado no es sancionado por ninguna consecuencia negativa, ni en términos de credibilidad, ni de imagen. Todo vale, todo sirve en esta ‘era del relativismo, post-factual’, y ni siquiera los hechos o los datos más objetivos son tomados en consideración”, al referirse a lo que denominó  “insidiosa desinformación sobre Venezuela que confunde hasta a muchos amigos de la revolución bolivariana”, presente, según él, en la “atmosfera de agresivo y permanente acoso mediático” al gobierno, que afectó el contexto en el cual se desarrolló  la situación ”muy complicada”  por la que atravesó nuestro país el año  pasado.

Lo que Ramonet no percibió, es que contenidos de su narrativa pudieran ser utilizados para examinar si su calificación de victoriosos a los hechos que mencionó, no son también expresión de “la práctica de la mentira, del fraude intelectual y del engaño descarado”, que cuestionó; tal como a mi juicio, se desprende de la opinión sustentada por  los colegas Héctor Faundez y Marco Negrón, en sendos artículos referidos a  hechos pertenecientes al ámbito jurídico-político, el primero, y al hábitat urbano, el ultimo. En mi caso, acotare mi análisis a los hechos mencionados por Ramonet relacionados con la salud, objeto del presente artículo.

El articulista de marras se refirió a tres temas en materia de salud, el número de establecimientos hospitalarios, la inversión en salud pública y a los logros de La Misión Barrio Adentro, veamos que ocurrió en cada uno de ellos.

¿Se multiplicó por 3,5 desde 1999 el número de hospitales en el 2016?

Al margen de la consideración sobre la validez del uso del indicador, número de hospitales existentes en un país, para medir los logros que sus establecimientos hospitalarios han alcanzado en un año determinado, si nos circunscribimos a examinar el crecimiento ocurrido en la Red hospitalaria de Venezuela durante el lapso señalado, necesitamos conocer cuál es la línea basal a partir de la cual se hace el cálculo  de la razón 3,5; para ello hemos recurrido a la búsqueda de la data confiable sobre el número de hospitales existentes en los años que se comparan. En el caso de 1999, hemos asumido como tal, la cifra de 266, resultado de un ajuste al valor presente en la publicación oficial de la Organización Panamericana de la Salud, La Salud en la Américas, edición 2002, volumen N°2 (véase http://www.paho.org/salud-en-las-americas-2012/dmdocuments/salud-americas-2002-vol-2.pdf) que registra la situación de los países de la Región durante el cuadrienio 1999-2002; en ella se señala que “Los hospitales de la red de establecimientos públicos (en Venezuela) suman 296: 214 dependientes del Ministerio o de las gobernaciones,33 del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, 13 del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas,3 de Petróleos de Venezuela, 29 del Instituto Nacional de Geriatría y Gerontología, 2 de la Corporación Venezolana de Guayana,1 de la alcaldía de Miranda y 1 de la Policía Estatal de Caracas”; la razón del ajuste se basó en la exclusión de los 29 establecimientos geriátricos por no ser considerados hospitales. En consecuencia, de ser cierta la razón de 3.5 de incremento, deberíamos haber contado, en el 2016, con 931 hospitales; sin embargo, en base a la información oficial más reciente de que disponemos, en el 2011 el número de hospitales públicos era de 284, distribuidos de la siguiente manera: 228 dependientes del  Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) o de las gobernaciones, 35 del IVSS, 14 del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas y 7 bajo la categoría otros; en el año 2015, según la Memoria del MPPS correspondiente a ese año, el número de hospitales  dependientes del  MPPS o de las gobernaciones, alcanzó  la cifra de 240. A partir de estos datos estimamos, hasta que tengamos acceso a información oficial sobre la data de 2016, que el número de hospitales públicos para ese año está alrededor de 296; 135 menos que los calculados en base a la razón mencionada por Ramonet, dicho de otra manera, no se multiplicó por 3,5 desde 1999 el número de hospitales en el 2016, se multiplicó por 1,1.

¿Se multiplicó por diez la inversión en lo que denomina “un nuevo modelo humano de salud pública”?

No sé qué llama Ramonet “nuevo modelo humano de salud pública”, el que conocemos los venezolanos desde 1999, y en particular desde  2003,  es el producto de la toma de un conjunto de decisiones, entre la que se destacan: la creación  de una nueva red de servicios de atención  médica paralela, bajo el nombre de Misión Barrio Adentro, que ha ampliado y reforzado la fragmentación y segmentación de nuestros servicios públicos de salud, bajo la dirección, coordinación, ejecución y supervisión de un gobierno extranjero, el gobierno cubano, a través de una figura, la Misión Médica  Cubana; la militarización del ministerio de salud, de los trece ministros de salud designados en el lapso que va desde 1999 hasta el presente, tres han sido oficiales activos de la Fuerzas Armadas, sin una formación distinta a la que proporciona la carrera militar; la entronización de una política orientada a secuestrar y modificar la información en salud, en particular la información epidemiológica, que de acuerdo a nuestro marco jurídico es competencia de las autoridades sanitarias, cuya expresión más grave es la situación que se ha venido presentando, desde agosto del 2007, a partir de la decisión  adoptada por uno de los militares que ha ocupado el cargo de ministro de salud, el hoy General Mantilla, de interrumpir la difusión del Boletín Epidemiológico Semanal (BES) que edita el MPPS, alternada ésta por períodos cortos en que su difusión ha sido restablecida, hasta el estado actual, en que desde hace año y medio no se tiene acceso a la información contenida en este Boletín, con el agravante que durante este período  hemos tenido en nuestro país epidemias de zika, difteria y malaria, entre otras; y la declaración de emergencia en salud ante la grave crisis de escasez de insumos médicos (medicamentos, reactivos, material médico-quirúrgico, equipos y repuestos)  que se ha venido presentando desde 2014 y que se ha agravado a partir del 2015, años en los que la restricción en el acceso a divisas, en un mercado de estos bienes dependiente de la importación, se ha visto afectado por la tozudez del gobierno de mantener una política económica equivocada, en particular su política cambiaria, y por el impacto de  la caída de los precios del petróleo en un país de economía rentista.

Sabemos, también que el modelo que Ramonet califica como “humanista”, es el responsable del deterioro de la salud de nuestra población y del incremento de muertes que pudieron ser evitadas, tal como lo muestra el comportamiento del indicador tasa de mortalidad materna que he escogido para ilustrar la situación de salud en el período 1999-2016 al que hace mención este autor.  La tasa de mortalidad materna correspondiente al año 1999 fue de 59,3 por 100.000 nacidos vivos y la reportada hasta la semana epidemiológica 46 del 2016, tal como lo muestra el Gráfico 1, fue de 139,90 por 100.000 nacidos vivos, 80,6 puntos porcentuales mayor que la de 1999.

Cuadro 1

Examinemos ahora qué ha ocurrido con la inversión pública en salud en Venezuela en el lapso 1999 y 2016. Comencemos por señalar, que la comparación  a que hace mención Ramonet, no hace sino reproducir el discurso del aparato propagandístico oficial del régimen, -construido sobre la base de seleccionar, al igual como lo hace cualquier publicidad engañosa para promover la venta de un producto, el atributo que mejor le conviene, sin explicitar mayores detalles-, que si bien da cuenta del incremento del gasto público en salud en Venezuela entre los años extremos de la serie examinada, oculta que la unidad de medida utilizada está  expresada en millones de bolívares corrientes, y en consecuencia omite la pérdida del valor adquisitivo del bolívar por efecto de la inflación, y el impacto que esta variable tiene en un país que cerró el año pasado con una inflación anual  estimada de un 596 %. Y omite, también, mencionar otros indicadores utilizados por organismos internacionales para medir y comparar el gasto en salud de los países, tales como los que examino a continuación -haciendo la salvedad que los años que se comparan son 1999 y 2014, por ser este último el registrado en la base de datos utilizada como fuente de datos, la Global Health Expenditure Database de la Organización Mundial de la Salud,  a la que puede accederse a través de la web http://apps.who.int/nha/database/ViewData/Indicators/es – : 1. El gasto total en salud como porcentaje del PIB se mantuvo en 5%; 2. El gasto gubernamental en salud como porcentaje del gasto total en salud, pasó de 37% a 29% ; 3. El gasto privado en salud  como porcentaje del gasto total en salud subió de 63% a 71%; y 4.  El gasto de bolsillo como porcentaje del gasto total en salud muestra un incremento de nueve puntos porcentuales al incrementarse de 55% al 64%. Del examen de estos indicadores se concluye que si bien, en los años que se comparan, el gasto público en salud se incrementó, los valores alcanzados no compensan la caída de los 8 puntos porcentuales que experimentó su aporte al gasto total en salud. Así como oculta la magnitud de este gasto perdido como consecuencia de la ineficacia y los presuntos hechos de corrupción, señalados en distintas Actuaciones e Informes Especiales, realizadas por la Contraloría General de la República de Venezuela, contenidas en sus Informes de Gestión correspondientes a los años: 2007,2010,2011,2013,2014 y 2015.

¿Cuán ciertos son los logros que le atribuye a la Misión Barrio Adentro (MBA)?

Comencemos por señalar que es falso el objetivo que le atribuye a esta Misión, nunca estuvo  éste limitado a “atender a los enfermos en las áreas urbanas más humildes del país”; y en relación a su afirmación que la MBA “ha realizado casi 800 millones de consultas y salvado la vida de 1.400.000 personas”, Ramonet no hace sino repetir lo expresado por el presidente de la República en ocasión de presentar su mensaje anual de gestión del año 2016, omitiendo, sin embargo, que en el caso de las primeras, Maduro se refería al período de 13 años de fundada esta Misión. Al margen de lo señalado, examinemos la veracidad de estas cifras; el documento Sistema Nacional de Misiones y Grandes Misiones Socialistas Hugo Chávez, véase http://www.vicepresidenciasocial.gob.ve/images/pdfs/encartado_sistema_misiones.pdf,

registra un evento realizado, el 7 de agosto de 2013, en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, donde participó, el vicepresidente para el Área Social, ministro Héctor Rodríguez, hoy diputado de la Asamblea Nacional, quien, en su intervención, afirmó “La Misión Barrio Adentro ha atendido 780.353.403 consultas, con más de 1 millón 700 mil vidas salvadas, en 10.187 establecimientos de salud en todo el territorio nacional”. Nótese que este evento ocurrió dos años y medio antes del mensaje anual del presidente Maduro mencionado, si comparamos estas cifras con las señaladas por presidente, encontraremos un hecho inaudito el acumulado de consultas realizadas hasta el cuarto bimestre del 2013 resulta 2.353.403 mayor que el correspondiente al de finales de 2016, en consecuencia, uno de los dos mintió, o mintieron ambos, y la mentira fue repetida por Ramonet.

Con el valor del indicador vidas salvadas o defunciones evitadas sucede algo similar, al comparar los guarismos correspondientes a los años 2013 y 2016, resulta inconcebible que, tratándose de un acumulado, el del tamaño inferior de la serie resulte mayor al del superior, lo que nos conduce a llegar a la misma conclusión que en el caso de número  de consultas acumuladas y, también, nos obliga a preguntar ¿cuál es la fuente de esta mentira?, sin embargo, este  no es el tema del presente artículo, ya responderé esta interrogante en una próxima entrega.

Ramonet repite, también, lo afirmado por el presidente Maduro en su Mensaje anual comentado, que se superó, en el 2016, la meta de seis entidades federales de nuestro país que alcanzasen un 100 % de cobertura con la red de establecimientos de la Misión Barrio Adentro, lo que no conoce, ni hizo esfuerzo alguno por indagar, es ¿cómo y en qué momento   se formuló esta meta, ¿cuál fue el indicador seleccionado para evaluarla, cuál era la unidad de medida, y cuál fue el criterio para seleccionar las entidades federales escogidas? Si lo hubiese hecho, se habría enterado que en la ley de presupuesto 2016, no existe, en su Plan Operativo Anual 2016, ningún Proyecto formulado que contenga la frase 100% Barrio Adentro; a pesar que en la Memoria del MPPS 2015, la Oficina Estratégica de Seguimiento y Evaluación de Políticas Públicas, adscrita al Despacho del Ministro, indicó que conjuntamente con la Presidencia de la Fundación Barrio Adentro y la Misión Médica Cubana, esa Oficina participó en  la preparación de la Propuesta de Cobertura de 100% de Salud. La conclusión que se deriva de lo señalado, es que el denominado, por el Presidente Maduro, Plan Barrio Adentro 100%, anunciado desde Cuba, el mes de marzo del año pasado, por la exministra de salud, Luisana Melo, es un Plan sobrevenido, resultado de un nuevo contrato, cuyo contenido desconocemos, suscrito entre Cuba y Venezuela, con la finalidad, a partir de una cobertura estimada en 60% por la exministra, de ampliar la cobertura de la Misión Barrio Adentro para alcanzar atender el 100 % de la población. Este Plan  comenzó a ejecutarse en abril del 2016, en su acto de lanzamiento, el presidente Maduro ratificó que el objetivo del Plan era incrementar la cobertura de Barrio Adentro desde la existente hasta esa fecha, 70%, hasta alcanzar el 100%, “para garantizar la atención médica de todas las comunidades del país”, aumentando el número de establecimientos de atención médica que conforman la Red de Barrio Adentro, véase http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/este-sabado-sera-activado-plan-barrio-adentro-100/, nótese se refirió a todo el país, no a un número restringido de, seis entidades federales. Sin embargo, el 2 de mayo del año pasado, la Viceministra Asia Villegas, declaró, que la meta fundamental era “unificar los consultorios populares de esta misión con la red convencional de ambulatorios para garantizar la salud a los 30 millones de venezolanos”, y pasar de una cobertura de 84% a 100%, acotando que “a muy corto tiempo aspiran tener la cobertura 100 % Barrio Adentro en seis estados del país“, sin precisar cuales, véase    http://www.entornointeligente.com/articulo/8331918/Barrio-Adentro-se-relanza-para-llegar-a-maacute;s-gente-02052016. Llama la atención la discrepancia en el valor asignado en el cálculo que se hace de la cobertura de Barrio Adentro antes del inicio del Plan y la ambigüedad en la definición de la meta.

Con la presentación del Mensaje Anual 2016 del Presidente Maduro, deducimos que el indicador del Plan Barrio Adentro 100% es 1 equipo básico de salud integrado por 1 médico, 1 enfermera y 1 promotor social en salud por cada 250 familias, y que la unidad de medida es el número de equipos básicos de salud conformados; y conocemos, además, que hasta el presente, existen 13.635 de estos equipos. A partir de este dato, la cobertura nacional teórica actual de Barrio Adentro es de 55% -nótese que es inferior al 60%, 70% y 84% que voceros gubernamentales, incluido el propio presidente Maduro, declararon como la existente antes del inicio del Plan-, y la real, faltaría  por determinar, porque desconocemos cuántos están activos, y cuáles son  los días y el horario de atención de los establecimientos de salud correspondientes al primer nivel de atención medica definido en la Resolución N°  400, del 31-7-2015, del MPPS. En base a esta información, intentamos indagar, si es cierto que en los estados Cojedes, Portuguesa, Zulia, Yaracuy, Barinas, Nueva Esparta, Sucre y Guárico, donde el presidente Maduro, y Ramonet repitió, se alcanzó un 100% de cobertura. A título de ejemplo, examinemos nuestro hallazgo en el estado Zulia. Según la proyección que el INE hace del tamaño de la población de esta entidad federal,  para el 2016 ella era de 4.141.572 habitantes; y en la información que puede leerse en, https://www.bing.com/search?q=Maduro%3A+Llegamos+al+100%25+de+cobertura+de+Barrio+Adentro+en+el+Zulia&FORM=EDGEND&PC=LCTS, en el estado Zulia, el número de familias atendidas con 100% de cobertura es de 642 mil 878. En base a estos datos, si admitimos que se logró la cobertura mencionada, tendríamos que admitir que el promedio de una familia zuliana es de siete miembros y no de cinco que es la cifra utilizada por el INE como promedio nacional; si tomáramos como válido el valor 5, en vez de siete e hiciéramos uso del indicador 250 familias por cada equipo básico de salud arriba mencionado, encontraríamos que la cobertura teórica alcanzada fue de 80.74 %, y no de 100%.

El colofón de este artículo, en cuyo título emplee la paremia el pez muere por la boca, es que quienes solo ven la paja en el ojo ajeno, al identificar en otros, conductas que se condenan, tales como, parafraseando a Ramonet, el no tomar en consideración ni siquiera los hechos o los datos más objetivos, deben ser más cuidadosos con lo que pregonan porque, sin duda, su credibilidad e imagen resultará gravemente afectada.

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