Razzia por Corrupción

En Francia emplean la voz “razzia”, de origen árabe, para referirse a redadas policiales que buscan detener a presuntos delincuentes. Es frecuente que en muchas de esas redadas caigan justos por pecadores. Son muchos los pecadores que no son objeto de las redadas, ya que éstas tienen objetivos políticos: hacerle ver a la sociedad civil que el gobierno les ha ordenado a fuerzas policiales, que a veces se tildan de “brigadas anti corrupción”, que detengan a sujetos considerados corruptos, aunque sean parte del gobierno y que se aprovechen de sus cargos o conexiones para enriquecerse fraudulentamente. Es común que no sean objeto de esas redadas funcionarios gubernamentales y/o vinculados al gobierno –como esos que la jerga venezolana llama “enchufados”– porque la justificación de las redadas es simplemente una lucha por el poder entre sectores, que por mucho tiempo estaban del mismo lado y ahora hay que castigar.
Uno se pregunta ¿por qué hay redadas contra corruptos, y no contra violadores de derechos humanos?.
Hay países en los que los objetivos de tales redadas tienen fines meramente políticos, como el de hacerle ver al pueblo que se está luchando contra la delincuencia; tal es el caso de El Salvador, en que el presidente totalitario Bukele crea grandes centros penitenciarios, para arrestar a miembros de bandas criminales, para que con ello el pueblo crea que hay firme lucha contra la delincuencia, olvidando que con ella no se acaba, y que la única forma de acabarla es eliminando las causas que llevan a delinquir.