Referéndum: factibilidad…
El Capitan {r} Diosdado Cabello declaraba, con voz de mando, en estas noches, en su programa “Con el mazo dando”: ¡No habrá Referéndum Revocatorio! Esta aseveración ha sido también reiterada pública y desvergonzadamente por el cuestionado Presidente Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, y otros personeros oficiales. La mismísima Tibisay Lucena, respondiendo sumisamente a la línea socialista, esputó hace unos días las trabas que nos ocuparían durante el resto del año. En nuestro criterio la decisión a nivel político parece estar tomada, aunque los números todavía demuestren otra cosa.
De atenernos a esas intenciones la ocasión de contarnos, al menos durante 2016, se aleja cada vez más. Esta ala del partido rojo está comprometida con la sobrevivencia de la ‘revolución’ a cualquier precio por lo que, si la Constitución y las circunstancias se muestran contrarias, nuevamente pasarían por encima de ella, cercenándonos ese derecho. Convencidos están en ese sector dominante de la Administración que la democracia lograría los votos requeridos en el revocatorio, en las del 20%, y en las de gobernadores, y que tales desenlaces serian indigeribles, pues desprestigiarían letalmente al Socialismo. Costaría algunos años recuperar credibilidad, si es que esto fuera posible. En teoría tienen el poder para ejecutar semejante aberración, pues aún parecen controlar la totalidad de las instituciones, con excepción de la Asamblea General, al menos formalmente.
De otro lado la oposición ha mantenido de manera valiente y consistente una firme defensa de la libertad, a medida que el régimen cierra el juego democrático. Sin embargo, ante este postrero e insolente reto asoman signos de indiferencia, indefinición de objetivos, vacilación y, quizás, de exagerada prevención frente al próximo, obligado e inevitable escenario. Pero ya inmersos en él- a partir del 1S- se constatará, con multitudinaria presencia, que dichas señales han sido remontadas para expresar nuestra convicción democrática y así preservar la PATRIA Judeo/cristiana que conocemos. ¡SUBLIME COMPTROMISO NOS ESPERA!
No obstante, en esta coyuntura la práctica y la historia colocan en suspenso, una vez más, el establecimiento militar, debido a su sorpresiva ‘intervención” en resguardar los resultados para la Asamblea el pasado diciembre, y a la oscura delegación – descaradamente inconstitucional, por cierto- de responsabilidades cardinales, en ese sector armado. Esto último podría revelar un efecto de los “pulsos” dentro del régimen, una “trampa” montada para dañar a la Fuerza Armada {FAN},- o individualidades dentro de ella-, o el inicio de una transición enmascarada.
Cualquiera sea lo sucedido pero, muy particularmente, acercándonos al contexto de haber comenzado una invisible transición, surge entonces nueva esperanza para la celebración de tan definitiva, constitucional, pacífica y ansiada cita. A las presiones nacionales e internacionales a favor del referéndum, se añadiría la posibilidad de la uniformada, avivada desde sus cuadros medios y, éstos, a su vez, desde la sociedad civil, la cual, tirando el resto pacíficamente en la calles -requisito sine qua non éste-podrían eventualmente alterar el contexto político del país.
De no ser así, toda la institucionalidad venezolana se vería inmersa en tan obvio y desgarrador golpe a la democrática convivencia nacional, habiéndose cerrado, al menos por ahora, todas las puertas civilizadas y pacificas de solución de conflictos.