Regreso de los Llanos con Más Ganas
¿Cómo no amar esta tierra fabulosa que me vio nacer?. ¿Cómo no sentirme bendecida al tener la oportunidad de disfrutar de amaneceres y de atardeceres espectaculares e incomparables diariamente?. ¿Cómo no querer que mis hijos, mis nietos y quienes vengan después puedan disfrutar de la majestuosa naturaleza con la que yo he tenido la posibilidad de interactuar, maravillándome por su diversidad, su belleza y su inmensidad?.
Durante la segunda semana de enero tuve la oportunidad de viajar con mis hijos a los llanos venezolanos. Después de haber analizado diversas opciones y de haber sopesado los riesgos de hacer un viaje al interior del país enfrentando los temas relacionados con la escasez de gasolina y la inseguridad, decidimos ir a Apure y, de regreso, parar un día en Barinas a hacer “tubing” ya que el “rafting” solo puede hacerse cuando los ríos están más crecidos. Me alegro de haber tomado la decisión de viajar a pesar de los comentarios en contra y de los temores.
Contaré con más detalle nuestra experiencia de viaje en otra oportunidad. Baste por ahora compartir el sentimiento que me embarga ya estando de regreso. Es un sentimiento de orgullo, de agradecimiento, de ganas de brindar y de contribuir. Es un sentimiento de cuidar y de mantener. Es un sentimiento de exigir y de defender mis derechos y los de los demás. Es un sentimiento de dar lo mejor de mí a este país que me ha brindado también lo mejor de sí. Es un sentimiento de educar, de compartir conocimientos y de hacer que quienes tienen el poder entiendan que ellos tienen la responsabilidad de servir a los ciudadanos y de proteger nuestra naturaleza y nuestros recursos. Es un sentimiento de promocionar lo bueno, de trabajar para lograr el desarrollo que anhelamos, y de buscar e implementar soluciones una vez diagnosticados los problemas y habiendo analizado las alternativas.
Amo con pasión este noble país. Ese amor es contagioso. En este nuevo año que comienza, espero que todos nos contagiemos para dedicarnos tanto individual como colectivamente a trabajar por la Venezuela con la que la mayoría soñamos. Es en la humildad de nuestro pueblo, en las sonrisas de quienes viven en penumbras, y en la inmensidad de nuestras riquezas naturales en lo que debemos concentrarnos para salir adelante.
Prendamos una vela y pasemos la luz!