Siete meses ya
Adriana Díaz
Existen tantas noticias en el ambiente, que a veces no podemos decidir con facilidad sobre cuál de ellos emitir opinión.
Tenemos la decisión acertada de la Organización de Estados Americanos (OEA) de activar el R2P en el caso venezolano, o el avance realizado por la Asamblea Nacional al reincorporar a Venezuela en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar). También es importante abordar el tema de cómo se judicializa la política al agredir a los diputados con allanamientos fuera de ley y violatorios de la Constitución nacional.
Inclusive pudiese opinar sobre el asalto del cual fue víctima el Rectorado de la Universidad de Oriente.
Hay tanto de qué hablar y tan poco espacio para hacerlo. No obstante, me decidí por un tema distinto a estos. Quisiera hablar en las siguientes líneas sobre el caso de Fernando Albán, debido a que se cumplen siete meses de su muerte.
Este concejal metropolitano es demostración de las irregularidades que se comenten en los calabozos políticos del régimen venezolano; Albán falleció en, para decir poco, extrañísimas condiciones.
Albán pudo a ver sido cualquiera de nosotros, que luchamos por una Venezuela libre. Lo que le ocurrió con él es directa y únicamente responsabilidad del Estado que lo tenían en cautiverio violándole sus Derechos Humanos.
Sin embargo, el caso de Albán no fue el único, antes y después de él, se han seguido escenificando diversos casos lamentaciones que demuestran que estamos delante un sistema de gobierno atroz e inhumano.
Han pasado siete meses de la muerte de Fernando Albán, y no hay responsables. Solo con el cese de la usurpación y la instauración de un Gobierno de Transición se podrá conseguir justicia para él y para tantos otros caídos a manos de la represión y las torturas en el país.