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Sin formación geopolítica

Luego de transcurrido 17 años de chavismo y 12 del Revocatorio Presidencial del 2004, muy pocas direcciones políticas de los partidos de la oposición tienen construido un discurso que explique, como un régimen que manejó durante 13 años un poco más de dos billones de dólares tenga a Venezuela literalmente destruida.

Después de 17 años, tenemos un país sin estabilidad política, una economía en escombros, un empobrecimiento acelerado de la clase media y una mala caricatura de democracia, todo esto dentro de un escenario donde los partidos y sus direcciones políticas parecieran haber perdido su anclaje ideológico sustituyéndolo por las figuras de sus hombres más mediáticos y proclives a no identificarse con una ideología específica, sino con los dueños de los medios comunicación y a practicar las tradicionales maniobras del populismo y del clientelismo a pesar de la crítica y compleja realidad económica por la cual atraviesa el país, de allí que no sea extraño, que se continúen bregando sus pequeños espacios de poder, es decir, Gobernaciones, Alcaldías, otros.

En el contexto anteriormente descrito, nuevamente algunas direcciones políticas continúan más preocupadas por las próximas elecciones (Gobernadores 2016-Alcaldes 2017). Estas direcciones políticas de la oposición, adolecen en mi criterio, de una visión estratégica mucho más holística, más compleja, más global que enfrente la estrategia geopolítica y geoestratégica de la elite política cubana en la cual incluyo a Venezuela desde el 2003.

Desde la trampa descarada del referendo revocatorio del 15 de  Agosto del 2004, toda la oposición a excepción de AD, quien tomó la iniciativa de no participar en las elecciones parlamentarias del 2005 lo cual se transformó en un efecto dominó que provocó que las demás direcciones políticas se sumaran a la iniciativa del partido.

Igualmente en el 2006 la dirección política de AD, toma la decisión de no participar de las elecciones presidenciales de este año, lo que condujo a que muchos de sus alcaldes especialmente los del Zulia, se revelaran contra esta decisión de la dirección nacional del partido, pues estaban muy comprometidos con el Gobernador-Candidato Manuel Rosales.

En las dos oportunidades estuve de acuerdo y apoyé militantemente la decisión de la dirección política del partido, pues consideré que era la política correcta a seguir, pues no comparto la tesis de que el escenario más expedito para la movilización de las masas son las elecciones, pues considero que esa es una manera de manipular la desinformación política que lamentablemente tiene el común de la gente. La movilización de calle tiene que tener un contenido político “subversivo” que rompa con los consensos que frenan el desarrollo de nuevos escenarios para la lucha política en favor de los asalariados y los sectores populares y que desenmascaren a su vez a los dirigentes políticos que juegan a la “PAZ” para garantizarse sus pequeñas cuotas de poder.

El 5 de junio del 2008, el semanario informe me publicó un artículo donde planteaba lo siguiente: “Los dirigentes políticos de los partidos hasta ahora sólo se han preocupado por preservar sus espacios de poder…se han limitado exclusivamente a hacer gimnasia electoral” (ver Informe del 30/5 de junio 2008, pag.10).

Parte de la tragedia del país, ha descansado en la mediocridad y el aldeanismo en que muchos de los dirigentes de los partidos de la oposición han caído, practicando una política meramente electoral frente a la política que ha desarrollado la élite política cubana en Venezuela basada en su experiencia geopolítica (El Alba, Celac, Unasur, Petrocaribe, otras) Lamentablemente una buena parte de la oposición, no tiene un proyecto político definido para enfrentar esta estrategia geopolítica de los cubanos.

Producto de todo lo anterior, muchos venezolanos atravesamos una situación de impotencia y desesperanza, pues pareciera que la inteligencia, la capacidad creativa y la agudeza analítica hubieran desaparecido del liderazgo del país, pues vemos como no se termina por entender que la conducta hoy de los países en el escenario internacional, obedece fundamentalmente a una estrategia de carácter geopolítica.

Una buena parte de lo que se está jugando hoy en el escenario de la política internacional, es la debilidad del dólar como unidad de valor, es decir, después de 45 años cuando el dólar quedo libre de restricciones fiscales y los EE.UU. pudo imprimir tanto papel “oro” como quiso gracias a que Richard Nixon el 15 de agosto de 1971 puso fin al sistema de Bretton Woods, después que el 22 de Julio de 1944  la propuesta del economista Harry Dexter White lograra imponerse a la propuesta de John Maynard Keynes y se creó un régimen internacional monetario con tipo de cambio estable que tenía el dólar como patrón convertible en oro a una cotización de 35 dólares la onza.

Pero la situación del régimen internacional monetario que se impusiera el 15 de agosto de 1971, se resintió a raíz de la crisis del 2008 y actualmente está pasando por una situación delicada, en tanto que, los Bancos Centrales de los países desarrollados se les hace cada vez más difícil manipular con técnicas artificiales los intereses negativos y mantener la ilusión de que con un determinado índice se puede continuar intercambiando dólares, yenes, euros o libras por oro. Pero esta situación ha provocado que mucha gente en el mundo no tenga la misma confianza de otras épocas en la fortaleza del dólar como unidad de valor y prefieran entonces mantener sus “reservas” en oro. Es aquí donde el dólar comienza a tener una relación inequívoca con la geopolítica diferente a cualquier otro momento en la historia.

A todo lo anterior habría que agregar que el contexto económico internacional del momento es desfavorable para los países emergentes por cuanto China que es su principal socio comercial ha visto desacelerar su crecimiento económico, mientras Europa no termina por despegar y los EE.UU. aún cuando tiene un buen desempeño de su economía interna, en el escenario internacional, pasa por graves tensiones geopolíticas que agravan sus desafíos económicos. Es este el tránsito geopolítico tan complejo que gravita en las negociaciones entre Cuba y los EE.UU. por el levantamiento del bloqueo económico y la entrega de la base de Guantánamo tal y como lo dijo con toda claridad Raul Castro en la conferencia de prensa que diera junto al Presidente Obama con motivo de su visita a la Habana.

En este contexto geopolítico y geoestratégico, Venezuela no cuenta con un liderazgo político (salvo algunas excepciones) con la suficiente formación para digerir esta realidad, lo cual hace que este liderazgo sea fácilmente manipulables por los intereses de los factores del poder internacional. Es este el reto para el que pareciera no haber respuesta y se continúa entonces en la permanente campaña electoral iniciada desde el 2004.

“Todo dentro de la Constitución, nada fuera de la Constitución”. Hugo Chávez después de los resultados del Referendo Revocatorio del 2004.

Miguel Molero

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