Soluciones viables rechazadas
Se siente tristeza, frustración y decepción, cuando se ve y/o lee en medios de comunicación, a: técnicos, expertos e intelectuales excelentemente bien preparados y experimentados, perder su tiempo proponiéndole al régimen, soluciones viables a cada una de las grandes carencias que tiene el país (económica, educación, salud, servicios básicos, vialidad, transporte, alimentación, energía, industrialización, minería, etc.), sin que éstas propuestas sean ni siquiera oídas, y mucho menos consideradas por éste. Según un dicho criollo, es como “gastar pólvora en zamuro”.
Por otro lado, pareciera ser extemporáneo, que ante esta desastrosa situación económica y depresiva que vive el país, se estén dando asesorías o consejos a un régimen que ha demostrado hasta la saciedad, ser sordo y ciego ante los factores liberales del país a quienes considera sus enemigos, como lo son la clase media pujante, los profesionales universitarios, los emprendedores e innovadores, los inversionistas privados y los demócratas venezolanos en general.
Estas ideas y/o soluciones en general, pudieran ser de mayor utilidad, si son ofrecidas al sector opositor, llamado a conformar el nuevo gobierno progresista que toda Venezuela aspira. Con esto, se resolvería el problema de no perder el valioso tiempo de los factores emprendedores. Por otra parte, el sector opositor podría conformar, un programa de gobierno integral, realista, innovador, viable, moderno y visionario que resuelva de una vez por todas, las inmensas necesidades del país.
Con estas nuevas ideas, programas y proyectos, aunadas a las premisas políticas que se tienen, a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), obviamente le correspondería (urgentemente) ensamblar una propuesta de gobierno alterna a la fracasada del chavismo, para recuperar al país del desastre ocasionado por este régimen. La propuesta debe ser responsablemente orientada hacia el progreso y la modernización del país con el funcionamiento pleno de la democracia.
La MUD debería dar un paso firme hacia adelante, aceptando este reto y tomarlo como bandera a partir del momento en que así sea. Los chavistas aducen que la oposición no ofrece alternativa juiciosa de un programa de gobierno. Tapémosle las bocazas y ofrezcamos al país un excelente y moderno programa de gobierno de indudable calidad y viabilidad (social, técnica y económica).
No existe otra vía alterna para salvar a Venezuela, que no sea la vuelta con mayor vigor al sistema económico de libre mercado, donde los capitales privados impulsen el desarrollo del país, bajo lineamientos, regulaciones y controles adecuadamente regidos por el Estado. No existen razones para seguir aplicando un cambio de divisas que solo trae limitaciones y atraso en el progreso y bienestar del país. No existen razones, ni debemos crearlas irresponsablemente, para que exista un déficit fiscal tan grande como el de Venezuela. El pueblo pobre de Venezuela debe ser protegido. Y no es precisamente en base a mayores subsidios y regalos. Se les debe “enseñar a pescar”, garantizándoles trabajo formal bien remunerado y beneficios económicos adecuados.
Tenemos derecho a ser un pueblo educado, trabajador, moderno y feliz. La siembra del petróleo debe ser iniciada con urgencia. Debemos dejar de ser país mono productor, para diversificarnos y crecer en áreas tales como la: industrial, pesquería, agrícola, ganadera, turística, confección, telares, petroquímica, manufactura, comunicaciones, transporte, etc. Venezuela tiene inmensos recursos naturales y muchas fortalezas para explotar y aprovechar con voluntad e inteligencia.
