Todo Puede Cambiar en un Momento
Un segundo estamos bien. Un segundo después ya no estamos, o si estamos, nuestra vida puede haber cambiado por completo. Una simple caída puede cambiar todo en un momento. Un simple hueso roto acarrea dolor, incomodidad, cambio de planes. Todo puede pasar. Por esa única razón, deberíamos vivir y disfrutar plenamente el presente. Lo que tenemos hoy, con lo que no nos conformamos, puede ser lo que ya no tengamos mañana y lleguemos a extrañar.
Siempre uno puede tener más. La pregunta es, ¿cuánto es suficiente?. No se trata de ser conformistas. Se trata de tener aspiraciones, de volar alto, de dar lo mejor de nosotros mismos, y de soñar en cosas grandiosas, sin que ello obste para que disfrutemos plenamente lo que ya hemos logrado. Dentro de nuestras circunstancias, especialmente si cambiarlas no está bajo nuestro control, debemos ser, estar y sentir a plenitud, en paz y armonía.
¿Cuántas peleas podríamos haber evitado en nuestras vidas?. ¿Cuántas frustraciones podríamos habernos ahorrado?. ¿Cuánta paciencia hubiéramos podido desarrollar?.
Aún estamos a tiempo de aprender a vivir más intensamente el hoy y a sentir ese gozo que nos permite estar en paz independientemente de las circunstancias.
Tomemos la decisión de vivir a plenitud, agradeciendo lo que tenemos, cambiando lo que tengamos la posibilidad de cambiar y aceptando lo que esté fuera de nuestras manos. Trabajemos en desarrollar una actitud más positiva y en concentrarnos en todo lo bueno que nos rodea, sin dejar de identificar lo negativo para transformarlo o para poner la distancia necesaria.
¡Vivamos cada día como si fuera el último!