Último año de la Asamblea Nacional

Este 5 de enero se instala el último período de sesiones de la Asamblea Nacional. Último período después de 5 años de conflictividad política que llevaron al Parlamento venezolano a convertirse en el espacio de enfrentamiento entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, hasta que este consiguió -a través del Tribunal Supremo de Justicia- declararlo en desacato, al punto de dejar a Delta Amacuro sin diputados.
Una Asamblea Nacional muchas veces duramente castigada por la opinión pública nacional, pero que a punta de denunciar y denunciar se ganó el respeto y el aval de la comunidad internacional casi en pleno. Un parlamento que hoy tiene a varios de sus diputados en el exilio, e incluso, algunos presos políticos del Gobierno. Una AN perseguida, asediada y cercada hasta en términos económicos.
No se sabe si el CNE y Maduro convocarán a elecciones parlamentarias, ni mucho menos si la oposición está dispuesta a participar en ellas para seguir teniendo escaños en el Poder legislativo y continuar en la defensa de los derechos nacionales. No se sabe que ocurrirá con el más importante de todos los poderes del Estado, pero si que está en riesgo de desasparecer a manos de un régimen que se empeña en dejar sin representación al pueblo.
Por lo pronto, se espera que este 5 de enero la Asamblea Nacional envíe al país un claro y fuerte mensaje, un mensaje de Unidad, un mensaje con una ruta claramente establecida que tenga consecuencias prontas sin ser inmediatas, en el futuro de un país en el que la conflictividad social avisora crecer cada vez más en este 2019.