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Venezuela, las elecciones presidenciales y el marxismo leninismo

Cuando el gobierno de Hugo Chávez, empezó a emitir leyes contradictorias con la democracia, e inició una campaña para realizar cambios a la constitución recién diseñada y aprobada por una constituyente a la que el mismo convocó, resultando en una nueva constituyente, a la cual califico, la mejor del mundo, resultó inverosímil, desconcertante, que presagiaba que algo negativo y grande para la democracia estaba por suceder,  que pondría a Venezuela a prueba, que fue lo que al fin sucedió.

Dado que Hugo Chávez fue electo democrática y pulcramente, tenía que hacer algo, para no clavarnos un cuchillo por la espalda y declarara Venezuela marxista leninista, sin antes prepararnos tal como lo hizo, luego de convencerse que sería un asunto fácil para él, vista de la inmensa popularidad que le respaldaba en aquellos momentos. El 12 de agosto de 2006, propuso al país unas 36 leyes de corte socialista, para la aprobación por la Asamblea Nacional Legislativa, la cual mayoritariamente estaba dispuesta y volcada a aprobarlas. Ese fue el inicio de la resistencia en Venezuela contra el marxismo leninismo y de la lucha actual.

Hugo Chávez, quiso hacer un ensayo para probar cuan fuerte era nuestra democracia, y cuanto respaldo tenía como líder, y convoco a una consulta o referéndum constitucional para el 2 de diciembre del año 2007, en el cual se consultaría sobre la necesidad de modificar unos 67 artículos de la Constitución Vigente, para convertir legal y democráticamente a Venezuela en un Estado Socialista y facilitarle así la tarea, de implantar al marxismo leninismo.

El pueblo rechazo de plano tal posibilidad representada en varios de los 67 artículos propuestos y solos se aprobaron unos pocos de ellos; entre estos, la elección indefinida de la presidencia y otros cargos políticos nacionales. El pueblo le dijo a Hugo Chávez y a su proyecto político, que rechazaba al marxismo leninismo y prefería seguir siendo demócrata y libre, para decidir sobre su futuro y suerte.

Ese, fue un golpe demoledor para Hugo Chávez, quién paso varios días deprimido y molesto por los resultados los cuales no esperaba. El viernes 2 de febrero  de 2010, 3 años después de la contundente derrota sufrida en 2007, no obstante, declara ante la Asamblea Nacional de Venezuela que la nación asume la condición de marxista leninista, luego de haberlo negado reiteradamente durante 11 años. ¿Golpe de Estado?

Además de marxista leninista, Chávez también se declara «cristiano, bolivariano, martiano, sandinista, sucrista y mirandista». Su concepto es: «el marxismo es sin duda, que es la teoría más avanzada de interpretación, en primer lugar científica de la historia, de la realidad concreta de los pueblos y luego es la más avanzada propuesta hacia el mundo que Cristo vino a anunciar hace más de dos mil años». Difícilmente una persona normal pueda interpretar ese pensamiento e ideología política, donde varios principios entran en conflicto y se confunden.

No obstante tal anuncio no sorprende a los venezolanos ni al mundo, puesto que precisamente eso ya venía siendo demostrado por el mismo gobierno, quién lo sometió a consulta del pueblo y fracaso, pero no ceso en insistir. Finalmente, dado que estaba ya respaldado por los militares, los milicianos y por Cuba, al fin decidió hacerlo directamente por las malas y el respaldo de la fuerza de las armas, a través del contingente armado que le respaldaba. Es decir, dio un golpe de Estado a la constitución de la republica que el mismo había ensamblado a su manera.

Durante el gobierno de Hugo Chávez, y posteriormente con el de Nicolás Maduro, ambos presidentes, jamás descuidaron al Consejo Nacional Electoral (CNE), puesto que para estos ha representado la seguridad de su gestión y su permanencia indefinida en el poder. El control sobre el CNE, lo ha tenido siempre el régimen, y lo han administrado a su antojo y manera. Al principio, permitieron cogobernar algunos estados y alcaldías, aun cuando algunos de estos cargos los peleaban a muerte dada su importancia para el control de las mayorías. Sufrieron muchos triunfos y pocas derrotas electorales.

No obstante, cuando se trataba de la presidencia de la república y de la Asamblea Nacional, extremaban sus recursos y trampas. Un ejemplo fue la evidente derrota sufrida por Nicolás Maduro en 2013, quién evidentemente perdió las elecciones por un margen pequeño, pero perdió. No obstante, el CNE se negó rotundamente a comparar los resultados electrónicos con el escrutinio físico de los votos. Se acudió a Unasur, y esta organización de origen chavista, se hizo la inocente y apoyo al régimen en lugar de apoyar a la oposición, quedando el reclamo olvidado.

La última derrota que convenció al régimen de que no debían haberlo permitido, fue la pérdida de la Asamblea Nacional, la cual gano la oposición en diciembre de 2015, la cual, casi les cuesta la pérdida del gobierno. Lástima que la oposición no supo administrar ese poder genuina y legítimamente logrado. Se cuestionó mucho, la forma en que Henry Ramos Allup, administró la presidencia de tal organismo jugando con las cartas totalmente e ingenuamente abiertas durante el proceso del referendo consultivo revocatorio para lograr la destitución de Nicolás Maduro, posibilidad ésta que fracasó rotundamente.

En mi opinión, bien merecida la fama de colaborador del régimen, que ha logrado Henry Ramos Allup, por sus desconcertantes y extrañas  participaciones y decisiones en eventos claves para destruir al régimen. Y peor aún, luego que a la Asamblea Nacional opositora, le fue negada su legitimidad, y considerada írrita por el propio Tribunal Supremo de Justicia, colaborador arrastrado del régimen gubernamental. Un total desastre para la oposición fue esa de los años 2016/2017/2018.

La posibilidad de salida electoral, democrática y pacífica  en Venezuela, ha desaparecido momentáneamente, por varios factores que muchos analistas y políticos se niegan a reconocer. Es un hecho que el régimen podría seguir invitando indefinidamente a participar en elecciones generales y presidenciales, pero seguirá condicionándolas para seguir ganándolas a su conveniencia.

Por ello, mantienen su férrea posición, de que en el caso de que el régimen pierda la elección presidencial, la cual es definitivamente la cual nos debería interesar prioritariamente, no entregaran el poder, puesto que tienen como hacerlo y evitarlo. Lamentablemente, para la oposición venezolana en general, esta situación la hace vulnerable, dado que lograr la unanimidad entre asistir o no a una elección presidencial convocada por el régimen, la divide y debilita.

Por otra parte, el régimen a través del CNE, ha sancionado a los partidos políticos mayores de la oposición, con la no participación en tales eventos, pero permiten a los partidos políticos menores que participen, puesto que de esa manera no corren riesgos estos, puestos los consideran detectar trampas e irregularidades en los procesos electorales, puesto que los partidos políticos grandes y mayoritarios sí podrían hacerlo.

En conclusión, ha llegado el momento en que el régimen, marxista leninista que gobierna a Venezuela, jamás permitirá, bajo ninguna circunstancia  que la oposición gane de ahora en adelante, ninguna elección presidencial en Venezuela, donde evidentemente esta en juego el poder central del país. Quizás permitan que la oposición gane alguna que otra gobernación o alcaldía, donde no estaría en juego el poder central, el cual es el que al fin y al cabo el poder que les importa e interesa.

Que esto no lo entiendan los pacifistas opositores que se aferran a la salida electoral, es una gran incógnita abierta a la imaginación del pueblo de Venezuela, para que la responda. Participar en elecciones convocadas por el régimen en la situación actual, pareciera ser un forma de contribuir a que el régimen tenga algo de legalidad en su actuación.

Si el régimen, a través de sus dirigentes y líderes, nos hacen saber  a diario, que no entregarían el poder, en caso de perder una elección presidencial, pienso que habrá que creerles, puesto que tienen como hacerlo y cumplirlo.

Un dirigente político opositor debería entenderlo así, al menos que sea un farsante y pretenda seguir apareciendo en la prensa como farsante, pero como a ese candidato le gusta enormemente la publicidad, asume la personalidad del desentendido y exclama, que importa lo que diga la gente, estos no me mantienen y puedo hacer lo que dé la gana.

Acabamos de vivir en Venezuela, una desagradable experiencia, durante la cual se demostró que hubo fraude en las elecciones presidenciales realizadas en Mayo  que el CNE hizo trampas y sin embargo, las cosas continuaron como lo calculó el gobierno. Unas pocas protestas, casi ningún gobierno reconoció a Nicolás Maduro como presidente constitucional de Venezuela, y las cosas siguen igual, con el régimen programando unas próximas elecciones presidencias en noviembre o diciembre.

Como hacerle entender a algunos que unos pocos políticos y demócratas en particular, que la democracia interna en Venezuela ya no existe, por ahora, que no se practica como debería ser, y por el contrario, se utiliza como escudo para confundir y aparentar y engañar a los ciudadanos en su buena fe y voluntad.

El marxismo leninismo o socialismo/comunismo, es un sistema de gobierno, en el cual, las elecciones que realizan y se hacen bajo la vigilancia de gobiernos totalitarios que no creen en la democracia. Por lo tanto, sus elecciones internas son un fraude puesto que se hacen bajo la bota y presión del poder de un régimen que se perpetúa en el poder por siempre, hasta que lo echen.

A quién no lo entienda, se lo explicaré de la siguiente forma más sencilla: Los líderes del gobierno, funcionarios públicos y militares chavistas, están tan comprometidos con la justicia, que no existen dudas sobre las largas penas y condenas a los serán sometidos por un nuevo gobierno.  Es más ni quisiera dependerá de los venezolanos, si evaden la prisión o no, puesto que muchos de éstos crímenes serían  internacionales y las autoridades respectivas, los perseguirían, escodasen donde se escondan, razón para intentar enquistarse en el poder el mayor tiempo posible, puesto que Venezuela por ahora, es el escondrijo  más seguro que tienen y aún controlan. Sus delitos van desde la corrupción, lavado de dinero, asesinatos, torturas, narcotráfico, violación a los derechos humanos, genocidio, contrabando, extorsión, etc.

Por otra parte, viviendo dentro de Venezuela, donde los usurpadores se consideran reyes omnipotentes e intocables, es lógico que se aferren al poder para no exponerse ni correr el riesgo de pasar dificultades y persecuciones en el exterior de Venezuela, puesto que no serían tan tontos como para quedarse en el país, con un gobierno democrático, con tanto odio, rabia y frustración generados en la población misma del país. Mientras no salgan del poder, seguirán por siempre, aferrado a estar en Venezuela gobernando.

Esas son las razones por las que la mayoría de los venezolanos, en estos momentos, y los que están por venir, rechazamos las elecciones presidenciales estimuladas y amañadas por el régimen, para pretender continuar en el poder. El chavismo sabe que para sacarlos del poder, esto solo se podría, por la fuerza de las armas, razón por las necesitaríamos ayuda externa, puesto que solos no podemos. Por tal razón continúan y continuaran indefinidamente con la trampa de las elecciones presidenciales.

Se entiende, que algunos venezolanos demócratas de buena fe que no estén de acuerdo con esta, mi posición, no obstante, percibo que según investigaciones realizadas y mi propia apreciación, esa sería la estrategia más conveniente y lógica a aplicar, para recuperar a Venezuela de las fauces del socialismo. Desde ahora en adelante, dejar de participar en elecciones de cualquier tipo. Es decir, por hora, descartamos la salida electoral y entramos en una nueva fase de lucha frontal interna y externa contra la dictadura.

Económicamente hablando, el régimen chavista hace actualmente intentos extraordinarios para sobrevivir, a este inmenso descalabro que hoy vivimos, debido a las desastrosas decisiones tomadas en pretender controlar la economía del país con soluciones alocadas y sin sentido. Es de esperarse que no logren los resultados que prevén, puesto que apuestan a la suerte e improvisación y no a la racionalidad, sensatez, lógica y la ciencia.

Si a principios del chavismo, los demócratas venezolanos, confiamos, creímos y practicamos inocentemente el sistema electoral de libre elección secreta, para elegir nuestras autoridades gubernamentales, debemos reconocer que nos equivocamos tremendamente.  Hemos debido dirigir y organizar la lucha de otra forma más pragmática, realista y segura. Quizás ya habríamos triunfado.

Esta fehacientemente demostrado que  por la vía electoral, no lograremos nunca sacar al chavismo del poder. Mientras que éstos desalmados sigan secuestrando a Venezuela ayudados por Cuba, Rusia, China, Irán y otros gobiernos marxistas leninistas. Deberíamos terminar de entender que, esta es una lucha mundial entre dos corrientes ideológicas de gobiernos, donde el marxismo leninismo totalitario, pretende destruir a la democracia y al capitalismo, única forma que tienen los socialistas de ganar protagonismo, por la fuerza de la destrucción. ¿Eso quieres tú para nuestro país?

Los líderes opositores venezolanos tienen la última palabra, para replantear la lucha en otras formas, entre las cuales se insistiera en las protestas en forma más selectiva, organizada e intensa. La desobediencia civil mediante huelgas generales e indefinidas. Incentivar a las potencias de la OTAN para que intercedan en nuestra defensa. Intentar convencer a los políticos influyentes de Latinoamérica de la necesidad de intervención militar externa que demanda nuestra dramática situación. PROBERVIO: La dictadura de la burguesía o del proletariado, es siempre tiranía y la libertad no puede alcanzarse por medio de la tiranía.

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