Venezuela no es Cuba

Quien escribe nació en la Isla, estudió con Fidel y vivió intensamente los primeros años de la revolución Castrista lo que nos da alguna autoridad para negar que el modelo cubano pueda  repetirse en Venezuela. ¿Por qué?

Venezuela fue independiente desde el año 1.811 después de años de guerras contra España en tanto Cuba estuvo como colonia de España hasta 1902, casi cien años después.

Venezuela disfrutó del ejercicio pleno de su soberanía sin sombra protectora alguna como ocurrió en Cuba cuando al ser  atacado el acorazado de Estados Unidos de nombre “Maine” en el Puerto de La Habana por los españoles  hizo que Estados Unidos participara de alguna manera en la independencia de España ayuda esta que proyectó una sombra sobre la soberanía  cubana  con la ocupación del Puerto de Guantánamo que aun mantiene lo que hizo sombras sobre el esfuerzo enorme de José Martí y Antonio Maceo quienes, entre otros, lucharon durante años por la independencia de Cuba. La independencia de Venezuela no padeció la sombra de una nación tan poderosa.

Venezuela vivió en democracia durante cuatro décadas continuas desde 1950 cuando cayó Pérez Jiménez hasta 1998 cuando Chávez llegó al poder. Esto creó una cultura democrática ignorada por el régimen pero no destruida. No ha podido destruirla como las constantes protestas lo demuestran. Cuarenta años no se destruyen en solo quince. Cuba no tuvo largos períodos democráticos  porque los golpes de Estado la interrumpían y por eso no contó con el tiempo necesario para “cogerle sabor”  a la libertad que se vive en una democracia. No tuvo tiempo.

Estas tres diferencias históricas permiten afirmar que Venezuela ni es ni será jamás otra Cuba, pero si explica la escasa visión histórica de la revuelta venezolana a la que le fue vendida como exitoso ese proyecto político fracasado para poder vivir de él. Cuba vivió mucho tiempo de la Unión Soviética, después de Venezuela  y ahora, ante el derrumbe de este régimen,  busca ayuda en la Unión Europea. La realidad de que Venezuela ni es ni será otra Cuba como ya lo anuncian las últimas encuestas donde el apoyo a Maduro llega apenas al 30% de los consultados y el rechazo a un  sistema que no satisface al venezolano es de un 80%. Ahora lo que se necesita es solo un árbitro electoral que refleje esta realidad en las próximas elecciones parlamentarias y someterle al Soberano la revocación del mandato al “proclamado” Sr. Maduro para que el pueblo recupere su soberanía, Venezuela regrese a la democracia y tome de nuevo el rumbo de paz, de progreso y de bienestar que el pueblo quiere y se merece.