Viajando con el COVID-19 (2)

Iba vía Miami con mi hijo menor a través de Cancún en vista de la ausencia de vuelos directos a USA.  Creía llevar todo lo requerido.  Iba a viajar de Cancún a Miami con mi pasaporte húngaro con respecto al cual tenía una hoja conmigo que evidenciaba que mi ESTA había sido aprobado en febrero de 2020 y que estaba vigente hasta febrero de 2022.  Cuál no sería mi sorpresa cuando, después de chequear a mi hijo, la agente de la aerolínea, con todos mi documentación en sus manos, incluyendo mi ESTA, supuestamente en perfecto estado, me dice que tiene que hacer una llamada.  Me deja esperando, hace la llamada y regresa a decirme que no puedo abordar el vuelo porque mi ESTA está revocado.  Me comenta que tengo que tener una visa en el pasaporte, no un ESTA.  Le digo que he viajado con ESTA desde hace varios años a USA, que tengo el papel que evidencia que mi ESTA está vigente, que no he recibido ninguna notificación indicando que mi ESTA ha sido revocado…No sirve de nada.  Ella es amable pero es evidente que ya no puede hacer nada más.  No puede volver a llamar, no me puede dejar hablar con el funcionario con quien ella habló, no tiene más información, no sabe las razones.  Solo repite que tengo que ir a un Consulado de los Estados Unidos a pedir una visa que me pongan en mi pasaporte. Es difícil describir la angustia y el mal rato que pasé en ese momento, tratando de tomar decisiones sin entender la situación.

Mi hijo viajó a USA para hacer lo que necesitaba hacer allá y yo me quedé en Cancún, tratando de averiguar qué había pasado y de resolver.

Es aquí donde vale la pena detenerse.  Pasé dos días haciendo llamadas, llenando formularios, tratando de determinar cuál era la mejor opción y conociendo de otros casos en los cuales a otra gente le había pasado lo mismo.  Húngaros venezolanos con ESTA en su pasaporte húngaro y sin visa en su pasaporte venezolano que no pudieron viajar a USA.  Mientras tanto no hacía sino pensar en aquéllos que pudieran estar en mi misma situación y que no tienen el dinero para pagar el hotel o la comida, en un país extraño, ante una situación imprevista.

Finalmente, después de un sinfín de llamadas, incluyendo comunicaciones con cónsules de Hungría en varios países latinoamericanos y varios Consulados de los Estados Unidos de América, me regresé a Caracas habiendo dejado un  procedimiento abierto de solicitud de visa para mi pasaporte venezolano. Con respecto al ESTA, me recomendaron no solicitar otro por ahora ya que al menos a dos húngaro-venezolanos que lo solicitaron recientemente se lo negaron.  Tengo una entrevista pautada en Ciudad de México para noviembre de 2022 y estaré pendiente para ver si hay alguna manera de adelantarla, si alguien cancela.  Mientras tanto, tuve que cambiar mi plan de viaje familiar con mis tres hijos, quienes son ciudadanos americanos.  Sólo califican como emergencias  los temas relacionados con salud y con fallecimientos.  Ni nacimientos, ni bodas, ni graduaciones son emergencias.  Pienso en mi hijo menor que probablemente se graduará el próximo año.  Trataré de estar pero si no me dan la visa antes, estaré allí con mi pensamiento y mis oraciones.  Este tipo de situaciones, en mi caso, pueden generar incertidumbre pero todo es solucionable.  Sin embargo, me duele pensar en la cantidad de gente que puede verse afectada profundamente en temas de trabajo o de supervivencia…

Mi recomendación para quienes estén planeando viajar con ESTA a los Estados Unidos es que antes de viajar verifiquen en la página web correspondiente si su ESTA está aún vigente. Así, al menos, podrán evitarse el mal rato de enterarse de que su ESTA no está vigente estando ya en el aeropuerto.

Compartiendo información logramos que otros se preparen bien y eviten las dificultades que nosotros hayamos tenido que enfrentar.  Debemos apoyarnos los unos a los otros para suavizar los momentos complicados y dar aliento al cansado.

¡Prendamos una vale y pasemos la luz!