Bolívar y Chávez no son iguales

El mejor homenaje que se puede hacer a los libertadores de América Latina es “no endiosarlos”, sino tratarlos como lo que eran, “personajes extraordinarios” pero humanos, dice el historiador argentino Felipe Pigna, quien presentó hoy su libro sobre los artífices de las independencias iberoamericanas.

“La mejor definición de tipos así es la de hombres muy valiosos, de mucho coraje y persistencia, pero de ninguna manera gente sobrenatural”, indica Pigna en una entrevista con la Agencia Efe en la Casa de América de Madrid poco antes de recorrer la vida de los libertadores en una conferencia en el marco del Festival VivAmérica.

En “Libertadores de América, aquellos gloriosos sudacas”, el historiador traza los esbozos biográficos de Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, Manuel Belgrano y José de San Martín.

Pigna relata así las peripecias de Miranda (”un hombre de novela”), con su presencia en las revoluciones norteamericana y francesa (es el único americano cuyo nombre está grabado en el Arco de Triunfo de París), cita sus otras andanzas europeas (fue un destacado militar en la Rusia imperial) e insiste en su visión de una unidad continental iberoamericana que nunca pudo ser.

De O’Higgins, el gran héroe de Chile, y de Belgrano, prócer argentino por antonomasia junto a San Martín, subraya tanto su papel político, militar e intelectual, con sus contradicciones, un tanto a la sombra de éste y del caraqueño Simón Bolívar, que “opacó” el fulgor de los otros libertadores.

El endiosamiento de estos hombres “los aleja de la gente, porque nadie está ahora en condiciones de ser un San Martín o un Bolívar”, explica Pigna, para quien también está fuera de lugar el alineamiento de los próceres con personajes contemporáneos como el guerrillero Ché Guevara o el presidente Hugo Chávez.

“No se puede forzar la historia. Está muy bien que nuestros pueblos reivindiquen frases, pensamientos de nuestros antepasados y que nos sirvan para consolidar un camino. Pero cuando pasamos de ahí a la asociación directa de que Chávez es Bolívar entramos en una situación sin sentido”, destaca este escritor y comunicador.

“Pedirles a los libertadores, burgueses en su época, que además sean los antecedentes inmediatos del socialismo revolucionario es demasiado”, dice rotundo Pigna.

Un rasgo común que destaca el libro de Pigna es la relación de estos prohombres de Latinoamérica con España, el enemigo a batir, pero también la fragua donde se forjó el genio militar y político de estos libertadores, sobre todo en el caso de San Martín, que permaneció casi treinta años en la península.

El libro, subtitulado “Vida y obra de los revolucionarios que pasaron por España”, muestra esa formación política y militar “en un país muy interesante que era la España ilustrada y que luchaba denonadamente con la España absolutista”, refiere Pigna.

“Esto no echa por tierra todo lo que se hizo en Sudamérica antes de 1808, la infinidad de rebeliones indígenas y movimientos que buscaban también la independencia. No obstante, el detonante tuvo mucho que ver con el proceso español”, asegura.

También Londres aparece como un “caldo de cultivo de libertadores” en sus primeras etapas “conspirativas” de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, con la creación de sociedades masónicas en las que participaron estos próceres.

“Todo ello tuvo que ver con el liberalismo inglés y con los intereses de Inglaterra en América. Jugaba a ser la aliada de España en la guerra con Napoleón, pero ponía otras fichas con los revolucionarios”, precisa el historiador.

Pigna también destaca la influencia que tuvo la masonería en el proceso emancipador, dada la pertenencia a una u otra logia de cada uno de los libertadores.

“La masonería los nucleó, les dio fundamentos ideológicos y como círculo de poder les abrió las puerta de muchas cortes, entre ellas la británica”, recuerda el director de la revista “Caras y Caretas”.

Sin embargo, señala Pigna, la “territorialización” de las logias masónicas “probablemente” también contribuyó a la destrucción del sueño de la “Gran Colombia” que uniera todo el subcontinente en un solo estado, aunque, para este historiador, mayor influencia la tuvo la acción abierta o subterránea de Gran Bretaña y de los flamantes Estados Unidos contra esa cohesión.

“Hicieron lo posible para que esa unidad no se concretara”, subraya Pigna, director también de elhistoriador.com.ar, el lugar web de Historia más visitado de Argentina.