Fragmentos de un encuentro con Jorge Olavarría …
El proceso electoral que se realizará en el mes de diciembre de 1998, encierra una especial complejidad ; un pueblo hastiado ya desde hace tiempo de los partidos políticos, de la corrupción , de las injusticias de la seguridad social y personal, de una constante y creciente inflación; y por si fuera poco todo este ambiente preelectoral refleja mucha improvisación y desorden; todavía a estas alturas se andan resolviendo múltiples problemas de la automatización de la máquinas electorales, se reclama modificaciones a determinados artículos de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política para adelantar las elecciones regionales y locales para el mes de noviembre y a parte de todo esto esta ley es rechaza por muchas personas que alegan su completa inconstitucionalidad en todos los sentidos .
Por otra parte según informes de reconocidas empresas internacionales, importantes inversionistas extranjeros se retirarán o abstendrán de poner su dinero en Venezuela si ganara el candidato a la presidencia que actualmente encabeza las encuestas y del cual se han oído repetidas amenazas llenas de convicción de que, por las buenas o por las malas, llegará a Miraflores.
Con todo esto , es decir, en medio de este circo preelectoral aún existimos millones de ingenuos venezolanos que soñamos con que nuestro país algún día tenga una elecciones realmente dignas y bien planificadas en medio del caos político y económico que constantemente nos acecha.
En vista de la entropía reinante en torno a las elecciones , sentimos la necesidad de ahondar un poco más en este tema y por esto tuvimos un encuentro con Jorge Olavarría, experto conocedor de los procesos electorales a lo largo de nuestra historia.
Un poco acerca del proceso electoral
¿ Cómo ve usted el panorama de las próximas elecciones a realizarse en diciembre del año en curso?
Puedo opinar desde el punto de vista meramente funcional y operativo , pues desde el punto de vista político yo no quiero hablar, pero desde la perspectiva particular del proceso en sí; puedo decir que este proceso lo gobierna una ley que se llama Ley del Sufragio y Participación Política que fue aprobada por el Congreso el 13 de Diciembre de 1997 y promulgada por el Presidente de la República el 30 de Diciembre; o sea es una ley muy nueva, tuvo mucho tiempo discutiéndose con las mismas características de todas las discusiones de todas las reformas que se le han hecho a la Ley del Sufragio sin excepción ; es decir, que luego de terminarse un proceso electoral siempre existe una gran conmoción y una gran habladuría acerca de que hay que reformar aquello, que hay que perfeccionar esto, que hay que impedir que pasara esto otro; pero después la cosa entra como en una especie de laguna de indiferencia y de forcejeo, entonces a última hora siempre se han hecho todas las reformas y siempre éstas han sido insuficientes.
La reforma en la Ley relativa al sufragio que se hizo en esta ocasión; viene después de la catástrofe electoral de 1995, cuando la complejidad del proceso electoral regional por el hibridismo de las elecciones nominales con las elecciones por plancha con la combinación de las elecciones municipales de gobernadores y de asambleas legislativas y la indiferencia general de la población, el hastío ; llegaron a tener una abstención confesada por el propio Consejo Supremo Electoral del 70 por ciento, que es una abstención enormemente alta.
Esto tiene un agravante; en esa abstención del 70 por ciento, no se contabilizan los votos nulos, que a su vez eran muy altos, nunca se dijeron cuantos fueron esos votos nulos con el agravante al agravante de que éstos en muchas ocasiones no eran nulos por error del votante – por votar dos veces o por hacer errores materiales que anulaban su voto- sino nulo porque el votante expresaba su rechazo al sistema con obscenidades inclusive con insultos, con mensajes al sistema político… no voto por esta m…, estos son una pila de ladrones …y tal cosa de su madre…, esos casos son muy frecuentes y no están contabilizados.
De manera que a la abstención del elector que no va a votar, se le añade el elector que va a votar y que vota nulo en una forma deliberada y hostil al sistema, a todo el sistema. Eso llamó a preocupación a mucha gente, y entre los muchos remedios que se propusieron, tuvo uno que ha resultado peor que la enfermedad; que es la llamada despartidización del Consejo Nacional Electoral.
El Consejo Supremo Electoral desde que nació, no desde que nació con López Contreras en 1936, sino desde el estatuto electoral de 1946 y sobretodo a partir de 1958 tenía un vicio fundamental, que los miembros del Consejo Supremo Electoral eran a la vez juez y parte, es decir, que toda persona que se sintiera vulnerada en sus derechos, o todo actor del proceso político, de un partido político por ejemplo, reclamaba ante el Consejo Supremo Electoral que tomaba una decisión ; luego posteriormente se perfeccionó ese sistema entonces se puso una especie de apelación a una instancia superior que era la Corte Suprema de Justicia y eso se tradujo en numerosas instancias litigiosas que llevaron a la repetición de las elecciones como pasó por ejemplo en el Estado Bolívar.
En todo caso el Sistema Electoral Venezolano en vez de estar evolucionando para bien a través de su historia ha ido más bien involucionando , son varias las causas de esto ; hay unas causas de tipo estructural y otras de tipo humano. Las causas estructurales, se basan principalmente en la perversión del sistema viciado, equivocado ; las causas humanas son que se ponga quien se ponga allí o se instaure el sistema que se instaure a través de la historia , si existe un tramposo, hay trampa, ahí no hay nada que hacer, entonces, la gente, empezó a hacer trampa y todas esas cosas a lo largo del tiempo.
Me podría extender muchísimo acerca de los antecedentes de la historia de los sistemas electorales en Venezuela, pero, no lo voy a hacer en beneficio de la brevedad, y de que es menester enfocar muy cuidadosamente que es lo que está pasando ahora y que puede pasar en los próximos comicios.
La ley aprobada en diciembre del año pasado, tiene tres avenidas de enjuiciamiento, de análisis; una avenida estrictamente jurídica, una de tipo conceptual y una avenida meramente operativa , que tiene que ver con el hecho de si las cosas funcionan o no funcionan. Este procedimiento que aquí se establece, para organizar un sistema según el cual la gente puede acudir a un lugar , encontrar su nombre en un registro previamente escrito, expresar su voto, irse para su casa, y tener confianza de que su voto va a ser respetado y va a ser contado en la forma en como él lo expresó, eso es lo que se llama una elección, y entonces se traduce en una elección , en la selección o en la escogencia de personas para ocupar los cargos electivos del país; Presidente de la República, Gobernadores del Estado, miembros del Congreso Nacional, miembros de las Asambleas Legislativas, miembros de los Consejos Municipales, Alcaldes que gobiernen las ciudades y juntas parroquiales.
Ya la sola enumeración de todo lo que te acabo de decir, revela una extremada complejidad, si a eso el añades tu el hecho de que hay dos sistemas que son técnicamente incompatibles entre sí, y que se tratan de casar, de hacer un híbrido de pavo con gallo, de perro con caimán, de tigre con toro, se produce un monstruo que en definitiva es lo que se ha producido; pues la nueva Ley Orgánica del Sufragio lleva inmersa dentro de sí dos sistemas materialmente incompatibles; el sistema uninominal y el de representación proporcional de las minorías.
Todo esto por supuesto tiene una explicación histórica; el 18 de Octubre de 1945, una Asociación de militares y de civiles derrocaron al más democrático gobierno que ha habido jamás en la historia de Venezuela; que es el del general Isaías Medina Angarita , los civiles estaban dirigidos por Rómulo Betancourt y Acción Democrática, los militares por Marcos Pérez Jiménez . Esa asociación derrocó al gobierno de Medina con la excusa de que éste no permitía la elección directa del Presidente de la República; esto es una enorme mentira y además una gran injusticia y desenfoque de la realidad histórica del país.
En todo el siglo XX, hasta 1936 no se habían realizado elecciones, en 1897, se celebraron en Venezuela las últimas elecciones del siglo pasado, que condujeron a un fraude electoral espantoso. Las elecciones organizadas por el General Joaquín Crespo para determinar quien iba a ser su sucesor se hicieron en un comienzo con el verdadero deseo de hacerlas limpias, claro bajo la presunción de que el gobierno las iba a ganar, pero de pronto, surgió un fenómeno electoral desconocido, personificado por un General poco conocido llamado José Manuel Hernández y al cual le decían el «mocho Hernández» ; ésta era una persona desconocida, y un buen día en 1896, unos señores que habían organizado un partido, Alejandro Urbaneja, Nicodemo Zuloaga quisieron organizar un partido nuevo al cual llamaron Partido Democrático y le preguntaron al «mocho» si él quería ser candidato a la Presidencia de la República por su partido; pues José Manuel Hernández era un hombre bueno , humilde, hijo de un carpintero del barrio de San Juan de Caracas, un hombre muy puro, y además se parecía a Cristo; huesudo, que expresaba con la mirada mucho, y en su manera de hablar se podía percibir una gran sinceridad.
El pueblo ya estaba harto de los políticos corrompidos, embusteros y ladrones, y entonces este hombre «les sonó la flauta» y de pronto todo el país comenzó a seguir al «mocho Hernández», y cuando fue evidente que el » mocho » iba a ganar , el gobierno hizo un gran fraude y por supuesto el «mocho» no ganó; ganó el candidato del gobierno Ignacio Andrade, eso fue el preludio de más de 30, casi 40 años de dictaduras y de guerra en nuestro país, quizá el período más violento después de la Guerra de Independencia y ciertamente más que la Guerra Federal, fueron estas guerras que se dieron por motivo de esas elecciones, pues el «mocho Hernández» no se quedó tranquilo cuando se le negó el triunfo a causa de ese fraude electoral y se alzó , desencadenando este hecho una gran revolución y en la que Joaquín Crespo resultó muerto.
Al morir Crespo, que era el gran jefe militar del país quedó un gran vacío político, entonces el General Ramón Guerra, salió a perseguir al «mocho Hernández» en nombre del gobierno y derrotó al «mocho» entonces el que se alzó fue Ramón Guerra , el gobierno derrotó a Ramón Guerra y así siguió la revolución hasta el siguiente que se alzó que fue Cipriano Castro, el cual derrotó luego al gobierno, después Castro llegó al poder, y liberó al «mocho» que estaba preso y éste se volvió a alzar; luego que terminó la revolución «mochista» se alzó Celestino Peraza, luego vino la revolución de Rangel, que vino desde Colombia; después se dio la famosa Revolución Libertadora que fue una de las revoluciones más violentas en la historia de Venezuela que produjo una mortandad espantosa y que duró hasta el mes de julio de 1903 cuando el General Juan Vicente Gómez, derrotó al último caudillo de la historia de Venezuela llamado Nicolás.
Las guerras civiles desde 1898 hasta 1903 produjeron a Cipriano Castro y a Juan Vicente Gómez ; ningún venezolano quería oír hablar de partidos políticos, ni de elecciones, ni de nada que se le pareciera, lo que querían era un hombre que mandara y que los demás obedecieran y se acabó. Entonces en 1936 el General López al llegar al poder, organiza las primeras elecciones que se hacían después de más de 40 años, crea en Consejo Supremo Electoral, y organiza unas elecciones municipales, estas eran directas, y se constituían los Consejos Municipales, estos a su vez elegían los Diputados al Congreso,y los Diputados y los Senadores que eran elegidos por las Asambleas Legislativas escogían al Presidente de la República. Quizá se piense que este tipo de comicios era ilegítimo, pero era una manera de comenzar, y esta había producido una presencia en el Congreso muy importante de Diputados y Senadores que le hacía oposición a López Contreras y a Medina, de manera que durante los gobiernos de éstos, había oposición.
Medina reformó la constitución en 1945 y estableció el voto directo de los Diputados al Congreso Nacional, o sea ya los Diputados del Congreso no iban a ser elegidos en los Consejos Municipales sino directamente por el pueblo, eso iba a cambiar completamente el panorama porque entonces Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, y todos los políticos nuevos, emergentes, que habían surgido durante el gobierno de Gómez y después de la muerte de éste, iban a poder ser elegidos directamente al Congreso Nacional, pero Medina pensó, y pienso que acertadamente, que era prematuro permitir la elección directa del Presidente de la República, porque el país no estaba preparado para eso y así lo dijo, y así lo aceptó la mayoría de la gente. Acción Democrática que era un partido recién fundado en 1941, argumentó lo contrario alegando que eso era desconfiar del pueblo, entonces tumbaron a Medina con esa excusa, y organizaron efectivamente elecciones para una constituyente, y luego elecciones para elegir un Presidente de la República, pero se demostró que Medina tenía razón, en cuanto a que el pueblo no estaba preparado para ello, porque el país se volvió un bochinche espantoso hasta que llegaron los militares y tumbaron a Gallego y aquí absolutamente nadie protestó.
De manera que el 76% de los venezolanos que había elegido a Rómulo Gallego como Presidente de la República, no fueron suficientes, para que se mantuviera ese gobierno, todo lo contrario, ese gobierno fue derrocado con el beneplácito de la inmensa mayoría de la gente; lo que importa a raíz de toda esta explicación es que el sistema electoral que se implantó en 1946 creo lo que yo he venido llamando la democracia de partido, porque la gente no elegía sino votaba. En 1946 se fundaron los nuevos partidos, COPEI, el partido comunista se acababa de fundar , URD se fundó, y Acción Democrática se había fundado ya en 1941. Entonces tu votabas por los partidos más no por las personas, con una tarjeta grande al Presidente de la República y con una tarjeta pequeña a todos los cargos de elección en los cuerpos liberales, a todos ; de tal manera que la gente votaba más no elegía.
La gente votaba por las tarjeta pequeña, pero eso significaba que esa tarjeta correspondía a un cenáculo cerrado, una oligarquía cerrada de un partido político que había escogido las planchas al Congreso y decía «fulanito» va a senador y «sultanito» va a diputado y entonces quienes en realidad estaban eligiendo eran los partidos no el elector. La vinculación entre elegido y elector no se daba , de modo que se creo un sistema de democracia de partido que es precisamente lo que ha entrado en crisis. Ese sistema se basa en un principio de la representación proporcional de las minorías, porque todo sistema electoral sin excepción implica ciertas incoherencias, ciertas injusticias artméticas; por ejemplo en Estados Unidos de América es teóricamente posible que los votos populares no coincidan con los votos electorales, un candidato a la Presidencia de la República puede sacar más votos pero puede perder la presidencia .
Esto se puede dar porque los votos electorales llevan a electores con promisarios en cada uno de los Estados en relación a la población, por ejemplo si Texas tiene 17, Nueva York tiene otros tantos, es perfectamente posible, que los Estados que tienen más votos electorales, sean los que pongan al Presidente de la República, en cambio los que tienen menos votos electorales pero más gente pierdan de esta manera.Todos los sistemas electorales sin excepción contienen una injusticia matemática, porque la democracia electoral se basa en principios fundamentales de que la mitad más uno gana y la mitad menos uno pierde.
Eso quiere decir que en un electorado de cien, el que sacó 51 ganó y el que sacó 49 perdió, pero resulta que si hay 20 Estados, y en estos hay un partido que ha sacado 49 y el otro a sacado 51 en los 20 Estados ; resulta que el 49 por ciento del país que no tiene representación, entonces se ha buscado lo que se llama representación proporcional de las minorías para que un partido que no tenga lo suficiente para sacar un Senador o un Diputado, en una determinada circunscripción los votos que sacó en esa circunscripción sumadas a las de «aquella» y «esta» y la de «más allá» le dan lo suficiente para llenar lo que se llama un cociente electoral, y éste le daría derecho a llevar un Diputado o un Senador por aquel Estado en el cual el haya sacado más votos ; eso siempre favorece a los partidos pequeños entonces produce una ecuanimidad en el Estado, pero a costa de la inevitable necesidad de que la gente vote por partidos y no por personas…
Epílogo
Nuestra conversación con Olavarría fue realmente extensa y aquí plasmamos sólo algunos fragmentos; y luego de esta salimos con la preocupación de que Venezuela se enfrentará entre otras cosas a una elección presidencial que tiene como base una Ley Orgánica del Sufragio llena de «baches» , de contradicciones sistemáticas, de conceptos no conciliables y de candidatos a la Presidencia de la República que ni siquiera le han echado un vistazo ; y también nos damos cuenta que los procesos electorales de nuestro país vienen «cojeando» desde hace mucho tiempo en la historia de nuestra democracia.
Seguimos reflexionando y pensamos en el hecho de que a través de la historia siempre hay períodos de grandes caos como los descritos anteriormente por el señor Olavarría…
¿ estaremos actualmente siendo los espectadores-actores de uno de estos?… como nunca me han gustado los finales deprimentes me inclino por no responder ni siquiera de forma hipotética esta pregunta y prefiero esperar a que pase el tiempo y algún día contarle a mis futuros hijos, nietos la situación de las elecciones electorales cuando su abuelita tenía 24 años y terminar el relato con los detalles de los hechos sea cual sea su desenlace y ojalá al final del cuento puedan reír y salir corriendo a jugar despreocupados y no se queden silentes pensando en una situación traumática protagonizada por su abuelita y por todos los pobres venezolanos de antaño.
